Son las cinco de la mañana y aún no he podido dormirme. Sé que él está ahí arriba, lo sé, y quizás por eso no he podido dormir en toda la noche. Lleva semanas pasandome lo mismo y lo peor es que me duermo en clase, pero... lo prefiero porque sé que él me esta esperando.
Él no es una persona, ni un animal, ni siquiera una planta. Él se llama Jack y viene a por mí.
Todo empezó aquel fatidico día en el que mi mejor amigo Jack quisó acompañarme a dar una vuelta despues de clase. Sus intenciones no eran buenas, y lo veía de antemano. Por eso quizas estaba retirada de él. Fue justo cuando cruzabamos el paso de cebra, cuando quiso besarme y con una fuerza sobrenatural, lo empujé hacia un lado, haciendo que un coche lo atropellara y... lo matara.
Estuve un mes entero llorando, sin querer salir de mi cuarto. De repente me convertí en una asesina. Pero mis días de llanto terminaron aquel día en el que lo ví aparecer en mi azotea. Me dijo que su destino era el mío, y que teníamos que estar juntos. Para eso tendría que morirme. Como no acepté, decidió seguirme todo el resto de mis días, pero... en la azotea.
< No te escondas > Se escucha en el silencio de la noche. < Estes donde estes, te seguiré >
Mis padres me pillaron una vez hablando en la azotea. Subieron aver que pasaba y .... vieron que hablaba sola. Me llevaron a un psicologo al haberme ocurrido en muchas ocasiones. Como siempre, Jack me acompañaba al psicologo.
Me convertí en una chica autista. Le daba miedo a la gente, pero ellos no sabían que... no estaba sola. Así pues, sigo sintiendo que ésta ahí arriba y me espera.
Al tener sueño, subí arriba para pedirle que se marchara, que aquí no lo quería nadie, pero él seguía diciendome que me fuera con él. Tomé su mano y... de pronto me vi en medio de la carretera y mi amigo Jack me empujó hacia un lado y me empotró contra un coche que pasaba. Miedo, de pronto.. frío.
Sigo diciendo que lo siento. Siento que está arriba en su azotea, con mis padres llevando una vida normal. En clase no puedo estudiar solo por mi cuenta, pues nadie más me ve, ni me escucha. Solo Jack. Quizas nunca debía de haberle dado la mano a aquel chico que me quitó mi vida y que me convirtió en... un espititu sin nada.