Era viernes, el dia mas odiado por Ivette, salir de su trabajo significaba una odisea, tomar el metro, mas aun, repleta la terminal de gente bulliciosa, cigarrillos humeantes por todos lados y el horrible olor a una cuidad llena de humo. Planeaba en ese fin de semana ir a ver a sus hermanos en la granja, hacia tanto que no los veia que ni siquiera imaginaba cuan grande debian de estar sus sobrinos y sobrinas, el echo de ser la menor de la familia daba un toque de niñez y se sentia a veces muy sola, asediada por el trabajo en el bufette de abogados.Como siempre llego a su casa mas cansada que todos los dias, se tiro de un soplo en el sofa suspirando de la enorme soledad que la rodeaba, ningun mensaje en la contestadora, ninguna llamada, nada, era una vida muy sola, tomo un baño en la ducha, y se dispuso a dormir para el dia siguiente emprender el viaje hacia la granja campestre donde vivian sus hermanos.
Amanecio un dia radiante como nunca, Ivette se preparo unos huevos revueltos de los cuales solo se comio la mitad, medio vaso de jugo de naranja y tres uvas, todo a media como su vida.Salio a tomar el autobus que la llevaria a la granja, era un viaje muy largo, caluroso y aburrido.Ya iban en camino cuando el autobus de pronto empezo a pararse y a descomponerse, no habia nada peor que quedar en medio del camino y con un sol tan caliente que hacia imposible el caminar bajo el.Ivette se dispuso a caminar un poco a ver si pasaba otro autobus o alguien que se apiadara de su desgracia, las gotas de sudor caian sin parar en su cara maquillada y ya el maquillaje empezaba a correrse por sus mejillas.No se dio cuenta cuando fue que aquel carro paro a su lado y cuando levanto su cabeza vio al hombre mas perfecto que tenia delante de sus ojos, -Hola, soy Marcos, quieres un aventon?, le dijo el con su voz melodiosa que solo retumbaba en los oidos de Ivette, la cual despues de una gran decilusion de tres años de compromiso habia decidido estar un tiempo sola y no pensar en el amor.
-Si-le dijo Ivette y con gran rapidez subio al carro por si no fuera un sueño y se apagara la gran oportunidad de no caminar bajo el sol.
La brisa daba en la cara de los dos y la carretera estaba vacia, todo era paz, tranquilidad, sociego.
-Por que tan callada?-Adonde vas?
-Bueno, iba a casa de mis hermanos, ahora en realidad no se cuando llegare, me queda bien lejos, en el pueblo de Torregrande.
-De veras?, alli voy yo, asi que creo que llegaras a tiempo, no?
Una sonrisa en la cara de Ivette se dibujo como por arte de magia, nesecitaba estar tranquila, nesecitaba reir y hacia tanto tiempo que no lo hacia.
-Crees que llegaremos hoy? le dijo Ivette.
-Pues no creo, el viaje es largo y tenemos que parar a comer
-Tenemos?, dijo Ivette asombrada, esa frase plural habia acabado hacia tiempo para ella.
-Pues si-le dijo Marcos con una sonrrisa magnifica en su cara-A menos que te quedes sin comer.
Ivette volvio a sonreir, le parecia tan extraño, el viaje, Marcos, la brisa, todo era magnifico.
Empezaba a caer la tarde cuando llegaron a un pueblito cerca de la carretera, para comer.Ya sentados en la mesa tomaban un cafe y Marcos animaba la conversacion.
-Cuentame por que estas tan triste? se nota en tus ojitos que algo no te deja ser feliz.
-Pues tengo una vida , como se diria, rutinaria, mecanica y tambien he tenido una gran decepcion amorosa y estoy tratando de sobrevivir.-Explico Ivette con su tono bajo de voz y sus grandes ojos llenos de ilusiones.
-Te dire algo-dijo Marcos acomodando la mano de Ivette en sus grandes manos.-Me parece que eres una chica genial, cualquier hombre daria todo por que te enemoraras de el, creo y me atrevo a asegurar que ese hombre no te merecia, tienes que darte otra oportunidad.
-Como?-
-Viviendo, viviendo todos los dias como si fuera el ultimo dia que vives, como si fuera el final, como vivirias si te dijeran que tienes una enfermedad terminal y que te quedan solo meses de vida?
-Yo... pues creo que viviria todo lo que me ha faltado por vivir , haria cosas increibles, arriesgadas.
-Y porque no hacerlo ahora?, que te lo impide?
La conversacion se hacia mas ritmica y cada vez era mayor el interes de Ivette en Marcos, era un hombre genial, atractivo, interesante, maravilloso.
Cuando terminaron la comida y la conversacion buscaron un motel en el pueblo, al llegar rentaron dos habitaciones y se fueron a dormir,pues les esperaba otro dia en la carretera de viaje, para al final llegar al pueblo de Torregrande y encontrarse con sus hermanos.Ivette no dormia, se tiro en la cama con sus pensamientos volando y sus ilusiones dando vuelta en su cabeza, de pronto sintio unos suaves toques en su puerta, se levanto sutilmente y miro por la cerradura, era Marcos, ella abrio la puerta y no pudo mencionar palabra alguna, era lo que ella deseaba, queria estar con aquel desconocido que le habia enseñado en una cena como vivir y luchar contra el dolor.
Marcos entro, la tomo por la cintura estrechandola en sus brazos y la beso muy dulcemente, un beso tierno como probando la fruta del placer, suavemente deslizo su boca al oido de Ivette y le dijo:
-Me caso mañana.
Ivette le miro a los ojos con una mirada que nunca habia sentido, con un dolor bueno, sano.
-No me importa-le dijo Ivette, voy a vivir hoy como si el mañana no existiera, quiero estar contigo sin importarme que pase mañana.
Hicieron el amor;como nunca sintio Ivette la felicidad a su lado y por tan poco tiempo, nada le importaba, era feliz.
Al otro dia emprendieron el viaje con una gran sonrisa en sus caras, llegaron a Torregrande y alli en el centro del pueblo estaban los 3 hermanos de Ivette esperandola en la terminal del autobus, Ivette se despidio de Marcos, abrazandolo muy fuerte,le tomo la mano y lo beso muy dulcemente y con su tono de voz mas alegre que nunca le dijo:
-Gracias, gracias por todo.
-Para nada-le dijo Marcos con su sonrisa contagiosa, -recuerda vivir como si fuera el ultimo dia.
-Si , asi lo hare, cuidate mucho y felicidades, tu novia ha de estar muy orgullosa de ti, eres genial.
Lo beso en la frente y con un salto corrio hacia sus hermanos que alegres la esperaban,y entre abrazos y sonrisas sintio ser muy feliz por primera vez en tanto tiempo en su vida, sintio como alguien tan especial pudo cambiar su vida en solo una noche, ya podia ser feliz y seguramnete pronto volveria a enamorarse y sentir de nuevo la magia del amor, y gracias a el, a Marcos, a su romance fugaz.