A la orilla de la playa, tara y yo hibamos de la mano, atardecia cuando decidimos ir al auto, entonces nos encaminos a la base naval.
La base naval tenia a su resguardo el submarino pluma de jade, era como una mantaraya imensa, era lo màs veloz de el mundo; el cual solo yo lo podìa usar, eso en caso de peligro nacional. Mediante un codigo de acceso, que sin no funcionaba, instalado en codigo trinario.
__¿alguna contingencia coronel?__mencione al llegar al control acuatico.
__no almirante, el dia de hoy me reporto sin novedad.__
Revise los sistemas del submarino, enonces la pantalla me dio los pormenores en forma virtual, todos y cada uno de los ocupantes estarian listos si se llegase a necesitar alguna incursiòn.
Tara y yo retornamos a nuestra residencia, la correspondencia virtual estaba llegando y me dispuse a revisarla, en tanto ella se diò una ducha.
Habìan un par de mensajes que llamaròn mi atenciòn, se trataba de una invitaciòn a un congreso en la ciudad de san francisco califonia, a la cual respondì en el acto.
__por el momento no dispongo de tiempo, pero en otra oportunidad con gusto irè.__
El otro era de una mujer para mi desconocida, que me decia.
__te voy a matar alex, firma lucia.__
Tara y yo decidimos ir a divertirnos a una discotec, en ella nos desenvolvimos de lo lindo, cuando terminamos, fuimos por la costera en el auto-un porche- que funcionaba con un control de camino fosforecente, aunado a una computadora de calle, la cual controlaba la velocidad de viaje, pendiendo a dos metros del suelo.