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CON LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA... ORGULLO Y SOBERBIA...

El simple hecho de pensarlo ya me asusta, ya me incrusta entre mis cuatro paredes que me envuelven en pesadez sorprendentemente inédita...

Si me parece verme, llena de altivez, era una triunfadora, claro que lo era, lo blanco de mi piel acompañada de unos ojos brillantes que denotaban un futuro prometedor, la delgadez de mi cuerpo, la premura de mi vida y un trabajo en el cual me desarrollaba como la mejor.

Las quincenas eran siempre lo mismo, dinero a manos llenas para gozar de la vida y me endiosaba en aquellas cosas delicadamente superficiales que llenaban mi vida de una impresionante manera.

Y puedo sentir aquella tarde con el frío calándome los huesos profundamente, el viento de la calle parecía querer advertirme y el brillo de la luna tal vez me confesaba lo erróneo de mi vida, pero habiendo tantas cosas para admirar no sabia yo que a la naturaleza también se le admiraba y que esta solía presagiarte acontecimientos que marcarían tu vida para siempre...

Era aquella tarde de lunes, la primavera estaba por anunciar su llegada, ensimismada conmigo misma tuve aquella fuerte discusión con mi padre, aquella discusión sin precedentes, pero que visto ante los ojos de mi orgullo había sido toda una falta, de esa tarde vino el silencio, las palabras flotaban en el aire y quedaban sin respuesta. Mi boca parecía haberse cerrado ante la mirada astuta de mi padre, mi rebelión era la reacción de el rencor acumulado en 20 años, en 20 años que delineaban a la perfección la línea de mi vida.

Dos días pasaron de aquella tarde de lunes, aquel miércoles como todas las mañanas partí a mi exitoso trabajo, entre papeles, café, computadoras y cheques la luz del día se fue escondiendo y con el, la llegada de la primavera seguía aproximándose, se asomaban ya las primeras estrellas cuando mi padre llego hasta mi cuarto con un platito hundido hasta el fondo repleto de mi fruta favorita; apenas si murmure un tanto avergonzada “gracias”, después de todo me daba una pequeña clase de humildad; y si confieso que lo pensé aunque no se lo dije.

Entre prisas, amigos, y dicharacheras llego el viernes, estábamos a tan solo tres días de que la primavera inundara el ambiente, mi corazón y mi mente se habían sincronizado para el próximo fin de semana el cual se extendería un día mas por la llegada de la primavera, nunca antes el reloj se me había hecho tan lento y ambiguo que esa tarde en que mi presencia estaba laborando, mas mi esencia volaba anticipándose a disfrutar las sorpresas del fin de semana. Una llamada mas, claro que podía atenderla después de todo solo serian segundos y después seria libre, descolgué el viejo auricular y lo lleve lentamente hasta mi oído y apenas pude escuchar la voz tímida de mi vecino en tono preocupante, - “Reyna, es urgente que vengas a tu casa, tu padre se ha caído e la mitad del patio de tu casa y la cruz roja viene en camino” – al colgar mi cabeza daba vueltas hasta ensombrecerme la vista, la mirada, apenas si tuve tiempo de avisar a mi jefe antes de salir volando al aire... mis pies corrían a increíble velocidad, llegue jadeante hasta mi casa, quedaban rastros de aquella batalla a mitad del patio donde las armas principales eran el alcohol para tratar de reanimar y el papel higiénico tirado desordenadamente.

Como pude llegue a la cruz roja mas cercana, la mirada de curiosos y vecinos fue la revelación mas dura de mi vida, entre corriendo hasta la camilla para encontrar el cuerpo yaciente, inflado, hinchado, donde la sangre aun emanaba de los desorbitados ojos; llore, llore mucho, me incline a sus oídos y le pedí perdón, en alguna ocasión había escuchado que lo ultimo que se pierde cuando una persona muere es el oído, asi que de esa manera quise darle el ultimo adiós a mi padre...

Los días que siguieron mi cabeza no atinaba a reaccionar, entre la sala de velación, la cremación y la llegada de la primavera mi fin de semana fue un caos, de ninguna manera habían sido los planes que yo me esperaba, de ninguna manera había ansiado pasar esas noches en vela con los ojos hinchados de llanto. Suspire el olor que había dejado impregnado en su coche, en su cama, mire el platito vació de mi fruta favorita, escuche el cassette que estaba en el estereo el cual seguramente había sido el ultimo que había escuchado y me cobije esas noches con los recuerdos de las primaveras anteriores en las que el todavía estaba conmigo.

Mi rencor se vació, mi orgullo y mi soberbia deje en aquel consultorio de mis tardes de terapia donde el psicólogo martes tras martes me ayudaba a sacar el sentimiento de culpabilidad de mi vida. Y hoy que vuelve a aproximarse la primavera 7 años después... mi vida tiene un matiz tornasol, porque amo la vida, amo a mis amigos y amo a mi familia y he enterrado en lo mas profundo de mi pasado la altivez de aquella niña fria y superficial...



NOTA: Si de algo ha servido compartir esta historia a pesar de que al volver a vivirla me ha desgarrado el alma volviendo a revivir mi errores habrá valido la pena tan solo por la esperanza de alertar los sentidos, sentimientos y valores...
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
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17 comentarios. Página 1 de 4
Inedito
invitado-Inedito 23-10-2009 00:00:00

Un cuento muy bueno para reflexionar, todo debe de ser en vida.

Perlita
invitado-Perlita 23-10-2009 00:00:00

Creo que es importante cuidar a los seres que amamos, ojala y experimentaramos en cabeza ajena. pero es algo complejo.

karina
invitado-karina 29-04-2005 00:00:00

me parecio perfecto que lo contaras, me haz hecho reflexionar , como creo que lo han hecho varias personas, mi vrie con mi padre desde que tengo uso de razon , y la verdad que siempre tenemos discusiones, y no soy de pedir disculpas, soy muy orgullosa igual que mi padre, pero creoq ue tengo un ser grandisoso como padre, yq ue es hora de demostrarle mi cariño , porque no quiero lamentrame cuando ya no lo tenga ami lado.

nildage
invitado-nildage 20-05-2004 00:00:00

Tu relato es perfecto para refleccionar y preguntarnos realmente cual es el verdadero sentido de nuestras vidas.

Mariaconcha
invitado-Mariaconcha 19-08-2003 00:00:00

YA NO ERES UNA POETA MUERTA, TUVISTE EL VALOR DE COMPARTIRLO, AUNQUE NADIE EXPERIMENTA EN CABEZA AJENA, ES MUY BUEN, CUIDATE Y DISFRUTA DE TODO ESO QUE AHORA TIENES Y QUE AMAS PROFUNDAMENTE.

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