CONVIVIR CON UN ADICTO

La finalidad de este relato no es otra mas que explicar con todo el detalle que me sea posible los hechos ocurridos en el periodo de convivencia, comprendido de Julio de 1988 hasta Octubre de 1996 fecha de la ultima separación, sabiendo a si mismo que la otra parte ha distorsionado, falseado y calumniado con respecto a la misma y por su propia conveniencia.

Lo que aquí ha sucedido, desde un principio, no ha sido otra cosa, mas que el desencadenamiento de una historia de horror, producto de un conjunto de síntomas y signos característicos de una conducta destructiva y totalmente agresiva, cuadro característico y sintomático de un dependiente o adicto a sustancias psicotropicas y estupefacientes.

El prolongado tiempo que mi esposo ha tenido y tiene consumiendo cocaína, marihuana y otras sustancias nocivas, comprende un periodo de unos 27 anos aproximadamente, teniendo en cuenta que el primer contacto con las perniciosas drogas comienza a la temprana edad de los 17 anos, aun estando en el colegio y antes de comenzar los estudios universitarios. Hay que recordar que este Sr. esta a punto de cumplir los 41 anos, Esto lo convierte y ha convertido a lo largo de los anos en un toxicómano adicto y dependiente de las sustancias ya mencionadas.

El consumo crónico de cocaína conduce tanto a la tolerancia de esta droga, como a la dependencia y adicción física y psicológica, de la misma.

Mi esposo ha estado involucrado en la practica continua de la conducta adictiva, durante y a través de las distintas etapas de la enfermedad, caracterizadas estas por innumerables episodios de perdida del control, y del dominio propio, de, claros cambios de conducta y desviación de actitudes normales. Únicos causales del deterioro progresivo de la convivencia conyugal.

La primera vez que mi esposo me puso la mano encima, no recuerdo exactamente si era el ano 87 o era el 88, pero lo cierto es que todavía no estábamos casados

Si hoy me preguntan porque estuve tantos años al lado de un hombre que me maltrataba constantemente, hoy puedo decir sin reparo alguno, que el motivo principal fue el miedo. Ese mismo miedo que hoy puedo percibir a través de mi hija.
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Durante años, como tantas mujeres fui victima de malos tratos, y constantes humillaciones por parte de mi esposo. Nos separamos unas cuatro veces debido a esto y a su adicción a las drogas, que lo convertían en un hombre muy violento, agresivo y totalmente fuera de si.
Peleas continuas, hasta el punto de afectarle a los niños, quienes sufrían constantemente por las mismas.

El descontrol en la conducta de mi esposo persistía a lo largo del tiempo variaba su intensidad dependiendo de la frecuencia y la cantidad de las dosis. El deterioro de la funcionalidad vital entre las relaciones intimas era gradual y progresivo, hasta llegar al punto de quedar prácticamente impotente, esta anomalía, consecuencia del abuso continuo de las drogas se extendía por largas temporadas, meses y hasta anos. Jamás me hubiese atrevido a hablar de cosas tan intimas y delicadas con nadie, ni siquiera con mi mejor amiga, un tema considerado tabú, donde estaría en entre dicho su virilidad, peligrando así el tan guardado secreto del que fuera mi esposo. Imposible, yo tenia que protegerle de pasar por la vergüenza y la humillación de ser descubierto por el circulo de amistades. Así que calle por semanas, y meses que luego se convirtieron en anos. Por supuesto que este estado de impotencia acarrea una cantidad de consecuencias, minando la confianza en si mismo y llenándole de inseguridades, esto solo agravaba mas aun su comportamiento convirtiéndolo en un hombre extremadamente violento, pero violento en la casa con la familia con su esposa, mas no con sus amigos, quienes compartían las mismas aficiones por el vicio.
Mi esposo ha sido y es un adicto dependiente por lo tanto como todo adicto ha formado y forma su circulo de amistades alrededor de personas que estén en la misma situación de dependencia., las fiestas, las reuniones sea en casa de uno o del otro todo gira alrededor de la droga.
La drogadicción es un síndrome de dependencia química, es una enfermedad que tiene que ser tratada como tal, que no solamente ataca al sistema nervioso y al cerebro del adicto, sino que además va como el cáncer destruyendo el hogar y a cada uno de sus integrantes.