No quedaban palabras, para hacer una despedida. Con frases inciertas, y el triste sabor de un beso, un adiós. No existen ya los momentos, las palabras tiernas. Sólo quedan flores marchitas, poemas olvidados, y el recuerdo de una canción.
Si fue tan lindo, si fueron momentos auténticos, si lo que decias era cierto, por qué hoy me das la espalda, no sabes cuanto pueden cambiar tus palabras la rutina de mis días.
No puedo mencionar tu nombre, el hacerlo me heriría, el buscarte me dañaría y el volver a besar tus labios sería demostrarte tantas cosas.
Hoy cierro la página de ese libro, intentándo prometerme nunca más abrirla. Leer tan sólo una frase, acabaría con nosotros mismos.
Entre canciones, intentaré buscarte y cada una me hará recordarte de una forma distinta, tratando de que estes siempre ahí.
Ya no puedo mirate, tocarte, besarte.
Sin palabras, donde quiera que estes, se que lo sabras todo.
Aunque lo dudes yo te quise algo.