>>> A mi amigo Homan, cumpliendo una promesa >>>
25.10.2002
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Esta pequeña historia sucedió
en el hermoso estado de Florida
En la ciudad de la magía y la fantasía
de los sueños y la alegría,
donde reside mi amigo Steve y su familia,
que seguidamente tengo el placer de presentaros:

Él se llama Steve, es compositor
su bella esposa se llama Danielle, es modelo
tiene dos preciosos hijitos, que son Richard
y Emily.

Viven en una preciosa casita
rodeada de jardines, cuajados de hermosa flores
con piscina acristalada y climatizada
el resto de la familia son dos perritos
llamados Candy y Maggy una cotorra revoltosa
llamada Sara...

Pues bien, os cuento que...

Una noche de verano
llegó a esta casa
una familia de armadillos
se asentó cerca del invernadero
debajo de su estructura, de madera
donde ellos montaron su pequeña casita
y allí tuvieron 4 hijitos
¡pequeñitos, tiernecitos, preciosos !

A sus papas los hemos bautizado con los nombres de Pytty y Cuqui.

Richar, todas las noches, asaltaba la nevera
y se llevaba hojas y hojas de lechuga
para que comiesen sus seis recien llegados amiguitos.

Steve, persona de buen corazón, llegó a tomarles
verdadero cariño. Todas las noches salía al jardín
a ver a sus pequeños " hijitos", como Emily le decía, y pronto comenzó a hablarles en voz alta
para que no se asustasen y se acostumbrasen al
sonido de su voz; y asi sucedió pronto las dos familias re reunían en el jardín, al lado de la
piscina, y en las noches de luna llena se veía a los niños y a los pequeñitos armadillos jugando
y todos, pronto, formaron una sola familia alegre y dichosa, y Steve era muy, muy felíz...

Los niños de las casas vecinas, acudían a tropel
a ver a la familia de armadillos, hasta veinte niños se juntaban. La espectación infantil y curiosidad del vecindario era enorme, y todos contaban maravillas de aquellos seis pequeñitos, amigos de la familia, que con total desparpajo se paseaban por el jardín.

Pero ...
Un día Steve los llamó
y no acudieron
los buscó por todo el jardín. Se fue al bosque cercano, se acercó al lago, y ni rastro de sus queridos " hijitos" y desconsolado lloró.

Ya han pasado cuatro meses y él aún sigue esperando que regresen, sin poder evitar, cuando
piensa en ellos, que sus ojos se llenen de lágrimas, pues les había tomado tanto cariño, tanto afecto, que es posible que muchos no alcancen a comprender que el corazón humano está lleno de ternura y amor, y que ...

Cuando hay amor, las cosas y los seres más simples
tienen acceso a nuestro corazón, porque dentro se lleva la semilla del AMOR, Y ...
A él le gusta sembrar en el corazón de sus hijos Richard y Emily el amor y el respeto por todo lo creado por el GRAN HACEDOR, ¡ PORQUE TODO...TODO, ABSOLUTAMENTE TODO LO CREADO MERECE NUESTRO AMOR
Y RESPETO !


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Ann Louise Gordon Stewards