Caen los muros de Jericó

(Historias Bíblicas para niños.-44)

Era el año de 1473 antes de nuestra Era Común que el pueblo de Israel entra en Canaán al mando de Josué. Dios había decidido que los que habitaban aquellas tierras, los cananeos, merecían la muerte porque eran sumamente malos, crueles, violentos y degenerados. Por eso dió instrucciones a  los israelitas para que invadieran esa tierra y destruyeran por completo todas las ciudades de Canaán.

Antes de comenzar su incursion, Josué envio dos espías a la ciudad de Jericó. Estos entraron en la ciudad y se alojaron en casa de una mujer llamada Rahab. Aunque ella sabía que eran israelitas, permitió que se escondieran alli, porque ella había oído hablar de los milagros que Jehová Dios había realizado para salvar a su pueblo y ahora creía, tenia fe, en El. Rahab hizo que los espías le prometieran que ni ella ni su familia morirían durante la conquista.

Cuando Josué y los israelitas entraron y rodearon la ciudad ocurrió un milagro de parte de Dios para con ellos. Jehová les había dicho: “Tú y tus guerreros marchen alrededor de la ciudad. Denle la vuelta una vez cada día por seis días. Lleven el arca del pacto. Siete sacerdotes deben ir delante del arca y tocar sus cuernos. Al séptimo día marchen alrededor de la ciudad siete veces. Entonces den un sonido largo con los cuenos y den todos un gran grito de guerra. !Y las murallas caerán!”.

Josué y sus hombres hacen precisamente así como Dios les había mandado. Mientras marchan están todos callados. Lo único que se puede oír es el sonido de los cuenos y de los pies que marchan. Los enemigos en Jericó tienen que haber tenido mucho miedo. Pero Rahab ha hecho lo que los dos espías le dijeron, puso la cuerda roja en la ventana de su casa y toda su familia se reunió dentro con ella vigilando y esperando su salvación.

Finalmente, llegó el séptimo día. Después de marchar siete veces alrededor de la ciudad, se tocan los cuernos, gritan los guerreros y las murallas se derrumban por completo. Es como si una bomba grande les hubiera caído encima. Pero en aquellos tiempos no había bombas, ni había cañones. !Esto es otro milagro de Jehová Dios para con los israelitas!. Al ver lo ocurrido, Josué, empuñando y alzando su espada,­­ dice a sus guerreros: “Maten a la gente y quemen la ciudad con todo, menos la plata, el oro, el cobre y el hierro, que son para el tesoro del tabernáculo”. A los dos espías, Josué les dice: “Saquen de su casa a Rahab, (la cual, aunque estaba sobre el muro de la ciudad, no se derrumbó­­) y a su familia entera”. Estos se salvan tal como habían prometido los espías.

¿Que aprendemos de esta historia bíblica de la caída de los muros de Jericó?. Varias cosas: Que siempre, aunque nos parezca dificil la tarea a realizar, podemos confiar en Dios que  nos ayudará, siempre y cuando hagamos tal como El nos manda hacer. Además, nuestra fe debe de mantenerse viva en tiempos dificiles y angustiosos y por mucho temor que tengamos, como  lo tuvo Rahab, nuestra esperanza y confianaza en el Dios verdadero, nos guiará a salvación. Por eso el profeta Isaías llegó a escribir: “Ustedes son mis testigos –es la expresion de Jehová- aun  mi siervo a quien he escogido, para que sepan y tengan fe en mí y para que entiendan que yo soy el Mismo. Antes de mí no fue formado Dios alguno y después de mí continuó sin que lo hubiera. Yo,… Yo soy Jehová y fuera de mí no hay salvación”. (Isaías 43:10 y 11).

Esta historia la puedes leer en la tu Biblia buscando el libro de Josué, su capítulo 6, versículos 1 al 25.

Ten mucha fe en Dios, confia en El y tendrás su guia para toda tu vida.