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Categoría: Historias Pasadas

Caín y Abel en Jinotega

Se acerca la semana santa, la temperatura se ha tornado cálida, he salido con mi hijo mayor a comprar al supermercado, cosas que creo que podría necesitar, recuerden esto, cosas que creo que podría necesitar, pero que tal vez no necesito.-
Nos dirigimos en la camioneta al supermercado, el que se encuentra al borde de la carretera y cuando iba ya casi llegando lo vi, al mendigo, quien sabe mendigo o quizá borracho, drogadicto, puede ser un alcohólico, un demente se encontraba sentado en la cuneta, en el suelo, bajo el sol inclemente, el cabello totalmente endurecido, costroso, increíblemente sucio de pies a cabeza, casi pude sentir el hedor del que se encontraba impregnado.-

Estacioné la camioneta frente al supermercado, mi hijo notó mi aire ausente y me preguntó: ¿Papá estás en la Luna?, entrecerrando los ojos le dije: ¿Ves a aquel hombre sentado en el suelo?, Sí, me dijo con aire despreocupado, ¿El loco?, Sí le dije yo un poco ofendido, ese hombre fue por mucho tiempo mi mejor amigo.-
Que¡?, respondió.- Yo le dije: Si ese , fue mi mejor amigo cuando éramos niños, cuando éramos adolescentes, me dan ganas de ir a saludarlo, le dije, No hombre, me dijo mi hijo, no te metas en problemas, ese tipo ya nos asalta, nos da una paliza , nos apuñala y si puede nos viola, no seas caballo.-

Las sabias palabras de mi vástago me persuadieron, entramos en el supermercado, realizamos las compras, y veinte minutos después salimos con la carretilla, para guardar todo en la camioneta, una vez montamos todos los paquetes, comencé a conducir y en un arrebato, bajé el vidrio de la camioneta y saludé al hombre, ¿Cómo estás Abel? el me quedó viendo y sin inmutarse me dijo: Patroncito, Jefecito, regálame una monedita, por favor jefecito.- Le lancé el cambio unas monedas y las recogió complacido, me mostró una sonrisa abollada por la caries y el tabaco.-

Llegamos a nuestra casa en minutos, y me encontraba pensativo, Abel no me había reconocido, circunstancia que me desilusionó un poco, en cambio yo recordaba vívidamente todas nuestras correrías cuando niños, cuando adolescentes y su trágica historia, la que se convirtió en una leyenda en nuestro barrio.-
Conocí a Abel Noriega a muy temprana edad a los ocho años de edad, exactamente, lo conocí en la Escuela, era un niño de mi edad que había llegado a vivir a Jinotega procedente de Sébaco una ciudad cercana, recuerdo que la maestra Ramírez los presentó a los dos, es decir nos presentó a Abel Noriega y a su hermano Caín Noriega quien tenía nueve años y dijo que ambos eran compañeritos nuevos y que iban a estudiar con nosotros y que debíamos ser amables con ellos y prestarles los apuntes para que se pusieran al día, yo recuerdo que la maestra no le decía a CAIN su nombre sino que le decía KANE como en inglés, pero ellos es decir los hermanos Noriega me aclararon pronto que sus nombres eran bíblicos y no como los pronunciaba la profesora Ramírez, en realidad en ese tiempo el nombre de ellos me tenía sin cuidado, fueron excelentes amigos, realmente se interesaban en el estudio y en el deporte, eran muy competitivos y pronto fui su amigo inseparable, juntos íbamos a boxear siendo apenas unos párvulos, diario me dejaban un ojo morado, pero diario también me contentaban obsequiándome un helado, eran robustos y fuertes, al final de la tarde íbamos a su casa, donde su mamá doña MINA nos obsequiaba porciones triples de miel, recuerdo que ella siempre estaba trabajando en un fogón infernal, donde meneaba inexorablemente un perol de miel con lo cual elaboraba cajetas, de miel, de leche, de yerbas, gofio, era una mujer robusta, una india hermosa y monumental, de piel cobriza y cabello negro azulado que no paraba un solo momento de trabajar y de hablar, al principio yo no lo noté, pero luego me fui percatando que doña MINA hablaba, hablaba y no importaba el que yo fuera un mozalbete de escasos ocho años, ella mientras trabajaba hablaba con frenesí, sobre su origen de India Masaya, sobre como ROSENDO un Indio Jinotegano la había conquistado y la había enamorado, sobre las distintas penurias que en su vida le había tocado vivir, como ROSENDO NORIEGA, se había balaceado en una cantina con tres guardias a quienes había matado con su pistola 38, como había huido para la hermana República de Honduras y había jurado mandarla a traer en cuanto nomás lo permitiera la situación, para mientras esta hermosa mujer la MINA se deslomaba trabajando, ella lavaba ropa ajena, planchaba, hacia cajetas y vendía comida, fue en la segunda semana que tenía de estar en Jinotega que se suscitó un altercado, pues un ebrio llegó a su comedor y trató de faltarle al respeto, lo que provocó que la MINA airadamente le diera una impactante y sonora cachetada que lo botó de la silla en que se encontraba sentado, aquel insensato sintiéndose burlado, tomó la cobarde decisión de machetear a la MINA a la que impactó en un brazo, con saña y furia criminal, ella se defendió a como pudo, y con un garrote le desbarató la cabeza, dicen que le pegó siete garrotazos al hombre, pero esto no sé si sea cierto, pues según el jefe de policía fue un solo garrotazo el que le desbarató la cabeza a aquel hombre, ella fue llevada al hospital y estuvo presa una semana mientras el juez le brindaba una medida cautelar de casa por cárcel, esa semana fue la semana en que más jugamos con CAIN Y ABEL, pues como su mamá no estaba en casa, ellos no fueron a clases y la pasaron jugando en todo momento, me esperaban una cuadra antes de la escuela y nos íbamos a vagar por los potreros, íbamos a robar naranjas, aguacates, frutas, y hasta leche del ganado de las fincas cercanas, ahora que lo pienso, estos niños sobrevivían solos, comían silvestremente de los frutos de la naturaleza.-


La MINA salió de la cárcel un poco demacrada, esa misma tarde encendió el fogón y se dispuso a matar un chancho, hizo chicharrones y frito, que puso a vender, dicen las malas lenguas, que nunca más la vieron volver a dormir, si dormía era en horas insospechadas y muy pocas, la mujer trabajaba, trabajaba y trabajaba, nunca descansaba, se multiplicaba y esperaba, esperaba que ROSENDO NORIEGA mandara alguna razón desde HONDURAS, pero pasaron los años y nada se sabía, LA MINA logró instalar una cantina EL PIAVE contrató tres mujeres más y fue un tiempo de bonanza económica para todos, hasta para mí, pues CAIN Y ABEL, solamente abrían la gaveta y jalaban los reales, el dinero, para ese tiempo contábamos ya los trece años y andábamos bien vestiditos, vanidosillos, buscando novia, yo nunca logré conseguir una novia CAIN, era el más afortunado, ABEL era un romántico y un tímido incurable, muy pocas oportunidades tuvo, sólo tuvo una novia, una muchacha bastante tosca LA MARISA, se la llegó a presentar a la MINA, quien no la aprobó, pues dijo que no tenía buena cadera para parir hijos y que se miraba débil de carácter, a pesar de ello ABEL insistió, le compraba regalos bonitos, zapatos, collares y tenían planes de casarse, porque han de saber amigos que en Jinotega algunas veces la gente se casa a muy temprana edad.-

¡Fue un escándalo¡ La MINA gritaba enfurecida.- A las cinco de la mañana, había salido al patio de la casa a buscar una ropa y se encontró a CAÍN copulando con la MARISA se llenó de furia, la corrió inmediatamente, le dio una paliza y ese día corrió a CAIN de la casa.-

Para mí fue triste, porque eran mis amigos, éramos inseparables, fue en ese momento que perdimos la frecuencia, ya no era igual, Abel no quería ya salir a ningún lado, Caín se había ido a trabajar al beneficio, allá se mantenía con los trabajadores, con los obreros y para colmo de males vino la guerra, fuimos reclutados, yo fui ubicado en comunicaciones y Abel fue asignado al pelotón de artillería, Caín no fue reclutado por que huyó, nadie supo que se hizo, algunos decían que se había ido para Honduras buscando a su padre, pero nadie sabía a ciencia cierta.-
La guerra fue cruenta, fue espantosa, en ella perdimos nuestros sueños de niños, perdimos nuestra inocencia, perdimos nuestras esperanzas, incluso perdimos por un tiempo el amor por la vida, todo era gris, oscuro, los mejores murieron y quedamos los peores, Abel fue asignado a posesionarse en la montaña de LOS TERREROS ese iba a ser su lugar de operaciones, quedaba el lugar adentrándose en las montañas de YALÍ fue designado a bombardear una ubicación donde se sospechaba estaba ubicado el Estado Mayor de los enemigos y así lo hizo, con precisión matemática bombardeo centímetro a Centímetro la zona designada, aproximadamente setenta enemigos yacían hechos pedazos en el lugar bombardeado, recuerdo que llegamos al punto y pude aun observar la humareda, cuerpos retorcidos y ensangrentados, partidos y despedazados y en un claro se encontraba despedazado el cadáver de CAIN.

Fue muerto por el bombardeo sistemático de ABEL, cuando se enteró de la muerte de su hermano, llegó al lugar y abrazó el cadáver de su hermano, o las partes del cadáver que yacían como un grotesco rompecabezas en aquella espantosa tarde hirviente de verano no sabíamos que hacer, abrazó los restos mutilados por horas, mientras bañaba su uniforme con la sangre de su hermano, de repente comenzó a reír frenéticamente y decía mientras reía y lloraba : ¡¡ Es la sangre de mi hermano¡¡ ¡Jja¡¡ Es la sangre de mi hermano ¡Jja¡ Ya no ruge el ronco cañón ¡Jja¡ NI se tiñe con sangre de hermanos tu glorioso pendón bicolor, larala la….ra….lalalalala, .- fue uno de los más espantosos espectáculos que vi en la guerra.-
Cuando la guerra terminó, fue todo muy confuso, estuve mucho tiempo, tratando de encajar en algún lugar, tratando de entender que había pasado, tomando licor, perdiendo el tiempo, trabajando aquí y allá y luego gracias a Dios comencé la Universidad, cuando al fin volví me enteré que la MINA estaba presa en la cárcel de mujeres EL BUEN PASTOR ahí estaba detenida, había sido encarcelada pues resulta que al terminar la guerra, volvió a Nicaragua ROSENDO NORIEGA, quien venía con el firme propósito de hacer una nueva vida al lado de los suyos y siendo que ya la guardia era cosa del pasado, volvió.- Ese día que volvió LA MINA tiró la casa por la ventana, mandó a destazar una vaca, todo el barrio donde vivía la MINA disfrutó de la fiesta, hubo licor, muchísimo licor, comida en abundancia, mariachis, fiesta hasta el amanecer y amor, mucho amor, dicen que después del amor la Mina le dijo a su hombre: ROSENDO cuanto te amo, nunca más voy a perderte, nunca más te vas a ir de mi lado, nuestros hijos se perdieron, porque no estaba su padre, para lavarte la afrenta debo matarte y sin más le clavó el cuchillo de carnicero, hasta el fondo del corazón, luego que lo matara, lo lavó, lo alisto, le tapó la herida, le puso su mejor mudada y procedió a preparar el café y el pan que se daría en la vela, fue uno de los velatorios más concurridos de Jinotega y ella pidió permiso para que no se la llevaran presa ese día para atender a la concurrencia y participar en el entierro, después en el juicio pidió que no se hiciera jurado, ella confesó que lo mató, dijo que lo había matado por amor, cuando el Juez le preguntó que como era eso de que lo había matado por amor, le dijo: Señor Juez yo lo maté por amor, no creo que nadie lo pueda entender, pues el amor que yo le tuve, ni yo misma lo comprendo.- El Juez la condenó a treinta años de prisión por Homicidio Doloso Pasional.-

ABEL desde que mató a CAIN ha andado errante, caminando por las calles de mi sufrida Nicaragua, comiendo de la basura, unos días como ebrio, como drogadicto, otros como loco, el mismo se condenó a esa muerte en vida, anda pagando su pecado del cual el mismo no se perdona.-

Al pensar en esta enorme tragedia, a la mañana siguiente, me fui en mi camioneta al supermercado, solo pude observar a otros menesterosos que se encontraban reunidos en el lugar donde estaba ABEL la noche anterior y les pregunté: Señores no han visto a un hombre extremadamente delgado, que anda con la mirada pérdida, que pide unas cuantas monedas, y que sufre una tragedia infinita? Cada uno de ellos me respondió SOY YO JEFECITO.-
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2 comentarios. Página 1 de 1
invitado
invitado-invitado 19-12-2017 05:39:14

Genial. Y empapado del context, puesto que soy de Nicaragua

oscar molina barrios
invitado-oscar molina barrios 19-03-2012 00:00:00

Solo que me parece un poco cargado, pero está bien.

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