Por mucho tiempo estuve pensando por que no me sentía agusto con mi carrera... Antes de ingresar estaba seguro que deseaba estudiar Medicina Veterinaria, pero en la universidad nunca me sentí cómodo. Durante estos 6 años fui encontrando diversas razones como: injusticias, mediocridad, malos docentes, cursos aburridos, etc.
Leyendo “El Cordón de Plata” de Lobsang Rampa, encontré una frase que me hizo reflexionar y redescubrir algo que tenía olvidado... “Lo personal, el toque humano supera en mucho la frialdad mecánica de la medicina moderna”. Yo escogí la carrera por que amaba a los animales, los consideraba como parte de la familia y no simplemente seres vivientes de 4 patas. Mi sueño era llegar a ser una persona con la capacidad de aliviar dolores, dolencias, salvar vidas... Me dirán que eso es lo normal que hace un Veterinario... Es cierto curamos, pero no es el fin principal... lo que mas importa es el dinero, la mayoría de nosotros ve a los animales como simples pacientes o un medio para llenarse los bolsillos...
Una de las ramas de mi carrera que nunca me atrajo es la producción. En esta área lo único que importa es cuantos centavos nos deje cada animal al finalizar la campaña. Son casi simples objetos económicos... Tal vez sea la única manera de colocarnos a la altura de la avasallaste competencia... para mi es uno de los grandes defectos de la globalización. Cuando se presenta alguna enfermedad, el tratamiento es masivo, se sacrifican animales para minimizar pérdidas... Si se presentan casos que demanden demasiada inversión para curarlo, existe la “Panacea”... EL Camal.
La codicia es unos de los 7 pecados capitales que ha traído la mayor cantidad de dolores y desdichas... Nos cegamos por el brillo de la monedas. Es como si un fuego nos envolviera y a mas tengamos más grande se hace, consumiéndonos por dentro. Nunca estamos satisfechos... Según las enseñanzas de Buda, las personas lloran, se molestan, envidian, odian por que su ser arde en las llamas de la codicia. Con esto, la vida se vuelve fría y deja de tener sentido. ¿Cómo apagarían una fogata sin mover un solo dedo? Se imaginarán muchas cosas... pero lo mas sencillo es simplemente cerrar los ojos y dejar de percibirla. Suena estúpido, pero la mayoría olvida cosas tan sencillas como estas. Si tan solo cerrásemos nuestro corazón, si dejásemos nuestra mente en blanco, desaparecería lo negativo y tendríamos la oportunidad de entrar en contacto con el Universo. Creceríamos espiritualmente y disfrutaríamos de los placeres sencillos de la vida.
He puesto de ejemplo mi carrera, pero la deshumanización se ve en el mundo entero, a cada momento. Todo oficio encierra las 2 caras de la moneda, lo mecánico y lo humano. Tan solo depende de cual escojamos, para que la labor se convierta en tediosa y aburrida o algo que nos produce placer y satisfacción. Al sentir que contribuimos para mejorar el entorno, al sentirnos en contacto con la vida en si, recién nuestra existencia tendrá sentido. En la actualidad hasta las grandes empresas se están dando cuenta que las personas motivadas por el “Factor humano rinden mejor que el “Homo económicus”. Han comprobado que el dinero no es lo único que nos mueve...
Todos los seres vivos se encuentran enlazados de alguna manera y la única forma de evitar la evidente destrucción es aprendiendo a tomar lo justo y necesario, sin aprovecharnos, compartiendo... Solo así encontraremos la plenitud que tanto buscamos. Recuerden que se nos ha dado la oportunidad de vivir con un fin superior... somos la única especie que puede evolucionar rápida y conscientemente... por eso no la desperdiciemos persiguiendo solo el mundo material.
Kitsutani Kian Hernán Armando
12 / 10 / 01