-Que no lo entiendes, no soy el hombre que crees que fui-Doy un respiro-Te mentí, nunca fui Aros, siempre fui…Celta-Al terminar de hablar me doy media vuelta y me alejo.
-¡Espera Aros!
Me detengo, julia avanza hacia mi sin esperar si quiera una respuesta.
-¡No te acerques! –Le contesto con miedo repentino-¡No te acerques!, porque entonces puedo arrepentirme.
Me hallaba tenso, como si al solo verla aproximarse viese desmoronarse mi gran obra.
-¿Arrepentirte?¿De que?
-Eres un problema para mi. Mi único problema.
-Entonces ¿Por qué te es tan difícil verme a la cara?
-Porque ¡Amo! A otra mujer, eso querías oír.
-¡Pero ni siquiera sabes mentir…! Tratas de ocultarme algo y tomas tranquilamente la salida más rápida. Y me engañaste por un momento. Reconozco que me engañaste. Sea cual sea tu futuro, te haz aferrado a que yo te odie, a cambio de que…¿De tu orgullo? O ¿Una amenaza?.
-Calla, no es eso, solo que aunque continuemos con lo nuestro, nunca tendremos una vida feliz.
-¿Por qué crees eso?
-¿De que sirve amarte tanto, Julia? ¿De que? Si mintiendo o no solo voy a significar problemas para ti… ¿Por qué si yo quisiera ser para ti toda la alegría tengo que representar esto…? ¿De que me sirve amarte entonces?
-No hables así. Nada importa. Piensa que estamos juntos-Se acerca a mi y se recarga en mi espalda-El pasado ya pasó y el futuro no existe. Solo el presente… Mírame a la cara. Olvídate de los problemas y mírame como lo hacías antes.
-Debo irme, Julia ¿Te das cuenta? Y el amor de mi vida se queda aquí…-¿Es que no se daba cuenta? –Se queda contigo
-¿Cuándo te vas?
-Olvida eso…Olvida todo y mírame a la cara. Ahora te lo pido; recuerdame como tu mejor amigo; mira…mira, lo que hago lo estoy haciendo por ti…Yo haría cualquier cosa por verte feliz-Volteo a mirarla-Te extrañare mucho Julia, fue difícil dejarte.
-¿Por qué adonde te…?
-Te extrañare por que eres a quien más he querido…y de la única que me he tenido que despedir.
Ella sonrío.
-Adiós-Le dije-Debo irme.
¿Esa era la despedida? ¿Tan trivial? ¿Tan vacía? ¿Por qué no encontré otra forma de terminar con la cuestión?, lo único que quería era abrazarla y besarla, pero no quería que Julia pensara que…-Me dirigía a mi cuarto. –Cuídate mucho-¿Qué otra cosa podía decirle?
Dijo que si. Parecía no poder añadir más.
-¿Qué sucede aquí Guardia Celta?
-Nada señor Kefren, nada.
-Entonces ¿Por qué la princesa y tu se encuentran aquí? –Sonrió.
-Yo solo estaba por aquí, no me había dado cuenta que la princesa Heteferes se encontraba en este lugar. Ahora si me permites me voy.
-Muy bien Celta, porque necesito hablar algunas cosas con la princesa a solas.
Después de escuchar tales palabras me marche a mi habitación. E intente dormir.
Zzzzzzzzzz. Pero no pude conciliar el sueño, no entiendo porque. Tal vez ella y Kefren…no , no puedo seguir pensando en ella.
-Hola
-¿Qué?...Yami, no pensé que estuvieras despierto hasta tales horas.
-Solo note que no te encontrabas en tu habitación, y Salí a buscarte, y te encontré en el jardín del palacio-Empieza a mirar la colosal pirámide-Sabes muchos hombres tienen miedo por la partida de mañana, creen que no van a regresar.
Aun no entendía a donde quería llegar con sus palabras.
-Pero tu Celta tienes miedo por irte de aquí, sin ver por ultima vez a…
-Por favor yo no estoy enamorado de nadie…
-Vamos Celta, ¿Quién crees que te recordara después..? ¿Ni siquiera ella, que te quiere tanto…
Gire mi cabeza y me deje llevar por una aflicción proveniente de lo más profundo de mi ser.
-Pero Celta…
-¿Por qué crees que pedí esta misión Yami?
-¿Para alejarte lo mas lejos profundo de ella?, vamos Celta, no puedes dejar que Kefren te gane, no puedes dejar que ella…
-Mi decisión esta tomada y nadie puede cambiarla, ni siquiera ella pudo.
-Celta, lo siento tanto-Deja de hablar por unos momentos-Pero vine a decirte que me dejaras ir contigo mañana.
-Pero Yami, tu sabes que las posibilidades de regresar son nulas.
-Por eso quiero ir contigo, jamás me perdonaría si muere mi mejor amigo.
-Gracias Yami, gracias por apoyarme, muchas gracias amigo.
Continua en el capitulo Vll Te extrañare