Al amanecer nos marcharíamos rumbo a Nubia, pero yo quería antes de irme irte a ver o amada mía, pero no estabas en tu cuarto, como si no hubieras dormido ahí en toda la noche, ignoraba donde te encontrabas, pero deseaba que fueras feliz sin mi. Justo en los momentos en que nos marchábamos llego Yami con muy malas noticias, me dijo que habías aceptado casarte con Kefren, al principio no comprendí tu decisión, pero la respete, lo único que me extraño fueron tus palabras “el amor nunca va y viene de un lugar a otro”, aunque era normal que quisieras rehacer tu vida, no importara con quien.
Al salir de Egipto rumbo a Nubia, siempre estuve pensando en ti Julia, recordaba como me abrazabas, como nos besábamos a las luz de la luna llena, o como…, no ya no debía seguir pensando en eso, porque ya no tenía importancia porque el hecho es que tu y yo estaremos muy lejos uno de otro tanto física como espiritualmente, solo me arrepiento de nunca decirte lo mucho que te amaba en vez de decirte que termináramos, y me gusto en estos días de viaje estar solo para pensar en ti y recordar como llegue a quererte: al principio cuando te conocí me parecías una niña que solo quería estaba conmigo para hacer enojar a tu padre y a tu madrastra, o como odiabas a tu madrastra, cuando murió tu madre, te consolaste conmigo sin acudir a nadie más, poco a poco fuiste conquistando mi corazón, con cada pequeño detalle, como tu personalidad, tu forma de hablar, tu formar de decir tus emociones, todo lo que tu hacías me fue atrayendo.
Te escribo esto porque en el pasado nunca tuve la oportunidad de contarte nada y en el futuro tampoco la haré.
Mi ejercito lucho como unos verdaderos héroes, pero los beduinos nos sorprendieron, además de atacar con una enorme ferocidad, nos acorralaron y…para que cuento lo demás. Yo pude escapar, muy malherido, y no creo poder llegar contigo amor mío. Escribí todo esto en una piedra que encontré en medio del desierto solo para que te enteraras lo mucho te amo, disculpa por tratarte tan mal, te mentí con respecto a…con respecto a lo que sentía. Adivinaste muy bien mis pensamientos. Tu ley de reciprocidad es muy cierta, te mentí porque tenía miedo que Kefren pudiera decirle a tus padre sobre lo nuestro, adiós Julia, adiós, no quería despedirme de ti amándote tanto…
Mis fuerzas empiezan a acabarse, no creo que pueda continuar en este mundo mucho tiempo pero no sin antes decirte que te amo con el alma y con el corazón, y así, espero que algún día leas este escrito para agradecerte que m enseñaras a amar, a apreciar el sol cada mañana, a respirar y vivir con ansía cada día, disculpa si alguna vez te dije obstinada, nunca quise pelearme contigo, discúlpame mucho, yo siempre te respete y ame, ahora te vigilare desde el cielo convertido en una estrella y veré que nunca más vuelvas a sufrir amor mío. Antes de irme, escribí un poema, lo cual siempre te gusto, por eso decidí terminar mi historia con un hermoso poema, adiós amor mío.
Fueron tan escasos esos días
y tan fugaces los momentos
en que compartimos tanto
pero yo, iluso de mí,
me deje embriagar por tu presencia.
De tanto estar sin ti
la soledad hoy me ha envuelto
por más que lloraba por tu ausencia,
solo seré alguien que nunca cruzo por tu existencia.
De nada valieron esperanzas,
desvelos, sobresaltos y alegrías,
tan solo quiero que me borres de tu mente
y olvides para siempre mi existe existencia.
Hoy que me marcho
tu vida tomara otro camino
ya tan solo añorando tu recuerdo
en vuelto por tu olvido iré muriendo.
Muchas gracias por el tiempo transcurrido,
valorado esta como importante,
en mi mente están grabadas indelebles
las delicias por haberte conocido
fuiste lo mejor que yo e tenido
que el amor por siempre te acompañe.
Dedicado a Julia y espero que me perdone
Roberto, el cuento esta realmente hermososo, me encantó. Que bien guardado te tenias el talento para escribir romaticismo eh? jeje Te felicito, está muy lindo.