Para las flores, la tierra no tiene fronteras.
Para mi corazón, el amor que siento por ti no tiene fin.
Podrá pasar cualquier cosa, me podrás hacer mucho daño, que no podré remediar seguir queriéndote hasta el fin de mis días.
Sé que quererte puede ser mi muerte. Sé que mi amor por ti nunca será correspondido, pero también sé que estaré condenada a sufrir este amor imposible. No sé muy bien porque, pero siempre siento que me queda una pizca de esperanza y es que siempre dicen que mientras haya vida habrá esperanza y que una vida sin sueños es la muerte. Es por eso que me permito soñar, pensar que algún día despertaré y te veré a mi lado tal como si mi mayor sueño se hubiera hecho realidad.
Ahora siento dolor porque sé que nunca te podré expresar todo lo que siento por ti y recuerdo, nostálgica, aquellos tiempos en que solíamos pasarnos todo el día hablando, entregándonos todo nuestro amor. Pero tengo la esperanza que al cabo del tiempo este dolor se convierta en solo un bonito recuerdo de los buenos momentos que juntos pasamos.
Hoy todo lo que veo me recuerda a ti y entristezco, pero mañana lo que me haga pensar en ti me arrancará una sonrisa de mi boca y pensaré que tu has sido la persona que durante cuatro intensos meses me has hecho olvidar todos mis problemas y estar feliz.
Se que mi amor por ti es idiota ya que yo te quiero a ti y tu quieres a otra, pero no puedo controlar a mi corazón y se que siempre tendré que vivir como ahora, amándote en silencio.
Pensar que puedo caer en tu olvido me atormenta pero tú no esperes que te olvide así como no olvides que te espero.