Miénteme y dime que me quieres y dame un beso cuando yo lo desee.
Miénteme y di que serás por siempre mía, y dime que piensas en mí noche y día.
Miénteme y di que eres mi novia, no divulgues que eres mi amiga… Miénteles… No me mortifiques, diles a tus amigos una pequeña mentira.
Hoy, quiero vivir un engaño absoluto, un tonto cuento, una pequeña fantasía, no quiero saber la realidad… hagamos juntos de la mentira una tonta verdad día tras día.
Engañémonos juntos, por que no es amor lo que sentimos… tal vez es la costumbre de vernos, de seguirnos, de oírnos uno al otro, y ahora se ha vuelto nuestro maleficio.
Cuando te pida un beso no me lo niegues… miénteme… concédemelo… con el dime que me quieres, y estaré seguro “tan tonto yo” asta el día de mi muerte.
Te quiero. Te amo… dime con tus palabras, aunque sea todo un engaño… que si no las oigo me muero para siempre.
Caminemos juntos de la mano, como dos novios tontitos, agarraditos de las manos que se esconden así… cuando realmente son amigos.
No importa que ese beso de tus labios no tenga sabor a nada, y que se esconda tras el disfraz de un beso apasionado, en realidad los dos sabemos que ambos nos estamos engañando, estamos jugando con fuego y no nos ha importado quemarnos.
Pero miénteme… asta que todo termine. Di que me quieres y te diré que yo te amo y que de ti siempre he estado enamorado.
La única verdad que existe… es que siempre serás de mi alma lo más deseado, siempre serás mi lucero, mi cielo y mi anochecer estrellado.
Miente mientras estemos platicando, no me digas la verdad. Que si lo haces no te estaré escuchando.