UN MALTRATO.
Todo comenzó cuando una pareja de alcoholicos y drogadictos nació una hija, la
cual no era deseada por ambos. Día a día esta niña tenía que soportar el maltrato físico de ellos y por esta razón se habían ido a vivir muy lejos de la ciudad.
Esta niña de tan sólo 11 años ya había estado muchas veces en el hospital por culpa de los maltratos y ella les decía a los doctores que sus padres le pegaban porque se portaba mal, siendo que no era así.
Un día llegaron unos vecinos nuevos, los cuales tenían una hija de 10 años y ésta se hizo muy amiga de Catalina. Después de un tiempo los vecinos tuvieron que llevar muchas veces a Catalina al hospital, ya que sus padres no se aburrían de pegarle y de dejarla gravemente herida.
Los vecinos estaban muy preocupados por catalina, ya que estaba psicológicamente mal y ni siquiera iba al colegio como su amiga.
Después de un largo tiempo de impotencia al no poder hacer nada éstos decidieron que la única forma de hacer algo por Catalina era llamar a los carabineros, éstos tardaron unos días en llegar, pero llegaron y el día que lo hicieron los padres de Catalina estaban borrachos y drogados.
Tuvieron una seria conversación con los carabineros y éstos le dijeron que era muy probable que las autoridades le quitaran a su hija para siempre o por lo menos por un largo tiempo. Pero los padres de Catalina prometieron que iban a cambiar y que nunca más le volverían a pegar a su hija.
Luego de que los carabineros conversaran con el matrimonio, afuera de la casa se encontraron con los vecinos y éstos le dijeron si existía alguna posibilidad de adoptar a Catalina.
Pero los carabineros les dijeron que habían muy pocas posibilidades, ya que sus padres no la iban a querer entregar.
Los vecinos nunca creyeron que los padres de Catalina iban a cambiar y siempre siguieron intentando el poder adoptarla, pero nunca lo consiguieron.
Pasó el tiempo y Catalina tenía 12 años y seguía soportando los maltratos, mientras los vecinos vivían ahí nunca le pegaron y creyeron que habían cambiado y por esta razón se fueron a vivir a la ciudad.
Llegó un fin de semana donde la niña había ido a ver a su amiga y llegó a las seis de la tarde y los padres se aprovecharon de la situación y le volvieron a pegar, la niña se escuchaba gritar y llorar por largo rato, hasta que paró y no se escuchó más. En la noche llegaron los vecinos con los cuales se había encariñado a visitarla, pero ya era demasiado tarde, ya que aquella niña había dejado de existir hace algunas horas atrás.
Emotiva la historia; pero muy mal contada, no se le sacó el partido que tenía.