Me gustaría utilizar colores para decir lo que quiero, me gustaría señalar una nube para decir hoy tengo ganas de evadirme de la realidad, dibujar un sol en grandes trazos para recuperar aliento de color de esperanza en el amor, pintar una luna para contar mis sueños.
Me gustaría tomar los pinceles de colores más extraños para describir el impacto en el corazón de una traición, la duda aterciopelada de un sentimiento, la confusión de un problema, pondría en color intenso los esfuerzos y las superaciones, igualándolas, así nunca sabría si aún me hallo en el intento o si ya lo superé, siempre seguiría creciendo en mi afán por conseguirlo. Pondría de colores difuminados las penas, las tristezas, mantendría junto a mi un bote de pintura blanca y a cada momento de alegría pintaría con blanco, diluyendo ese dolor hasta confundirlo con el fondo de mi alma.
Sacaría los tonos más llamativos para imprimir en mi corazón a mi familia, a mis amigos, solo a los buenos amigos, cada color llevaría su propia luz, su propia tonalidad de sinceridad y en el momento en que viera que algún tono se apagaba solo tendría que ver hacia qué tono viraba, si fuera hacia el negro huiría sin deterneme a dejar ni una palabra, ni una sonrisa, si fuera hacia el blanco, analizaría cuál es el motivo de su baja intensidad y con sencillez comprendería el cambio, lo aceptaría en mi paisaje como un nuevo tono natural que se suavizó de esperanza.
Me gustaría utilizar los colores para decir lo que no quiero. Todo aquello que no quiero lo pintaría en gris, las guerras, las catástrofes, las injusticias, rodearía con un halo de bello color a todas las víctimas de una barbarie, de un maltrato, de una locura, a todos los que sufren en su piel o en la piel de sus seres queridos, para que ningún nuevo gris de tristeza, desamparo, soledad, pudiera alcanzarlos, señalaría de forma evidente, con trazo grueso, los egoismos, las mentiras, las envidias, las calumnias, los rumores que tratan de hacer daño, subrayaría con color oscuro las malas intenciones, las roturas de bondad, de confianza, las grietas de buena intención, de sana voluntad, de nobles pensamientos. Nadie podría esconder su malicia con la hipocresía, ésta quedaría señalada en un fuerte y ácido color que corroería solo la zona enferma, que quedaría destacada, comprimida, aislada.
Me gustaría poder utilizar los colores más bellos para guardar con ellos mis recuerdos, para bosquejar mis sentimientos más profundos, mis anhelos, me gustaría poder hablar en colores y así no confundirme nunca al expresar mis deseos, al destapar mis realidades, al hablar, al escribir, al utilizar las palabras... pero lo que más me gustaría, en mi paleta imposible de sueños pintados, lo que más me gustaría sería... poder siluetearte con tinta amarilla de cercanía, de sonrisas, de confianza, de magia, de sueños, de alegría, de cariño, de esperanza, para decirte... que, aunque no sea capaz de comprender el color que pintas en mi vida, aunque el camino hacia el amor ambos lo hemos dividido, yo lo único que sé es que siempre que mi alma se goza en colores divertidos por algo bueno, siempre que mi corazón se duele con tinta gris por algo triste, siempre me acuerdo de ti, porque me haces falta.
Mientras consigo tonos... levanto la cabeza, no le tengo miego a nada, solo levanto mi cabeza... y escribo con el alma.