Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Urbanos

¿POR QUE SOIS ASI?

LA VERDADERA MALDAD

Me asomo a mi ventana, la cual da a la calle principal de mi ciudad. Son las doce de la noche y ya se empiezan a quedar vacías las calles. Se encienden las luces de las farolas como en un intento por no morir de mi ciudad. Empieza a caer la humedad, esa humedad que sin mojarte te deja un frío y una escalofriante sensación a placer de estar donde uno quiere estar. a pesar de que ya no circulan coches, los semáforos siguen funcionando ajenos al vacío e ignoración a la cual se enfrentan.

El hombre de la calle, ya hace rato buscò su rincón para combatir el frío y a su vez evitar que los desgraciados de la noche, esas almas vacias sin pelo en la cabeza, con ropa oscura y ceñida y con mente malhechora y cruel, por la cual solo pasa la diversión de hacer el mal a los demás, a esos demás que son elegidos por ellos, lo encuentre.

La noche sigue pasando y las horas empujadas por el tiempo, si el tiempo ese que nunca se para.Ya empieza a esclarecer, y los colores que parecian azulados vuelven a ser color rojo y todo empieza a ser como es, ¿o es en la noche, cuando todo es como es?.
Los hombres de la calle empiezan a despertar y los mas precavidos, recogen sus cosas para que mas tarde no venga alguien como puedo ser yo y le diga que hay no se puede estar, ¿Quién dice eso? Se preguntará el.

Los hombre sin pelo ya han hecho de las suyas y se vuelven orgullosos a sus casas, unos cogen las mochilas para dirgirse hacia la universidad para labrarse un futuro, insconcientes de que su futuro esta labrado ya y de que forma, ya son unos desgraciados, otros se pondrán la corbata para ir a su oficina, esa oficina donde todo el mundo lo quiere y admira, si ellos supieran. Otros simplemente se quedan dormidos hasta las tantas, por que su madre y su padre se levantaran para luchar con el fin de construir lo que el destruye, pero que van hacer es su hijo y ellos son sus padres.

El vagabundo se dirige haber si le dan de comer o mejor el quiere un poco de vino que aunque no alimenta el estomago, ese liquido rojizo o blanquecino según el gusto o lo que haya, le alimenta el ego, ese poco ego que le puede quedar a una persona que lo perdió todo, y nunca te preguntes si lo perdió por su culpa o no, nadie quiere verse así creo.

Ya hace rato que Sali de la ventana, todo fue parte de un sueño que he tenido, y la verdad es una pura realidad, hay cosas que no hace falta ver, para saber que estan ocurriendo, aunque yo las he visto.
Datos del Cuento
  • Categoría: Urbanos
  • Media: 5.6
  • Votos: 70
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3062
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.188.102.117

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033