Día frío. Otoño en mi ciudad. Nada interesante más que la obra de mis manos en la escultura. Música clásica, Mozart: Concierto Nº 23 para piano en La mayor. Cigarro en mano. Nicotina y 110 de glucosa en mi sangre, me permitían ver el mundo. Nada interesante, después de mis manos. Día, viernes ocho de la mañana. A través de mi ventana, podía ver el mundo. Dios del Olimpo, diciendo desde su altura: “Simples mortales”. Nada interesante, mas que la obra en mis manos. Un momento… mortal nueva al lado. Descargando, cosas vanas en su casa. Mudanza. Dios de los olimpos, diciendo: “Necesitará ayuda”. Frío y más frío. Escaleras rechinantes, viejas y mohosas. Hay algo interesante en mi mente. Buen prospecto de mortal. Una sonrisa, y ayuda. Terminamos. Dios del Olimpo diciendo: ¿Café? Mortal aceptando. Frío y más frío. Mi mente ya decidió. Escaleras rechinantes, sonidos adicionales en la madera. ¿Sonidos? Son los tacos de la mortal. Menos frío. Música clásica, Mozart terminando: Fantasía en Re menor. Mucho interesante qué hacer, en mis manos. Mortal sentada en frente de la obra de mis manos. Dios del Olimpo haciendo bebida. Mortal hablando. Hace menos frío. Ciudad tranquila. Música Clásica: Mozart: Lacrimosa. Emoción por mis manos. Sangre en mis ojos. Mortal, simple mortal. Muerte. Menos frío aún. Cafeína y 100 de Glucosa por mi sangre, me permiten verla muerta. Ahora, nada más interesante que comerme esta mortal mientras Mozart acaba su Lacrimosa.
Chelo