Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Sin Clasificar

El Caminante sin destino

Tenía ganas de hacer el amor. Lo malo de todo era que no hace mucho había peleado con mi novia, ustedes saben como es estar con alguien que se le quiere pero no se le ama, uno llega a hastiarse de coger pura carne y jugar al sentimentalismo barato. Y bueno, esto de la soledad es cosa de locos, uno sale a la calle y cuando ya tienes mas de treinta y cinco años te das cuenta que todos tus amigos se han casado o paran con otro grupo de personas. Sí, en verdad es una cosa fea, pero es peor estar con alguien que no amas... Eso del Internet me causa sorpresa, pues he visto con mis ojos a personas conocidas que llegan a casarse presentándose por los medios virtuales. Recuerdo que mi madre tenía una amiga que se casó por medio de enviar fotos y cartas con un sajón, para luego casarse y vivir el resto de sus vidas juntos... Pero, lamentablemente ellos no son yo, yo soy una cosa bastante complicada, como esos perros que buscan un dueño, alguien que le de verdadero afecto, pero un perro sin dueño es cosa muy fea. Creo haber leído que el hombre busca un lugar en donde inclinarse ante un ser superior, creo que es verdad, y eso lo he visto en muchos amigos que han vivido una vida bien desordenada para luego encontrarse con esas sectas orientales y cambiar su vida por estilo de vidas monásticas, o un giro total en su personalidad. Pero eso de seguir a alguien me da escalofríos, es como si tocaras puerta tras puerta en busca de claridad, entendimiento, o una iluminación, por eso prefiero caminar solo, ir al cine solo, como las águilas que vuelan solas en lo alto del cielo... quizás para ver las cosas mejor. Dicen que desde arriba o desde muy lejos uno aprecia las cosas mejor, dicen que es como sentirse poderoso, que nada le puede tocar y se siente como si pudiera tener el control de aplastar a cualquier de esos enanos que caminan como hormigas, como si fuera un dios. En verdad me siento como un dios, pero un dios aburrido y de incógnito que deambula por un reino lejano. Puede ser que hasta sea un dios expulsado del cielo, que ha caído en este mundo sabiendo que todo es falsedad, predecible y aburrido... puede que sea un castigo, no lo sé, pero me siento como una especie dios que sabe que nunca se va a morir, como si fuera eterno o tuviera algo así como la llave para salir de esta dimensión y entrar aun espacio lleno de aires eternos… Incluso cuando enfermo siento que hasta eso lo puedo controlar, pero, para qué molestarse, mejor que todo siga caminando y si es que la muerte recoge mi cuerpo, que sea de una vez y me saquen de esta especie de cárcel gigantesca que muchos le llaman la vida, existencia... En verdad, yo nunca pedí nacer, ni siquiera pude escoger la vida que llevo, pero aquí estoy, caminando como un perro sin dueño, buscando un pedazo de hueso que haga funcionar mis dientes y conciencia, para luego, seguir caminando por todas las calles en donde se me permita caminar... En verdad, tenía ganas de hacer el amor, seguir los impulsos que manda mi cuerpo, es como si tuviera millones de demonios que me pincharan una y otra vez que les de su alimento, su carne en este caso, y también como si tuviera angelitos que me dijeran con esa voz vaporosa que no haga cosas indebidas que me podría salir todo mal, avisándome que uno siembra lo que se cosecha… Al principio estaba como un poseso enmascarado, pero ahora, como que me he puesto de acuerdo con todos y les he dicho que hagamos un trato, que si voy a pecar, bueno, uno es débil, y si se va hacer un acto generoso, bueno, uno tiene algo de bondad. Y allí estoy, caminando por esta bola de tierra como si fuera un demonio y un ángel encerrado en una botella, esperando que algún vez todo este teatro termine y comience todo de nuevo, pero esta vez me gustaría la oportunidad de escoger, tener esta madurez que tengo y escoger la vida que llevo, y no la que tengo en donde no he hecho otra cosa que equivocarme una y otra vez, quedándome mas endeudado como país tercermundista… En verdad quería hacer el amor, y creo que voy a salir a la calle para olvidarme de todos estos pensamiento que se pasean por toda mi cabeza como moscas tras la miel…


Surquillo, enero del 2005.
Datos del Cuento
  • Autor: joe
  • Código: 13160
  • Fecha: 28-01-2005
  • Categoría: Sin Clasificar
  • Media: 5.49
  • Votos: 49
  • Envios: 1
  • Lecturas: 1712
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.118.10.141

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033