Y mis sentimientos sin razón ni derecho se fueron tras sueños imposibles de ser. Sin saber dónde ir te fueron a buscar por los caminos dibujados por la vida y por el tiempo. Tras de ti partieron en un viaje sin sentido. Se fueron volando con alas que tejieron con esperanzas e ilusiones. Inspirados en esas esperanzas e ilusiones, mis sentimientos partieron a los más bellos lugares donde te pudiesen encontrar. Te buscaban con la intención de conquistar tú amor. Se querían hacer eternos y eternizarte a ti. Deseaban expresar lo tanto que te amaban. Buscaban hacerse ciertos en sentimientos que no los sentían.

No los pude convencer que iban tras sueños no escritos en las páginas de los amores que aman y son amados, de los amores que sienten y son sentidos, de los amores que sueñan y son soñados. Sus razones iban más allá. Sentían mis sentimientos que los sueños tras los cuales iban no estaban escritos en esas páginas de los amores que si fueron. Si que habían páginas en blanco hechas de estrellas, perlas y amor, y si te encontraban, allí escribirían la historia de sus sueños, de tus sueños. Empecinados en tú búsqueda para tratar de conquistar tú amor, volaron por un mundo donde la tierra se cubría de girasoles de plata y rosas de color nácar, bañadas de rayos dorados que salían de pasiones de los amores que desearon ser eternos y se hicieron eternos. Volaron mis sentimientos por un mundo donde los mares y ríos reflejaban la luz de estrellas que susurraban tú nombre y se admiraban de tú belleza de encanto.

Se fueron tras ocasos de increíble belleza. Ocasos que se perdían en horizontes que se alejaban a cada paso dado por mis sentimientos hacía ellos. Atardeceres en el horizonte donde se combinaban colores de encanto. Rayos de luz de un sol que se opacaba, pero proyectaba en el cielo luces de pasiones que bañaban de amor a nubes perladas con bordes de cristal dorados. Flores de colores turquesa e invierno se posaban en las nubes, haciendo así una vista de espectacular belleza digna en donde encontrarte a ti, pero donde mis sentimientos no te encontraron. Kansados mis sentimientos de buscar sueños en atardeceres que se perdían en horizontes de maravillosa belleza, te fueron a buscar con esperanzas en ríos de aguas de amor y en aguas de mares de pasión. No te encontraron. Se maravillaron con arcos iris donde sus colores se diluían en cascadas de mariposas multicolores, y sus extremos se posaban en círculos de perlas, miel y fuegos de amor. Allí no estabas. Caminaron por calles desoladas de esperanzas e ilusiones, y nunca divisaron tú belleza infinita.

Agotados de esperanzas e ilusiones, volvieron a mí, todavía contigo en su amor. Una noche dirigieron su mirada a un cielo colmado de estrellas continentes de los más bellos sentimientos. Amores de pasiones, pasiones de cariños, cariños de ternuras, ternuras de amores, posados sobre infinitas estrellas. También brillaban infinitas lunas enamoradas que en susurros encantados pronunciaban tú nombre, Yineska. Y esas estrellas y lunas le dijeron a mis sentimientos que no fuesen a buscarte en ellas, allí no te encontrarían. Les dijeron que solo había un lugar donde te encontrarían. Busquen en el amor que la ama, allí la encontraran por la eternidad. Y mis sentimientos se volvieron hacía mí, y allí estabas con tú belleza infinita. Allí estarás por siempre. En mi amor en el que siempre serás bella e infinita. En mi amor por siempre serás Yineska, un sueño que nunca será.