Esta noche de fiesta fue un poco diferente en Jalos. Sabía que sería especial. Todos tenemos una voz interna que habla contigo y te aconseja. Casi siempre mal, pero le seguimos haciendo caso.
Caminé deprisa en busca de mi destino. En esta ocasión solo escuché a lo lejos aquel ¡OLÉ! del Taurino's, pero esta noche no capotear más.
El fiero león rampante rugía en las alturas como siempre, pero esta noche tenía que ser diferente. Seguí caminando.
La sirena del pirata seducía, pero eran tantos sus seguidores que estaba seguro que esta noche no me extrañaría.
Seguí caminando, de pronto, una multitud me estaba esperando. Al llegar a la plaza hasta fuegos artificiales prendieron solo para mí... Para que me quedara. Pero esta noche no.
Me armé de valor y crucé rápidamente entre las guardias celestiales. Eran tantas y tan juntas que podía oler su aroma. Este se confundía entre el olor de la pólvora de los castillos que me regalaban y el carolina herrera, el moschino, el channel, el oiu, el dolce-gabbana, el fahrenheit, el nicole miller, el tiffany, el poison, el bvlgary, el lauren.... Eran tantas, todas ellas bellas con hermosos cabellos, rizados, lacios, ondulados, largos, cortos, pero esta noche no. Tenía que ser diferente.
Esta noche hasta los perros calientes de la esquina sabían a gloria. Caminé deprisa sin voltear, no caería mas, no esta noche.
Al llegar al punto DX, supe que era ahí. Esta noche no había luna. En su lugar, no uno, ni dos, ni tres..... Eran cuatro soles ajustadamente vestidas las que me recibían. Cuatro rubias que me abrían las puertas del cielo. Pero nada en la vida es gratis, se sufre. Pague mi cover y entre.
Me acomodé a un lado de un ángel con mirada verde demonio. Un verde de esos que te enamoran si los admiras un solo segundo. Su perfil fue tallado a la perfección por un artesano griego al cual se le amputaron los brazos para que no pudiera repetir esta maravilla.
Era un ángel sublime. Como si su mirada no fuera suficiente me drogó con sus palabras. Yo fingía no escuchar, así logré que el ángel me repitiera su nombre varias veces: Gaby......me decía. Cada vez mas cerca de mi oído, yo cada vez mas cerca de la gloria.
El carolina herrera, su cabello peinado divinamente, su boca roja, sus manos adornadas con diamantes en las uñas.....el humo del lugar que te transportaba a las nubes, todo en absoluta armonía con un tenue olor a tequila que emanaba de sus adentros.
En el fondo otros ángeles vestidos de negro bailaban a un diferente ritmo, al ritmo que mi corazón latía al escuchar y sentir tan cerca a mi ángel.
Solo por breves momentos volvía a la realidad, ya que mi ángel también requiere visitas técnicas. Esta noche fue diferente. Señor, no se si esta noche estabas tu aquí con tus socios, o si todo Jalos subió a saludarte, pero esta noche, ¡ Jalos fue EL PARAÍSO !........¡SALUD!
Este escrito mi hizo recordar las fiestas y los domingos de serenata en mi pueblo.