Amada:
Sufro en silencio pero no eres tu la causa de mi dolor, es por causa de pecados pasados que se agolpan en mi cabeza para hacerme sufrir lo que a otros corazones alguna vez hice sentir.
No hay canciones, no hay poemas, solo la imagen de una ilusión construida en las nubes, allá donde yo quería ir, huyendo sin poder del daño que a otros había causado, pero al construir mi ilusión en las nubes olvidé que aquel que siembra brisas cosecha tempestades, ¿ como podré huir del dolor si el dolor soy yo mismo? tendría que huir de mis carnes, de mi cuerpo, pero no puedo, estoy preso en la cárcel que no tiene barrotes, prisionero de mi mismo y acosado por el peor de los esbirros, mi propia conciencia. Me abrazo a tu imagen en la noche oscura como el monito de aquel restaurante campesino al que soliamos ir que atado por la cintura, cada vez que me veia me abrazaba pidiéndome con una mirada casi humana que le dejara libre de esa cárcel que lo oprimia y que lastimosamente hacía de las delicias de presentes corazones insensibles. ¿Que terrible espíritu intervino en este juego de la vida para movernos como piezas rígidas de ajedrez pero de sensibles corazones? Sueño con el paraíso venidero, y ahora puedo describirlo, ese paraíso será aquel donde los recuerdos hayan muerto para siempre llevándose al olvido toda mancha que pueda empañar esa nueva vida, allí quiero vivir contigo para siempre. Pero mientras ese día llega, seguiré preso del peor de los verdugos, mi propia conciencia, pero amándote con más fuerza que nunca, para tratar de no arrastrarte al profundo abismo en el que mi mente vive, convirtiendo así en cierta la profecía de aquel engendro que alguna vez cruzó nuestros caminos.
Lo terriblemente justa que es ésta vida a veces la hace parecer injusta
¿ cual es el motivo que impulsa a aquel que es capaz de partir la boca que besa ? ¿ que sentido tiene causar dolor para poder demostrar amor ? así se es verdugo de aquella persona que es motivo de sus pasiones, verdugo sin sentido y sin razón de la que ha consentido en amar y ser amada,
a veces eso soy yo cuando arranco una lagrima de tus ojos, entonces siento repulsión de mi mismo, me veo vestido de harapos, con el corazón manchado del sucio hollín de no entenderte. Tú, luz de mis ojos, no mereces sino las melodías que desprenden los más puros sentimientos, tu, agua fresca de manantial en el desierto que me ha tocado transitar, tu que llenas de fragante aroma de café y de mujer cada rincón de mi interior, ¿ con que derecho puedo yo hacerte sentir el más leve desamor ? pobre de mi que no tengo ni aún una razón para poder perdonarme, solo el consuelo de escribirte esta carta que ha querido ser de amor, pero con el lamento triste del lobo estepario, con el aullido lastimero del perro callejero que en el más oscuro callejón clama por un poco de compañía. Gracias por permitirme amarte, gracias por no ahondar en el torbellino que es mi vida con el seguro motivo de no tener que abandonarme, continúa llamándome desde tu cielo, que yo desde esta ciénaga me levantaré, me abriré paso como lo hace la flor de loto en el turbio fango; así, cuando el sol toque mi rostro, aspiro evaporarme, para levantar el vuelo a las alturas que tu ocupas, y así, ante tus ojos de profundo abismo, convertirme en tibio viento para mezclarme con tu aliento y ser parte de ti.
Ahora solo quisiera poner mi cabeza en tu regazo, para dormir tranquilo con el suave tamborileo de tu tierno corazón.
Amigo Eddy: No acostumbro a comentar a escritores. He comentado tal vez a Ángel Félix y Anfeto pero no recuerdo a otro. Si dejo comentarios a escritoras. Hoy tengo que hacer una de esas excepciones porque me nace felicitarte por tu “Carta a la amada mal amada”. Eres un poeta para expresar sentimientos. ¡Gracias! Por regalarnos este bello escrito ... Joaquín