Había una vez una Reina que tenía tres hijas.
A la más grande la vestía de oro, toooooda de oro, sus aretes de oro, sus pulseras de oro, sus zapatos de oro, sus vestidos de oro.
A su hija la mediana la vestía de plata, toooda de plata, sus anillos de plata, aretes de plata pulseras de plata, vestidos de plata, zapatos de plata.
A la más pequeña la vestía de tiritas, tooooda de tiritas, sus diademas de tiritas, sus pulseras de tiritas, sus calcetas de tiritas sus vestidos de tiritas, zapatos de tiritas.
Y ahi tienes que te estoy contando puras metiritas.