LA BELLA TORTILLA
Felizmente las olimpiadas llegaran y llegaran a su bierzo de origen. Muchos años se pasaran hasta que volvieran a Grecia. El espectáculo que marcó su inicio fue deslumbrante. No hay retoques a hacer. Sin duda junto con los de Barcelona y de Moscú son los más humanos y creativos de la era moderna.
Después de muchos espectáculos tecnológicos ha vuelto el humano. Con simplicidad y con mucha propiedad sus organizadores supieran traer el hombre a su lugar correcto. Hasta mismo el apoyo tecnológico fue emplazado con gracia y de manera tal que no ofuscó el brillo de la ceremonia.
Fuimos tomados de gran orgullo al presenciar la entrada triunfante de nuestras delegaciones en el estadio principal. Esa gran fiesta de la humanidad tuvo un escenario digno de su magnitud. Por eso digo LA BELLA TORTILLA. Fue la idea que tuve mirando aquel bello espectáculo.
Por otro lado, se pensarnos bien fue igualmente emocionante el recibimiento del fuego olímpico. No fue necesario el atleta llevarlo hasta la pira, esta vino a buscarlo en sus manos, simbolizando que Grecia vino a buscar lo que era suyo. El fuego olímpico vagó por el mundo durante años y ahora vuelve a su lugar, al inicio de todo.
Hoy los dioses del olimpo están en fiesta. Para ellos es como se un hijo volviera a su hogar. El simbolismo del fuego camina junto con la humanidad. En todas las ceremonias él está presente. Que esa llama de optimismo continué al lado de los hombres por todo y siempre. Que esa llama jamás se apague. Que esa llama continué siendo el anillo de alianza entre los hombres y que la amistad entre las naciones no se quede en los discursos y en los papeles. Ojalá esa llama olímpica sea como la vela de la esperanza para todos nosotros.
El fuego e el agua se juntan en medio del estadio formando el símbolo olímpico. Las cinco ruedas de fuego están juntas al agua nos diciendo que son elementos importantes en nuestras vidas. Juntos los cinco continentes son la base de la raza humana.
Esa corriente representada por los cinco anillos debe permanecer intacta en nuestras mentes y principalmente en las mentes de los responsables por nuestro destino. No hay dos razas humanas, pero sí LA RAZA HUMANA. El problema es que hay abismos entre los hombres, abismos que solo serán llenos con amor.
Viva la Grecia, viva la nación greca. La historia se juntó en Atenas y en pocos minutos nosotros tuvimos la felicidad de asistir una película linda e educativa. La historia de más de cinco mil años fue pasada en pocos minutos y con simplicidad y mucha gracia.
Gracia y armonía fueran los destaques de la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos. Que los chinos puedan sacar lecciones para 2.008 y que el mensaje no sea olvidado luego termine ese congreso de buena voluntad.
Jacques / desde Barbacena / Brasil.