Solía ser alguien distinta, alguien siempre abierta a nuevas experiencias pero el tiempo varió mi destino, o quizás fui yo y ahora me siento, sensible, indefensa, buscando refugio en unos brazos que me quieren, en un cuerpo que me anhela, llena de lágrimas y temores; no a la muerte porque porque a veces creo que sería un alivio,un descanso necesario; pero sí a que llegase en un momento en que toda esta confusión haya pasado.
A veces creo que Dios está ahí y que puede ayudarme si se lo pido y otras que es un pretesto que nos inventamos para no sentirnos tan solos y desamparados, tan indefensos ante nosotros mismos.
Esto no es un cuento, es una cofesión, un pedido de ayuda en un momento de tormento. Solo pido que si leyeras mi mensaje, me hablaras para saber que alguien en algún lugar me entiende, me escucha y se preocupa por aliviar mi soledad a pesar de que estoy rodeada de personas que me quieren.