¿que decir cuando ya todo está dicho? ¿en qué pensar cuando la mente te esgrime tanto que eres imcapaz de mantener la mirada al frente? ¿a dónde acudir cuando has marchado a todos sitios y en ninguno llegastes a ser recibido?
¿dónde quedaron aquellas palabras de amor? ¿dónde aquellas promesas de futuro? ¿dónde te hallas que no te encuentro? ¿dónde...?
Hoy al amanecer ...imaginé tu cuerpo, lo abracé, usurpé todos aquellos dominios que un día fueron míos y que ya no poseo, ya no me pertenezcen, lágrimas rodaron y recordé tu voz, tu mágica voz. ¿por qué marchastes amor?
El eco de tus palabras latia dentro de mí, fuera, en las malditas paredes que me impiden ver mas allá, que acotan mis fantasias, que empalidecen mis sueños...
Ellas repetitivas insistian en recordarme tu voz, tu nombre, tus magneticos ojos... te extrañé, te necesité.
Entre las sombras del amanecer lloré todos mis despechos, aquellas trágicas penas que me descomponian el alma, que me dañaban los ojos y compulgian la sonrisa.
Aquel amanecer rojizo y desdichado me convirtió en mujer al comprender que los sueños habian dejado de crecer,que a partir de ese día, realidad... realidad sería mi amiga.
Desperté aturdida aún por la batalla, pero logré encontrarme, logré olvidarte.