Conseguir un milagro no es fácil porque milagro es aquello que lloramos por dentro creyendo inevitable, una persona que no quiere vivir, que no haya fuerzas, ni motivos, alguien que se hunde en un pozo deseando un rescate hacia otra parte, no hacia afuera, sino hacia la lejanía de su ser, convertirse en nada, morir en vida, desear morir físicamente por tener el alma orientada hacia únicos deseos de descansar en paz, en silencio, en la nada.
Y de repente sin saber cómo ni porqué, una fuerza, el poder de un aliento, la bendita fuerza de la vida se apodera de un ambiente, surge la rabia, con la rabia el desconcierto, con el desconcierto la certeza, con la certeza la rebeldía, con la rebeldía las decisiones y con las decisiones la fortaleza de mantenerlas para actuar.
Y así, como envuelto de una magia que no alcanza a descifrarse en las estrellas de ningún lógico pensamiento renace una pequeña llama de ánimo, de vida, y alguien comienza a sentir que aún tiene algo que hacer, que aún tiene algo que demostrar, que envolver como regalo, tras intentar morir, intentar vivir, tras los intentos imprecisos, egoistas, de que se muriera, la fuerza desmedida de un luchar en gente más noble, más entregada porque no lo consigan no así, sino de otra forma más digna, más humana.
Y surge el milagro. Y aun anciano vuelve a mover los pies, a moverse. Un buen día un espíritu de justicia invade a una familia, lo ayudan, se lo llevan, lo arreglan todo para que salga de una maldita casa. Y todos descansan y un anciano comienza a vivir, a comer bien, a sentir calor humano, a ver la soledad como una compañera que dándole un beso en la frente le dice: ahora te dejo, ya tienes compañía, ya no me necesitas, el tiempo que quieras vivir, te ayudarán a vivirlo. Has hecho algo por ti que, estando en el final de tu trayecto es, en cambio, el principio de una vida, empezar a quererte, a luchar por ti, a olvidar excusas para abandonarte.
Eso es un milagro, un imposible de más de 40 años, una sonrisa y un abrazo y un aliento.
Acabo de leer “Milagro de mi vida” Que me ha llenado de emoción, Porque es milagro sin parangón El amor que sienten los familiares, Al poder gozar de la compañía De quién antes moría día a día Y hoy mueve y camina por sus lares. Resulta inaudito lo que hace la envidia. Algún resabiado ha votado con un uno, lo que constituye una preciosísima pieza literaria que merece las máximas calificaciones. Te felicito de corazón, Lágrima Azul, porque, además de magnifica escritora, rezumas buenos sentimientos por todos tus poros.