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Categoría: Hechos Reales

Nuestras tan añoradas metas...

Los sueños, nuestras metas son el sostén que muchas veces nos mantiene en pie, que no nos deja caer ante la derrota. Hay tantos sueños como personas existentes en este mundo... Ser millonarios, poderosos, importantes, tener una familia feliz, ser un profesional de éxito, etc, etc etc.... A mas alto soñemos, mas obstáculos encontraremos para llegar a el, pero la recompensa será mayor y nos traerá mayores satisfacciones.

Lo malo es que a medida que vamos creciendo, muchas veces los sueños dejan de tener importancia para nosotros, dejamos de escuchar a nuestro corazón. Nos acostumbramos al trabajo, al estudio, a la casa y no ambicionamos más, nos volvemos conformistas... Cuando estamos jóvenes tenemos muchos sueños, queremos llegar a ser de todo genetista, astronauta, presidente de la república, embajador, médico, en fin... tenemos mucho coraje, mucha pasión pero aun no hemos aprendido a luchar, a pelear por ellos, nos falta madurez...

Después de muchos fracasos, derrotas, esfuerzo, maduramos, vemos maneras de llegar a nuestras metas, pero nuestro espíritu se ha debilitado, perdemos el coraje para enfrentar las adversidades que significan correr tras esos sueños. Nos volvemos nuestro peor enemigo, comodones, negativos, miedosos. Decimos que nuestros anhelos eran infantiles, frutos de nuestra ignorancia, imposibles de realizar... Matamos nuestros deseos, no nos arriesgamos por que tenemos miedo a enfrentarnos al fracaso, a caer y perder lo que hemos conseguido.

Dejamos de exigirnos mas de lo que queremos dar. Creemos que ya hemos madurado lo suficiente, juzgamos de inmaduros y soñadores a aquellos que luchan ferozmente por sus convicciones... sin darnos cuenta que en realidad nosotros somos los que nos hemos dejado vencer por las dificultades de la vida...

Como dijo Og Mandino, “Recuerda en las horas mas negras, que todo fracaso es sólo un paso más hacia el éxito, que todo descubrimiento de lo que es falso nos dirige hacia lo que es verdadero, que toda prueba agota cierta forma tentadora de error y que toda adversidad sólo cubrirá , durante un tiempo, el sendero hacia la paz y la realización.”. Son grandes las personas que transforman las desventajas en ventajas...

Pero también no debemos olvidar que los sueños no tienen significado si no lo llevamos a la práctica. Nosotros tenemos un absurdo “sentido de la realidad”, que nos debilita en la hora en que es mas necesaria la fe y la fuerza.

Pero a que le tememos... al fracaso?, a la derrota?, a la pobreza?, a la humillación?, a la muerte?. Todos sentimos estos temores y es algo normal, pero depende de cada uno si lo utilizamos como incentivo o lo usamos de excusa para paralizarnos...

Hasta la muerte nos puede servir de incentivo para salir adelante, nosotros los humanos somos los únicos animales de la naturaleza consientes que algún día vamos a morir. La liebre no lo sabe hasta el momento que es atrapado por un águila o por un lobo... en cambio nosotros tenemos plena conciencia que algún día se terminarán los días en la tierra.

Usemos a la muerte como incentivo para hacer mejor las cosas cada día. Por que... ¿Qué tenemos que perder?, la muerte es inevitable y la podemos tener como nuestra peor enemiga, que nos asusta, atemoriza, hasta nos paraliza o tenerla como nuestra mejor aliada. No dejemos entonces las cosas para después, por que siempre será demasiado tarde... aprovechemos el “hoy”, el presente al máximo y no dejemos que nuestro sueños terminen en simples ilusiones...

Percatémonos que muchas veces lo que nos parece imposible es mucho mas simple después de resuelto el problema... además un problema se ve mucho mas sencillo visto desde un ángulo diferente, por eso no debemos engañarnos, ni evaluar mal nuestras posibilidades, no dejemos nuestros sueños con la primera piedra que se nos presenta en el sendero. Y no olvidemos que es de sabios saber diferenciar entre las fantasías y los verdaderos sueños que nos pueden conducir a la felicidad...

Por último no dejemos que ni siquiera las cadenas del amor, ni nuestros padres, ni los amigos, ni la flojera, alejen nuestros sueños, ya que si lo hacemos, algún día nos lamentaremos y será demasiado tarde... los únicos culpables seremos nosotros mismos, por dejar que nos dominen.

Hay personas que juzgan ser dueños de alguien y sienten celos y dicen querernos... Pero las personas que realmente piensan en nosotros, solo desean nuestra realización y lo mejor para nosotros... tarde o temprano ellos entenderán nuestra elección y nos apoyarán con amor y ternura.

Si dudamos de nuestros sueños por nuestra pareja, no olvidemos que el verdadero amor jamás se marchita. Aunque los sueños impliquen una separación temporal, aunque tengamos que recorrer todo un océano para oír el palpitar de dos corazones unidos, aunque sintamos que el alma se nos hace pedazos..., algún día los caminos se volverán a cruzar y los sentimientos se fundirán mas fuerte que nunca, por que hemos sufrido y dejamos que la persona que amamos conquiste sus metas, así valoraran con agradecimiento, el apoyo y la comprensión que le hemos dado...



Hernán Kitsutani Kian

28 / 05 / 00
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 5.7
  • Votos: 50
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