Varias damas y caballeros estaban de safari en la India, les acompañaba COCO, un perrito faldero pequeñísimo con un moñito y lacito azul en la cabeza.

Digo que les acompañaba porque COCO se quedó  en la selva por un descuido de su ama. Y es que apareció un gran tigre de Bengala y todos salieron disparados a sus coches marchándose.

El tigre, principe de la jungla, miró al perrito y decidió que era un animalito ridículo y peludo que no tenía ni un bocado siquiera. Así que continuó su camino, pero el pequeño perrito le seguía de cerca. Durante varios días COCO saltaba, corría y ladraba trás el gran tigre, a éste le dió lástima y compartió su comida con el. Parece mentira pero se hicieron grandes amigos despues de todo y pasaron buenos ratos. COCO le contó al tigre interesantes historias de la ciudad y el tigre sus aventuras en la jungla.

Pero ocurrió que el tigre fue atrapado por los hombres y metido en una jaula. COCO volvió con su ama y estaba contentísimo. Pero cuando miraba la jaula del Príncipe de la Selva se entristecía.¿Qué podía hacer?... Esa noche estuvo muy atento para saber como se abrían las jaulas. Solo había que meter una llave y pulsar un botón. Con mucho cuidado entró en la tienda de campaña de su ama y rebuscó en sus cosas. Por fin encontró la llave, corrió a la jaula, pero  no alcanzaba a la cerradura. El tigre sacó su gran zarpa y COCO subió en ella alcanzando entonces sin problema. Metió la llave y pulsó el botón. Al instante la jaula se abrió  y el tigre empujó la puerta.

El tigre quería que COCO se marchara con el, pero cuando lo vió moviendo su colita, con su lacito y ese ladrido minúsculo, comprendió que no era un animal de la selva y con tristeza se despidió de el. COCO estaba feliz , por fin estaba con los suyos y el tigre seguiría siento el Principe de la Jungla.

                                           FIN