Surgio de las aguas, no traía nombre ni identidad, simplemente llevaba un vestido azul. Surgió temerosa, no sabía bien si podía lastimarla el viento rozando su rostro, siempre había estado sumergida en la humedad de su propio pensamiento, pero surgió decidida y llena de candor en sus letras.

Y apareció ante todos el hada de todos los niños y rodeada de muchos pequeños me dio la mano y me dijo:
- A partir de ahora solo los niños y los que tengan niñez en su corazón entenderán mis cuentos, pues hablaré de estrellas que se convierten en mariposas, hablaré de nubes que se transforman en campos de nieve o de gotas de lluvia que caen como pétalos de flor. Y quien no tenga limpio el corazón en cada palabra mía verá un desconcierto, en cada acento verá una intención y en cada exclamación advertirá una duda, pero nada de eso existirá, solo lo entenderá así quien no tenga limpio su corazón.

Así que a partir de ahora quien no tenga el pensamiento de un niño no me entenderá mis cuentos - dijo aquel ser lleno de ternura en los ojos.

Porque a partir de ahora transformaré en besos cada tristeza, en un inmenso abrazo una enfermedad, en sonrisa un recuerdo sentido y nadie se quedará dormido en unas palabras, todos los que sean niños traspasarán la nube de sus privados problemas, para inundarse durante un ratito de la imaginación que habitará en mis cuentos.

Entonces dije yo:
- Buen hada y ¿cómo advertiremos si tenemos buen corazón? ¿y si no te entendemos los cuentos? ¿eso significará que somos malas personas?

- ¿Tú crees que tienes buen corazón? ¿te consideras buena persona? ¿sí? entonces nada tienes que temer, te será fácil entenderme, concluyó con serenidad aquel ser.

Pero yo le repliqué:
- yo no es por ponerme pesado, pero tengo mis reservas, no sé si podré entenderte - le dije, - mi pensamiento es limpio pero las palabras siempre pueden significar tantas cosas que me asusta un poco la idea de no comprenderte y sentirme mal. Mejor hagamos un prueba ¿de acuerdo? tú dí algo y yo te diré lo que pienso así sabré si soy capaz de entenderte o no.

Y sin decir ya más, aquel hada entonando una melodiosa voz se acercó a mi oido y me susurró con dulzura estas palabras:

Soy tan solo un hada,
un hada que cuenta cuentos a los niños,
no busco que me quieran más
ni que me quieran mejor.

Al cielo lo llamo LUZ,
a un pájaro lo nombro ALEGRIA
a las nubes las siento GOZO
a la lluvia lo identifco RISA,
a la luna la señalo ILUSIÓN
al viento lo considero MAR
y al sol lo convierto en AMOR.

Y formo con palabras cuentos que todos los pequeños comprenden, cuentos que todos pueden crear con un poquito de imaginación.

Y para saber si tienes buen corazón ahora te regalo estas palabras que he puesto en mayúscula para ti, forma tú con ellas un cuento que contarle a los niños, me dijo el hada entregándome en las manos todos los vocablos.

Entonces me quedé mirando las palabras de mis manos y como por arte de magia surgieron frases rápidas en mi pensamiento formando esta pequeña historia que expongo aquí:

Había una vez una LUZ que siempre estaba acompañada de su eterna amiga ALEGRIA y rodeada de tanto GOZO que en breve tiempo todo se volvió RISA. Cuando ya anochecía, salió la ILUSIÓN a mecerse sobre el MAR y durmió plácidamente hasta que el AMOR a todos nos hizo despertar.

El hada tras escucharme comenzó a aplaudir con entusiasmo mis palabras, - ¿lo ves? - me dijo, -todo el que tiene amor en su corazón, sabe enlazar bellas palabras para formar bellos cuentos, para sentirse mejor en los malos momentos, para reconfortar a quien lo necesite, para arropar a sus seres queridos, para expresar el fondo de sus sentimientos, no hay que temerle a las palabras, las palabras son amigas. Y terminando esta frase, reunió a todos los niños que le estaban escuchando y con generosa actitud este poema les recitó:

Acercaos niños de todas las edades
lágrima azul os regala un cuento
recitaré suavecito todas las bondades
que existan en el mundo de vuestros sueños.

Y después con amorosa voz contó a los niños su pequeño cuento, sentada en medio de todos ellos, extendiendo su vestiddo azul sobre el verde cesped:

Habia una vez un bello pájaro que volaba en un gran cielo rodeado de muchas nubes. Y tantas y tantas nubes había que una intensa lluvia curiosa se acercó a ver qué pasaba. Cuando ya anochecía la lluvia y el pájaro se alejaron juntos de aquel cielo y entonces salió la luna a mecerse sobre el viento y durmió plácidamente hasta que un rayo de sol a todos nos hizo despertar... de este hermoso sueño Azul.

- ¡¡¡Te entendí!!!!, ¡¡¡te entendí!!! se oyó gritar a un pequeño niño con la carita emocionada por su gran descubrimiento al haber enlazado con un juego todas las palabras.

Yo me quedé pensativo, luego simplemente sonreí y dije:
- Querida hada, bonito cuento el que se puede formar con una lágrima.