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Categoría: Románticos

Comprendo...

Qué son unos ojos?
No son nada si no van acompañados de miradas sinceras.
Qué son unos labios?
No son nada si no van acompañados de buenas palabras.
Que son las manos?
Nada son. Si no llevan una caricia que acerque posturas.

Y ahora me pongo a pensar en mi ojos, en mis labios y en mis manos y comprendo lo que no fueron, comprendo que no soltaron las ilusiones que tenía mi corazón, comprendo que aprisionaron entre ecos de distancia mis asustados sentimientos.

Nada fueron, simples elementos de mi cuerpo que se amordazaron, que se entretuvieron en afianzarse en unas circunstancias que no comprendía, que se detuvieron en asimilar unas ideas preconcebidas que no existían.

Pero ahora lo comprendo todo. Comprendo tus modelos paralelos de historias que trataban de hacerme ver tu verdad, comprendo aquellos ejemplos expresados en trocitos, en parcelas, comprendo todo y al hacerlo comprendo algo aún más profundo, que he necesitado todo este tiempo para comprender, que he necesitado demasiados momentos... que he necesitado un cúmulo de sensaciones prohibidas, tan solo para entender que ciertas cosas aunque parezca que no cambian, nos vuelcan el corazón y nos condicionan el alma para siempre porque se imprimen a fuego lento en nuestras vidas. Porque fue la vida la que quiso hacerme sentir tan lentamente y eso trataba de decirme simplemente, que no dejara de sentir algo tan especial.

Ahora lo comprendo todo. ¿Qué fueron entonces mis palabras, mis miradas, mis abrazos?
No fueron nada, el disfraz aprendido de años de no enfrentarme con valentía al miedo que me producía quererte, al miedo que me producía que no me quisieras o tal vez que me quisieras cuando yo no sentía la libertad de explicarle a nadie lo que podía estar sintiendo.
Y ahora... ¿qué tengo?

Sólo me sale una sonrisa de orgullo cuando pienso en ti. Nace en mi corazón y llegando a mi garganta allí se moldea en un suspiro. A veces entre añoranzas recuerdo los gratos momentos que vivimos juntos y si descuidadamente me miro en un espejo veo ese brillo de ojos que con tanto pudor te quise ocultar ¿Eso es amor?, entonces te amo, ¿eso es amistad?, entonces te quiero, ¿eso es deseo? entonces te buscaré un lugar entre mis recuerdos, te haré un sitio confortable en mi pensamiento para no olvidar nunca que contigo, con amor, amistad o deseo... me sentí viva, me sentí generosa, me sentí humana, me sentí tuya, rocé el cielo entre tus caricias, sencillamente, fui feliz.
Datos del Cuento
  • Autor: :-)
  • Código: 9464
  • Fecha: 10-06-2004
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.17
  • Votos: 48
  • Envios: 7
  • Lecturas: 727
  • Valoración:
  •  
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