Era una tarde lluviosa, de esas en las que el olor a tierra mojada te recarga las pilas. Alejandro estaba en su casa, esperando a que le llamaran sus amigos para ir a tomarse algo.
Desde su ventana se veia su calle, desierta y mojada, tan solo se escuchaba el ruido de algun coche lejano y el CD de George Michael que el mismo habia puesto de fondo…
I am never gonna dance again
Guilty feet have got no rhythm
Though it’s easy to pretend
I know you are not a fool….
Alejandro se detuvo junto a la ventana por primera vez se dio cuenta de porque Bea habia insistido tanto en que su habitacion tuviera una ventana enorme, que se abriera para fuera y con una especie de sillon a los pies.
Ahora comprendia porque su hermana desaparecia de la casa y solamente aparecia horas mas tarde en su habitacion, tumbada en aquel sillon, leyendo el ultimo libro que hubiera caido en sus manos. El libro era lo de menos, cada semana era uno diferente, lo magico era el lugar, aunque a Alejandro le hubiera costado años el darse cuenta.
Bea habia estado dias enteros alli, incluso mucho tiempo antes de que su enfermedad le impidiera salir con sus amigas. Nadie podia considerarla una chica solitaria, siempre estaba rodeada de gente, pero quizas ese era uno de los motivos por los que a veces necesitaba un momento de tranquilidad y soledad, a solas con sus pensamientos…
Sentado alli, oliendo la tierra mojada del jardin, dejandose llevar por todos sus sentidos, se quedo dormido… Soño con lugares que no conocia, personas a las que no habia visto nunca, pero aun asi tenia una sensacion de paz absoluta, nada le resultaba extraño, era como si esas personas y lugares formaran parte de el, de su vida…
La ultima persona a la que vio en su sueño fue a su hermana, quiso hablar con ella, pero no pudo, no le salian las palabras, y aunque lo intento no pudo despedirse, como cuando la llevaron al hospital, ella le sonrio y se fue… Se desperto con una mezcla de tristeza y alegria, la habia vuelto a ver!, tres años despues de la muerte de su hermana la habia visto!
Alejandro habia llegado a pensar que su hermana no habia formando parte de su vida, que no la queria porque no la echaba de menos, a veces se acordaba de ella, de momentos que habian compartido, pero no notaba su falta. El complejo de ser un mal hermano le duro hasta ese dia, el soñar con ella le demostro que si pensaba en ella, que Bea seguia viva en algun lugar de su memoria y que ella todavia pensaba en el y, a su manera, le acompañaba y trataba de ayudarle a tomar decisiones.
Fuera ya no llovia, pero ese olor a tierra mojada persistia, Alejandro cerro la ventana y se levanto del sillon, cuando iba a girarse algo cayo al suelo, un cojin que al caer destapo algo escrito en la pared, Alejandro se acerco a leer lo que era y leyo el nombre de Beatriz, su hermana.
Cogio un boligrafo y escribio su nombre al lado del de su hermana. Aquel habia sido su refugio y a partir de ahora seria el de Alejandro, y tambien seria un lugar en el que ambos podrian compartir recuerdos y sueños…