Bueno hay tantas leyendas que contar de el, empecemos con su nacimiento.
Su padre era un príncipe dragón, el cual estaba encantado con los seres humanos, a tal punto que prefirió dejar su castillo y sus súbditos.
Como todo dragón, poseía una cueva, la cual estaba llena de las maravillosas riquezas, joyas de imaginable valor y colores tan variados que ningún mortal, ni en sueños ha soñado, era una pequeña parte de su fortuna, que sus padres le habían permitido tener cerca de los humanos, por supuesto, la tenia encantada solo el, sabia como romper el hechizo.
Se sentía tan a gusto con los humanos, que decidió vivir cerca de estas maravillosas y curiosas criaturas, tan delicadas y frágiles para el como un cristal las podía tomar y romper, por ser un ser mágico adopto forma humana y llego a la comarca como un rico comerciante a comprar una villa cerca del pueblo y cerca de sus curiosidades, que esplendidas criaturas los humanos, le encantaba ver como comían, bailaban y creaban cosas con las manos.
El estaba acostumbrado a crear todo con magia, los miraba primitivos y fascinantes, cada día aprendía algo nuevo de ellos, no comprendía mucho eso de los sentimiento que era eso de llorar, reír y el propio amor era para el algo incomprensible y maravilloso, para los dragones, todo es razonamiento, los sentimientos están de mas.
Siempre andaba cauteloso y mostraba ningún rasgo de dragón, como un ser mágico sabia que tenia su talón de Aquiles y que si sabían lo que era, lo primero que harían seria matarlo para quedarse con su tesoro, el por ser príncipe estaba a cargo de hechizos y conjuros que solo el Rey de los dragones debía saber, conocimiento de artes misteriosas como cuantos tipos de dragones habían y cuales eran sus poderes y como podían ser neutralizados o hasta eliminados, porque sabrán que solo el rey dragon posee todos los poderes de los dragones.
Era como un niño con cuerpo de joven, que poseía un juguete, al estar en la villa, todo lo que miraban sus ojos era nuevo para el.
Un día regresando a su cueva para traer mas oro, vio que a la orilla del manantial se bañaba una doncella, su curiosidad pudo mas que su sensatez, quería saber quien era ella, al verla quedo prendado de su belleza, ¿Quien era esa Diosa?, ¿seria mágica como el?, debería serlo, tal vez un hada del bosque, pensó, no podía verla sin sonrojarse, no comprendía lo que pasaba, ella era una criatura tan delicada, tan dulce, jugaba con el agua como una niña y trenzaba con sus dedos su bella cabellera rubia.
El al verla retrocedió y regreso a su villa, corriendo agitado, que susto, había visto sus ojos a la mujer mas bella que solo en sueños había creado.
Pasaron los días y su corazón se atormentaba de no poder quitarse de la mente aquella doncella, pensaba y se preguntaba quien era, no la había visto antes por la aldea, quería verla pero tenia miedo de que ella lo viera, que sensación mas rara, y a la ves fascinante.
Una mañana madrugo y volvió a su manantial, cual fue su sorpresa al verla, no quiso hacer ningún ruido, se quedo gran rato viéndola, se puso a dibujarla, era su musa y se inspiraba en sus dibujos, así pasaron varios días, en ese juego, un día no se aguanto mas y la siguió para ver a donde iba, cual seria su sorpresa que la bella doncella que el creía un ser mágico o princesa (ya que sus criados le decían que las princesas eran las humanas mas bellas)
Era la hija del hostelero, nunca hubiera pensado que su musa, era la muchacha llena de tierra que alimentaba a los caballos de la posada.
Era bella en realidad, sonriéndose se fue a su villa, pensando en lo equivocados de los hombres al decirle que solo las princesas eran bellas, si para el la humilde hija del hostelero era su Diosa.
No sabiendo que le pasaba, se puso muy triste y melancólico al pasar los días y no verla, hasta que le confió a un criado, su secreto y le pregunto que enfermedad podía tener, el criado rompió a reír, y le dijo que tenia un mal curable y que este se llamaba “AMOR”.
El le aconsejo que lo único que tenia que hacer era llegar a la posada y conocerla, que le hablara que así sabría como era ella.
Así fue que lo hizo, una tarde vistió sus mejores ropas, perfumado y arreglado se dirigió a la posada.
Al llegar al verla, no sabia que hacer, menos que decir, para el huir de ese lugar era lo correcto, pero la necesidad de oír la voz de ella, le hizo tomar valor y pedir una copa y así lo hizo, cuando ella le pregunto que quería beber, el embelezado y estático se quedo, era una voz tan angelical como su rostro, era de un bello marfil su cutis, sus ojos eran tan dulces y penetrantes que lo hacían sonrojar.
Ella al verlo mudo y pálido se sonrió y le volvió a preguntar, el como un gran señor reacciono y una botella le pidió lo mejor del lugar, se sentó solo y ahí se quedo contemplando lo que para el era una obra de arte.
Así paso el tiempo con la misma rutina, el se sentaba en la misma mesa y observaba todo lo que ella hacia y decía, se convirtieron en buenos amigos, ella le platicaba y el se quedaba escuchándola embelezado.
Así fue naciendo el amor entre el príncipe Dragón Roderick y la hija del hostelero
Angélique.
El no quería apartarse ni un momento de ella, pero sus deberes de príncipe, le hacían ir al lado de sus súbditos, sus padres no entendían que juego tenia el con los humanos, para ellos eran criaturas sin gracia, tontas y burdas, no dignas de estar cerca de un dragón, menos de un príncipe dragón como lo era Roderick, el sabia muy bien que no podía decir a sus padres sobre el amor que sentía por Angelique, la humilde humana, hija del hostelero, porque haría emerger la furia de sus padres.
Pasó un tiempo y no pudiendo resistir más, pidió en secreto a Angélique que fuera su esposa, que lo único que le pedía, es que nunca saliera de la villa y menos que dijera que era su esposa.
Ella acepto y así Angelique y Roderick, se casaron, todo era bello para ellos, iban a ser padres, eran muy felices, ella jugaba y paseaba en sus jardines y bosques, con su sequito de empleadas, pero lo que ellos no sabían, era que la envidia iba a ser mala consejera y la ruina de su amor, al ver una sirvienta la suerte de la hija del hostelero al casarse con su amo, corrió a contárselo a toda la comarca de la fortuna de la hija del hostelero al encontrarse a tan bello caballero que la sacara de la miseria.
Roderick al saberlo armo en cólera, e hizo castigar a su empleada, pero ya era muy tarde sus padres sabían de lo sucedido y lo obligaron a regresar a su castillo con la condición de que ellos no destruir la comarca y todos sus habitantes, si volvía con ellos y dejaba a Angélique. El le dio ha Angélique todo, para que no le faltara nada, y le confeso porque no podía estar con ella y cual era su destino, como príncipe dragón.
Cuanto dolor para lo pobre Angélique al ver que su amado la había dejado, se encerró en sus habitaciones, solo teniendo de compañera a una amiga que le consolaba y ayudaba a alimentarse, ya que si no moriría, así pasaron los meses entre llantos y tristezas así nació nuestro héroe Corazón 7 espadas, hijo de un príncipe Dragón y una humana.
Constanze Cofiño