Corazón fantasma que arrastras pesadas cadenas de amor, a mi puerta llamas inquieto, temeroso de que con un portazo desmedido cierre tus ilusiones... más no temas, aquí sigo, firme, decorosamente vestida con los ropajes de bellos momentos silenciados, aquí sigo inerte, como dormida, esperando ese nuevo beso que me despierte de este largo y profundo desvarío en que me mantienes en condena...

Corazón preso de tus propios encantos, corazón naufragio de una sinrazón, corazón despierto en la voluntad de una promesa, aquí sigo, mi dulce corazón fantasma, esperando con una sonrisa a que tus manos palpitando de deseos me rodeen por dentro, me acaloren el pecho, me aprisionen el alma y ya casi sin respirar, elevándome en un suspiro ensalzado, de mi boca surjan las flores de tu nombre, la magia de tu noche, la blanca luna de tu impoluta belleza.

Corazón fantasma de pesadas noches, atrae en mí ese dulce sueño de quimeras olvidadas, que termine la lenta agonía de saber que nunca podré volver a besar al ser que amas... ay, corazón, cómo duele que ni tú ni yo volvamos a verle...

Más calla, recógete conmigo en las sombras de una sonrisa y aflora en luz para el resto del Universo extendido, no debe nunca vernos morir así, pendientes de su boca...

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Dedicado a todas esas lindas personas que poseen un corazón grande y saben desbordarlo en los labios, en los ojos, en las manos, sin escatimar ni un solo suspiro de cariño, respeto y comprensión por el ser que aman.