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Cristo ama a las personas.

Cristo ama a las personas.

(Relato Religioso para Adultos.-64)

La más temprana y la mayor muestra de la sabiduría de Jehová Dios fue la creación de su primer Hijo. El era la sabiduría personificada, el “obrero maestro” de Dios. Imagínese la alegría y la satisfacción que debió sentir cuando su Padre “preparó los cielos” y colocó los cimientos de la Tierra. No obstante, había algo con lo que este Hijo de Dios estaba especialmente encariñado: “los hijos de los hombres”, la humanidad como lo expresa el texto de Proverbios capítulo 8, versículo 31 cuando leemos: “Mi cariño estuvo con los hijos de los hombres”. (Puede ver también en su Biblia los versículos 22 al 30 de este mismo capítulo). Como vemos, antes de venir a la Tierra, Cristo sentía un cariño especial por nosotros. Debido al amor que le tenía a su Padre y a los de los  hombres”, vino a la Tierra y dio su vida como “rescate en cambio por muchos”. Lea por favor los textos de la carta a Filipenses2:5 al 8 y del evangelio de Mateo 20:28. ¡Hasta ese punto llegó su amor!. Jesús recibió poder de Dios para hacer milagros que demostraron ese amor y fueron un anticipo de las cosas maravillosas que hará en el futuro.

Venir a la Tierra le permitió a Jesús dar a conocer “las buenas nuevas –buenas noticias- del Reino de Dios”. (Lucas 4:43). El sabía que ese Reino santificaría el nombre de su Padre y solucionaría de una vez por todas nuestros problemas. Al leer sobre su ministerio, encontramos muchas situaciones que demuestran el cariño que nos tiene y nos ayudan a mirar al futuro son optimismo y confianza. Analicemos cuatro de los tantos ejemplos que contienen los evangelios.

Jesús se encontraba en plena campaña de predicación. En una ciudad de Galilea observó a un hombre con lepra, una enfermedad terrible. (Marcos 1:39 y 40). El médico Lucas dice que el hombre estaba “lleno de lepra”, lo cual indica que la enfermedad estaba muy avanzada. (Lucas 5:12). El relato continúa: “Cuando alcanzó a ver a Jesús, (el leproso) cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: ‘Señor,  si tan solo quieres puedes limpiarme’”. Aquel hombre estaba seguro de que Jesús tenía ‘el poder’ para curarlo, lo que quería saber era si tenía ‘el deseo’. Y eso era debido a que por experiencia propia, un leproso no era más que un cero a la izquierda para los fariseos. ¿Reaccionaría Jesús con el mismo desprecio?. ¿Qué sentiría al ver su rostro, que probablemente estaba desfigurado?. ¿Qué hubiera hecho usted en su lugar?. Aunque no sabemos lo que pasó por lamente de Jesús, sí sabemos lo que pasó por su corazón. Lleno de compasión, hizo lo que nadie hubiera podido hacer: se acercó, tocó al leproso y, con una voz firme, pero tierna, le dijo: “Quiero. Sé limpio”. Al instante, la lepra desapareció. (Lucas 5:13). Jehová Dios no solo le dio a Jesús el poder  para realizar este milagro, sino también para demostrar lo profundo que era su amor por la gente. –Lucas 5:17-.

Con el poder de Jehová, Jesús hizo milagros asombrosos. No solo curaba la lepra, sino también muchas otras enfermedades. La Biblia dice que “la muchedumbre se asombró al ver que los mudos hablaban y los cojos andaban y los ciegos veían”. (Mateo 15:31). Hoy día, los médicos pueden trasplantar un órgano para curar enfermedades graves, pero Jesús no necesitaba hacer eso. El podía curar cualquier órgano y cualquier parte del cuerpo que estuviera mal. Y podía hacerlo al instante, incluso a distancia. (Juan 4:46 al 54). ¿Qué nos enseña eso?. Que Jesús, quien ahora es Rey nombrado en el cielo, puede y quiere curr todas las enfermedades que existen. Cuando descubrimos el modo en que trató a la gente al curarla, nos convencemos aún más de que en el nuevo mundo bajo el Reino de Dios establecido sobre la Tierra, se cumplirán estas palabras: “Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre”. –Salmo 72:13-. Así es, Jesús quiere ayudar a los que sufren y lo hará muy pronto.

Pasaron unos cuantos meses, entonces llegó el mes de Nisán. Siguiendo el mandamiento de la Ley, Jesús fue a Jerusalén para celebrar la Pascua. La ciudad estaba abarrotada de personas que habían viajado para esa fiesta especial. Justo al norte del templo había un estanque llamado Betzata. A este lugar iban muchas personas enfermas que, por alguna razón desconocida, creían que podían curarse si se metían en el estanque justo cuando se agitaba el agua. Imagínese la escena: El lugar está lleno de gente angustiada y sin esperanza que aguarda con ansias para ver si ocurre un milagro. Pero, ¿qué hace Jesús en ese estanque si él tiene una salud perfecta?. Movido por la compasión, se acerca a un hombre que lleva 38 años enfermo. ¡Más tiempo del que él lleva vivo en la Tierra!. ¿Puede usted percibir la desesperación en los ojos de ese hombre cuando Jesús le pregunta si desea curarse?. Su respuesta no se hace esperar. ¡Claro que quiere curarse!. Pero cómo, si no hay nadie que lo ayude a meterse en el estanque. Entonces Jesús le ordena que haga algo imposible: Que se levante, que tome su camilla y comience a caminar. ¿Cómo responde el hombre?. Se levanta, toma su camilla…, y comienza a caminar. ¡Qué conmovedora demostración de lo que Jesús hará en el futuro!. El actuó con compasión, pues buscó a la persona que más ayuda necesitaba. ¿Qué lección aprendemos de éste relato?.  Que debemos buscar a las personas que están deprimidas por las cosas terribles que suceden en el mundo y compartir la esperanza de las curaciones que va a ejecutar Jesús muy pronto sobre la Tierra.

¿Cómo nos muestra el relato de Mateo 5:25 al 34 que Jesús siente una profunda compasión y ternura por los enfermos?. Una mujer lleva 12 años sufriendo una situación humillante. Su enfermedad había alterado todo aspecto de su vida, incluso su adoración a Dios. Aunque  “muchos médicos le habían hecho pasar muchas penas y ella había gastado todos sus recursos”, no mejoraba. Un día se le ocurrió intentar algo diferente. Había oído hablar de un tal Jesús que curaba a la gente, asi que buscó la oportunidad para estar cerca de el, se abrió paso ente la gente y tocó su ropa. Cuando Jesús sintió que había salido poder de él  preguntó quién lo había tocado. “Atemorizada y temblando”, la mujer “vino y cayó delante de él y le dijo toda la verdad”. Jesús se dio cuenta d que Jehová la había curado, así que la trató con ternura y le dijo: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz y queda sana de tu penosa enfermedad”. ¡Que bueno es Jesús!. En su corazón hay un lugar muy especial para los enfermos. En cambio, Satanás intenta convencernos de que nadie nos quiere, que no valemos nada. Pero Jesús demostró con sus milagros que de verdad le importamos y que nuestros problemas le preocupan. Sin duda, tenemos al mejor Rey y Sumo Sacerdote que podríamos soñar, es cariñoso y sabe ponerse en el lugar de los demás. –Hebreos 4:15-. Es cierto que a nosotros puede costarnos comprender los sentimientos de los que sufren una enfermedad crónica, sobre todo si nunca hemos pasado por algo así. Sin embargo, Jesús tenía una salud perfecta y eso no le impidió ponerse en lugar de los enfermos. Hagamos lo mismo: Esfocémonos por ponernos en el lugar de quienes sufren por la mala salud y llegando a darles consuelo en Jesús. Lea 1 Pedro 3:8.

Jesús no pudo contener las lágrimas según se nos indica en lo escrito en Juan 11:33 al 36. Cuando vió el dolor que sentían los familiares y amigos de Lázaro, lloró aunque sabía que lo iba a resucitar. A él no le daba vergüenza expresar sus sentimientos. Quienes lo observaron se dieron cuenta del cariño que sentía por Lázaro y su familia. Amaba tanto a su amigo que usó el poder que le había dado Dios para devolverlo a la vida. –Juan 11:43, 44-.  Jesús es “la representación exacta” del Creador. –Hebreos 1:3-. Por eso, sus milagros nos enseñan que su Padre también desea borrar de la Tierra el dolor que ocasionan la enfermedad y la muerte. En el pasado Jesús resucitó algunas personas. Pero pronto él y su Padre resucitarán a muchísimas más, como él mismo aseguró: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas,… saldrán”. (Juan 5:28 y 29). Notó que Jesús dijo “tumbas conmemorativas”?. Conmemorar es recordar, y eso es lo que hace Jehová Dios, que creó todo el vasto universo, y recuerda cada detalle de nuestros seres queridos que han muerto: su personalidad, sus cualidades, sus vivencias…, -Isaías 40:26-. Jehová tiene la capacidad y también el deseo de recordar a quienes se han dormido en la muerte . Las resurrecciones de las que habla la Biblia son solo un anticipo de lo que ocurrirá a gran escala en el nuevo mundo.

¿Qué aprendemos de los milagros de Jesús y qué hay para nuestro futuro de parte de Jehová Dios y Jesús?. Si somos leales hasta el fin podremos experimentar uno de los milagros más grande de todos los tiempos: Pasar con vida a través de la “gran tribulación”. Pero eso no es todo: Poco después del Armagedón, los sobrevivientes recuperarán milagrosamente la salud. Lea Isaías 33:24, 35:5 y 6, Revelación 21:4. ¿Se imagina ver a quienes están a su alrededor deshaciéndose de lentes, bastones, muletas, sillas de ruedas y ayudas auditivas?. Jehová tiene buenas razones para devolverles la salud a los sobrevivientes del Armagedón pues habrá mucho trabajo que hacer. Con fuerzas renovadas, podrán poner manos a la obra y convertir el planeta Tierra que Dios nos ha dado en un bello y hermoso paraíso. Lea el Salmo 115:16. Aquellos milagros fueron una muestra de los tiernos cariños y sentimientos de Cristo y de lo mucho que nos quieren. Su compasión también nos recuerda el interés y el cariño profundo que Jehová siente por cada uno de sus siervos. Si tenemos fe y estamos agradecidos a Jehová, haremos todo lo posible por ver ese día con nuestros propios ojos. El leer y estudiar la Biblia nos ayudaran a tener la mente de Cristo y conocer realmente lo que enseña la Biblia sobre Dios y Jesús. ¡Cuánto nos ha animado repasar los milagros que realizó Cristo!. Son, de hecho, una pequeña muestra de la curación permanente que recibiremos bajo su gobierno milenario, demostrando así el amor que le tiene a la humanidad que ejerce fe en él como su Rey y Salvador. Contacte a los Testigos de Jehová para que siga aprendiendo sobre las bondades amorosas que Dios le tiene reservado para un futuro cercano y también para su familia. Lea la Biblia diariamente y tenga fe en Cristo que nos ama profundamente....!

 

 

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