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Cuentos del Atardecer número 1

La brisa de los árboles acariciaba las paredes del oscuro patio, las hojas revoloteaban sobre el cerámico roído por el tiempo, y en forma simultanea jugaban con desechos hogarenños anunciando que los habitantes de la casa ya no podían asearla debidamente. Los perros entraban y salían y en un rincón se veía la mancha de restos de sus alimentos, mas allá alguna prenda sostenida por broches desde el alambre lleno de herrumbre.
Pero, el matrimonio Perez vivía en armonóa y paz, eran personas mayores, que se ayudaban mutuamente y se complemntaban para todo tipo de trabajo.
Su sobremesa era prolongada, sentados pasaban horas, siempre tenían tema de conversación leían mucho, tomaban mate, pero siempre en unidad y juntos,
Aquella tarde de enero sonó el timbre en la redeada de árboles, jamás hubieran imaginado que ese llamado cambiaría para siempre la vida de quietud y serenidad que disfrutaban bajo el cobijo de aquellos añosos árboles.
En principio fué dicha y felicidad, el hijo lejano llegó para llenar la casa de bullicio, juventud y aparente alegría.
Las ventanas se abrieron, se solearos la húmedas habitaciones, el hijo y su familia ocupó su antigua dependencia, hasta parecía mas claridad por doquier. Otra vez se volvió a escuchar el sonido del corretear por los patios. El medidor de luz comenzó a girar mas apresuradamente. Hubo un cambio en el color de las paredes, cortinas nuevas, reemplazo de muebles y modernos artefactos renovaron la apariencia, dejando de lado el sentido paz y serenidad senil.
Pero ellos eran los mismos y les costaba deshacerse de lo que era suyo, como parte de sus vidas y munirse de artículos que no habían elegido ni tampoco podían aprender a manejar.
Pero hubo un día en que el coraje pudo mas que la paciencia, por lo tanto manifestaron su desconformidad, desenlazandose en consecuencia un clima indeseable en la casa de los Perez.
A pocos meses, dos o tres la conclusión final, los pobres viejitos molestaban en su propia casa.
Luego cuando llegó el invierno, un amigo me contó que una mañana de mucho frío ella murió en un geríatrico, y el allí mismo estaba, esperando unirse con su amada.
Datos del Cuento
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Javier Diaz
invitado-Javier Diaz 30-12-2003 00:00:00

¿ Existe la brisa de los arboles ? ¿ Desenlazandose en consecuencia un clima desfavorable ? Si trabajaras mas tus frases, mejoraria mucho tu cuento. El final esta deficientemente explicado, ¿ como saco el hijo a los padres ? ¿ Decidieron los padres salirse o los forzaron ? Mejor suerte para la proxima vez, pero es un buen comienzo.

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