Así transcurrieron los días mientras cautivado por aquellos escritos que indicaban profesar profundos conocimientos me dedique embelesado a su lectura al hacerlo mi razón estaba ausente me entregue sumido en estas paginas malditas sin que me de cuenta del tiempo que transcurría.

Cabe indicar que la abuela que no era un personaje oscuro o misterioso aunque tampoco era la típica viejita dulce, era más bien una mujer con carácter que infundía mucho respeto y que marcaba distancia al mantener una individualidad envidiable.

Intrigado en el resto del contenido del baúl trate de buscar la ocasión de descubrir como conseguir la llave de la segunda cerradura y esto sucedió ya que cierto día de invierno parte del tejado de la casa estaba resumiendo agua y se los comunique a la abuela y esta quiso ir a verificarlo ya en a casa observe que llevaba un llavero el que seguramente contenía las llaves que tanto necesitaba.

Verifico la fuga indicada y recorrió la casa mientras esperaba que mi tía llegue con algún trabajador para reparar el daño, ingreso a la habitación y la cerro la puerta estando en la habitación ocurrió algo que me desconcertó la abuela comenzó a hablar aunque mas bien sonaba a conversación aunque estaba sola, mientras esto ocurría un frio terrible se apodero de mi cuero.

Y esto acrecentó la idea que algo estaba pasando en esa habitación y que necesitaba conocer trate de acercarme a la puerta y podía escuchar la vos de la abuela y parecía conversar aunque no escuchaba respuestas o la vos de otra persona. Mi tía llego con un señor que se comprometió a realizar los trabajos el fin de semana por lo que nuevamente me tocaría estar de guardián mientras realizaban las reparaciones.

Ese mismo día trate de obtener de aquel llavero la llave que asumía debía ser dela cerradura la cual era muy parecida a aquella que estaba en la caja de galletas así lo hice por fin tenia la oportunidad de saciar esa curiosidad.

El fin de semana acudí temprano y pude abrir el baúl en el había muchos libros mas con escritos esotéricos uno de ellos resaltaba en su pasta indicaba la gran bestia también habia revistas, textiles , barajas españolas y una cajita de madera que apresure a abrir sin saber su contenido macabro.

Dentro de la caja envuelto en una funda de terciopelo rojo había un hueso fue allí en realidad que empezó mi pesadilla. Un escalofrió recorrió mi cuerpo, el ambiente se puso muy pesado, un mareo se apodero de mi y quería correr del sitio sin embargo estaba paralizado mi agonía fue peor al sonar la puerta de un trancazo la puerta se cerro sola sentía morir de miedo.

Recupere el dominio de mi cuerpo y salí sin esperar al trabajador cerré la casa lo mas pronto que pude y me marche a mi hogar aquel día tenia los sentidos alterados y las horas pasaron con rapidez hasta llegar la noche aquella que seria la noche mas tenebrosa que he vivido, en el borde de mi cama vi una presencia que me observaba no puedo dar fe si era real o parte de mi ansiedad no aguante mas y pegue un grito.

Mi madre ingreso en la habitación y yo no aguante más y le conté lo sucedido ya que creía que de alguna manera había llevado esa presencia a mi casa. Tal si fuera un niño mi madre me llevo a su habitación en donde junto a unos rosarios tratamos de descansar aunque en la casa ocurrieron acciones como encender las luces de la sala y oír ruidos no salimos de la habitación la noche parecía no terminar y no conciliamos el sueño .

Al siguiente día fuimos con la abuela y le narre lo sucedido ella me dio la repelada mas grande de mi vida indicando que no respetaba nada le devolví las llaves y después de un tiempo ya mas serena me indico que no me preocupase que aquellos objetos guardados en el baúl eran de su madre y que el hueso pertenecía al cuerpo de un pariente y era para cuidar la casa que ella sabia como hacer para que el espíritu no me molestara a mi pero era necesario regresar a aquella casa.

Estando en la casa me indico que tenia con mis propias manos que dejar todo como estaba y que ella me acompañaría mientras intentaba hacerlo mi corazón se aceleró a lo que ella me indico de manera firme tranquilo no pasa nada.

Después de dejar todo en su sitio me indico que saliera de la habitación nuevamente ella se encerró y comenzó hablar pero esta ocasión no me dio miedo si no mas bien tranquilidad.
No regrese mas a esa casa y aunque han pasado los años jamás olvidare aquellos días que dejaron en mi una eterna curiosidad hacia lo espiritual y esotérico.