Caminando despacio, mirando a su alrededor como el que busca y no encuentra, en la oscuridad de la noche, se encontraba Alfredo.Un hombre solitario, de pelo desaliñado , gruesas cejas, de piel oscura, sudoroso por naturaleza.
Caminaba hacia su proxima casa, la numero 23, llego hasta ella y toco el timbre .
Eran la 9:30 de la noche, y aquel timbre sono como si solo existiera espacio en el universo para él. Dentro la niña salió corriendo a ver quien llamaba. Su madre viuda, hacia tan solo un año, le gritó, ¡¡¡NO HABRAS LA PUERTA!!! La niña siguió, ignorando la advertencia de su madre.
Alfredo Sudoroso contaba los segundos como si el tiempo no existiera, comop si se hubiese detenido a su alrededor, las imagenes pasaban lentamente y dentro se oía un grito ¡ NO HABRAS LA PUERTA! , pero la puerta se abrió y de repente Alfredo saco detras de su espalda un metal que brillaba al reflejarse la luz en el y la niña dió un fuerte grito y todo quedo en silencio, en el silencio que ahoga el sonido.....