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Sacude tus uñas cap. 2

Eso fue lo que sucedió con Número Seis: Uñas fue presentado ante varias entidades criminales de Asia y lo vieron como el perfecto guerrero dispuesto a enfrentar cualquier peligro.
Al día siguiente, estaban ocurriendo cosas distintas: un avión estaba sobrevolando el golfo de Tailandia, luego pasó por Hong Kong hasta llegar al centro de China; su siguiente paso fue el de cruzar Beijing, hasta que de repente... Se estaba aproximando a Sh....., o sea Shanghai.
¡Exactamente! ¡Es el avión en el que se estaban desplazando nuestros héroes! Y en los que iban a dirigirse a un nuevo destino... Y también a una nueva aventura. Ahora los nombraré a todos.
Peter Hamilton: 18 años, inteligente, torpe, despistado, tierno y carismático.
Jessica Hamilton: Mejor llamada "Jessie", experta en artes marciales, corta de estatura, siempre viste de forma casual, y sabe que no todo se resuelve con violencia.
Mackey Johnson: Bromista, arrogante, presuntuoso, a veces es brusco, siempre detesat comprar con Rebecca y dice siempre lo que piensa, cosa que lo mete en hartos problemas.
Rebecca Johnson: Millonaria, hermosa, con grandes pensamientos, comparte lo suyo con sus amigos, ella y su primo son judíos (no lo había mencionado, pero lo son), y jamás deja la guarda en situaciones de emergencia.
Anette Hopkins: Lista, inteligente, graciosa, aguafiestas con Michael y Mackey, detesta las bromas de estos dos; sabe mucho, lee mucho, come vegetales... Mucho, y es la mejor amiga de Rebecca y Jessica.
Michael Anderson: Tímido, voz de razón, a veces no sabe manejar los problemas, siempre pide consejos o asesoría de los demás, no es amargado, a veces pelea con Mackey por tonterías y le hace muchas bromas a Anette, pero ésta se enfada. Él y Jessie son los más jóvenes del... ¡Equipo Hamilton!
Pues bien... El avión, de parte de Air New Zealand, estaba llevando a nuestros héroes a la hermosa ciudad de Shanghai, ya más tarde sabrán porqué, por ahora pasemos a la historia.
Rebecca estaba viendo una enorme metrópolis, lo que nunca soñó que iba a ser, y no tardó en emocionarse.
-¡Qué maravilla! -exclamó la joven, vestida con pantalón de dril descaderado negro, camiseta azul, zapatos deportivos y mitones- ¡Shanghai es una ciudad verdaderamente mágica! ¡Combina la tradición con la modernidad!
-Lo sé amiga -afirmó Anette sonriendo, vestida de minifalda roja, panty medias azules, camiseta verde y gorra amarila-, nunca esperé ver este panorama.
En ese momento llegó Peter.
-Oígan chicas -dijo el joven, vestido con pantalones azules, tenis, chaleco café claro, camiseta azul y nada más-, tengan listo todo, porque ya vamos a llegar.
-Pero tengan cuidado -dijo Mackey saliendo con Peter. También vestía pantalones de dril claros, chaqueta negra y camisa a cuadros. Anette piensa que se ve ridículo mientras que Rebecca piensa que se ve elegante-, porque los dragones están sueltos... ¡Y comen niñas y jovencitas hermosas como ustedes!
Mackey comenzó a reír de forma gruesa, como si tratar de asustar, pero sus amigas lo miraron con decepción.
-¿Se supone que debemos asustarnos Mackey? -preguntó Anette.
Guardando silencio, Mackey al final respondió:
-No sé... Si quieren.
Fue el primer momento humillante que le pasó a nuestro amigo.
Mientras tanto, Jessie, quien vestía jeans azules, suéter cuello de tortuga color crema y mitones rosados, también se contentó con la vista de Shanghai.
-¡Es hermoso! -exclamó.
-Lo sé -comentó Mackey-, los dragones están sueltos y son adorablemente grandes.
-¡No tonto! -exclamó Jessie, también con decepción- ¡Hablo de Shanghai! ¡Sin duda es hermosa!
-Pero tiene razón Jessie -afirmó Michael, quien vestía camiseta roja, chaqueta gris y jeans cafés-, los dragones están listos y vamos a bailar con ellos.
-¿Por qué lo dices Michael?
-Si quieres saber... Pregúntale a nuestra guía turística... Mi mamá. ¿Verdad que si mamá?
De repente, apareció al lado de Michael una mujer, tenía cuarenta años, pero con su rostro parecía de 29; tenía el pelo largo rubio, los ojos azules, la piel clara y también era alta; vestía un traje de paño color oscuro, y una blusa color amarilla. ¡Este es papá invitado de nuestra historia! ¡La señora Sheila Anderson!
La señora Anderson sonrió y dijo:
-Desde luego hijo, con gusto les daré un gran recorrido por el lugar.
Verán... La madre de Michael: Sheila Evelyn Anderson, tuvo una vida muy marcada por la espiritual. Nació en Geelong, Australia, se mudó a Estados Unidos cuando tenía tres años, pero después viajó por toda Asia: Tailandia, Rusia, China, Indonesia, Malasia, Brunei y Nueva Zelanda, hasta establecerse en China; ahí pasó casi toda su adolescensia, primero en Hong Kong, y después en Shanghai, ahí residió toda la parte de su tiempo, hasta volver a Detroit, donde se casó con un hombre y dio a luz a Michael. Desde que vivió en China, siempre ha estado muy ligada con las costumbres de ese país, ha vestido cosas orientales, come con palillos, celebra el Año Nuevo en Chinatown y siempre habla con el taoismo. Su residencia en China la convirtió de una adolescente que sólo piensa en el presente y nunca hace nada más que hablar por teléfono, a una mujer que posee mente abierta, es optimista, defiende a sus semejantes, es divertida (con buenos planes en la cabeza), viaja mucho y nunca se enoja a menos que deba hacerlo (¿Ahora entienden por qué Michael es como es?); adora a los jóvenes, a los amigos de su hijo y a sí misma, pero a pesar de todo eso, también tiene un alto grado de responsabilidad: es exigente y demanda mucha disciplina, aunque tiene el respeto, admiración y amor de su hijo Michael, a quien también ella ama.
Pero... Como no hay bien que por mal no venga... También tiene una parte triste, al lado de su hijo... Hace dos años, su marido comenzó a sentirse enfermo, hasta que los doctores le diagnosticaron leucemia; trataron de curarlo, pero todo fue en vano... ¡El señor Anderson había fallecido!
Fue un hecho tan duro para los Anderson, tanto que se mudaron de Detroit a San Francisco, donde conocieron a personas buenas como el Equipo Hamilton.
Por alguna razón, el ver a Shanghai llenó de mucha nostalgia a la señora Anderson, recordaba su adolescensia; Michael fue con su madre y le habló.
-¿Estás bien mamá?
-Sí hijo -dijo la señora Anderson-, lo que pasa es que recordé mi adolescencia al ver a Shanghai una vez más.
-Descuida mamá -afirmó Michael con entusiasmo, podrás volver a revivir tus recuerdos cuando lleguemos.
-Tienes razón, gracias hijo.
-Por nada mamá.
Nuestros personajes habían llegado al aeropuerto internacional de Hongqiao, desembarcaron y fueron a recorrer sus maletas. Cuando salieron del avión, los chicos estaban muy entusiasmados.
-¡Vamos al templo Longhua! -sugirió Peter.
-¡No! -dijo Anette- ¡Mejor a los jardines Yuyuan, ahí tienen muchas flora diversificada!
-¡Un momento! -exclamó de pronto la madre de Michael- No se emocionen niños, tenemos que hacer varias cosas: Recoger las maletas, mostrar los pasaportes, hablar con alquien que nos lleve al hotel, dejar las maletas, saber algunas frases útiles del idioma, conocer más o menos a Shanghai. Tenemos que hacer muchas cosas antes de divertirnos.
Todos se sintieron decepcionados por lo que había que hacer, todos excepto Michael.
-Mamá tiene razón chicos -dijo su amigo-, tenemos que hacer estos si deseamos divertirnos.
-¡Anímense! -dijo la señor Anderson sonriendo, para esperanzarlos- Después de esto, podrán divertirse todo el día; además tenemos suerte, porque llegamos en un periodo muy importante para China.
-¡El Año Nuevo Chino! -gritó Peter, pero muchas personas le dijeron que guardara silencio, entonces Peter les respondió- Perdón.
-Vamos chicos -dijo Sheila Anderson-, hagamos esto pronto y podré llevarlos de gira.
-Gracias señora Anderson -conluyó Jessie sonriendo, pero sus alegrías se iban a desmoronar por...
-¡Vaya, vaya, vaya! ¡Miren a quienes tenemos aquí! ¡Pero los bobos más idiotas que pueden haber, listos a hacer el ridículo en Shanghai!
La voz provino de una niña... Johanna Perkins, la chica que era una de las menos amadas por el Equipo Hamilton.
Johanna M. Perkins, 18 años, ojos verdes, pelo café, alta, fuerte y de cabeza mediana; nació el 28 de febrero de 1985 (¡Un día antes que Rebecca!), en San Francisco, Johanna era la presidente del año en que estaban Peter y los demás, y por eso era muy popular en su escuela; también es muy inteligente, sabía usar el computador tan bien como Rebecca, era físicamente insuperable y también era muy bella; la joven vestía un largo vestido de verano azul, y un sombrero de ala larga. Con ella, estaba un par de grandulones, gordos, cabezones y estúpidos. Una era negro, el otro blanco y tenía la misma edad que Johanna. el primero se llamaba Bingo y era muy listo y musculoso, el segundo Dingo y no era tan listo.
Tan pronto vieron a Johanna, los chicos pusieron caras de impaciencia.
-¿Qué haces aquí Hamilton? -preguntó Johanna- ¿Acaso vas a buscar un dragón de esposo?
-¡No molestes Johanna! -inquirió Jessie-, venimos aquí a vacacionar.
-¡Sí claro! ¡Y yo soy de Beijing! No me digas que vas a tratar de pelear contra los de sumo, porque recuerdo como te vio paliza Bingo en la escuela.
-No digas sandeces, yo le di una a Dingo.
-Pero Bingo, con su inteligencia, te derrotó, en cambio tú, con tu fuerza bruta, es normal.
-¿Qué dijiste? -gritó Jessie y puso cara de monstruo o de orco.
-Será mejor que me dejes en paz, así como ustedes bobos; mis vacaciones son algo más que eso:
-¿Qué son? -preguntó Michael- ¿Cirugia plástica para hacerte más fea?
Todos, excepto Peter (ya verán porqué), se rieron del chiste de Michael... ¡Incluso Anette!
-No tonto, mi papá va a abrir un nuevo gimnasio, cerca del de Shanghai, y va a ser tan grande como Jin Mao.
-Entonces vete -dijo Jessie con tranquilidad-, tal vez encuentres a un novio que quiera aplastarte con sus músculos.
-Vamos Jessie -comentó Rebecca-, no te dejes enfurecer de Johanna.
-¡Oh, por favor! ¡Tú no hables Johnson! ¡Recuerda que siempre te ganado en computación... Y en forma de vestir!
Rebecca se puso roja y dijo:
-Cállate, no sabes lo...
-¡Hola Peter! -exclamó de pronto Johanna con voz coqueta, entonces llegó a él y lo miró de frente.
-Hola Johanna -respondió Peter con normalidad, lo que enfadó a sus amigos.
-¡¡¡Peter!!!
-Sabes -continuó Johanna con acento coqueto-, mi papá me invitó a su gimnasio, y hay un espacio en el jacuzzi, tú estás invitado. También podremos jugar billar, visitar el gimnasio de Shanghai, y comer Chop Suey.
Peter sonrió y miró a Johanna con nerviosismo, entonces sus amigos le dijeron con gestos que no aceptara, porlo que les hizo caso.
-Gracias Johanna, me halaga que me estés invitando, pero voy con mis amigos a conocer la ciudad, será después, después de todo, estaremos aquí los quince días que dura el festival del Año Nuevo Chino.
-¡¡¡¡¡Peter!!!!! -todos estaban más enfadados que nunca.
Pero Johanna se sintió decepcionada.
-Está bien Peter, pero si algún momento quieres hablar conmigo, háblame al celular; siempre estaré dispuesta a recibirte, aun estando en coma.
Entonces le dio un beso en la mejilla, se alejó de Peter y fue con Bingo y Dingo.
-Wu an Peter "Buen día Peter". Vamos chicos, no se metan con estas chusmas.
-Sí Johanna -comentó Bingo.
Éste se alejó con Johanna, pero Dingo fue con Mackey y dijo:
-¡Chusma! ¡Chusma! -y lo empujó al piso. Después se fue.
Todos fueron a ayudar a Mackey.
-¿Estás bien Mackey? -preguntó su prima.
-Lo estaré... ¡En cuanto ponga mis manos sobre ese idiota de Dingo la próxima vez que lo vea!
-¡Chicos! -dijo la señora Anderson yendo con ellos- Recogan sus maletas, nos vamos para el hotel.
-Sí mamá -dijo Michael.
Todos buscaron sus maletas y las encontraron; una vez vistas, las recogieron y se alejaron, pero Jessie se quedó esperando, eso era porque ella tenía otra cosa que recoger. Sus amigos fueron con ella y la esperaron.
-¿Qué haces Jessie? -preguntó Peter.
-Espero un mochila verde -respondió.
-¿No crees -preguntó Anette- que debiste llevarla en la mano?
-Tal vez Anette, pero en ella tengo mi traje de karate, mis pesas y mis sandalias; sin mencionar que también tengo mis libros de taichi y taekwondo. Material precioso.
-Razón demás -murmuró Mackey- para llevarla consigo.
-¡Ahí está! -exclamó Jessie.
La hermana de Peter extendió su mano para tomar su maleta, pero luego otra mano se extendió y chocó con la de Jessie. La joven fue a ver y vió a una chica de rasgos orientales: pelo negro, ojos rasgados, piel clara y una cara muy hermosa. Vestía unos pantalones azules, suéter café con rayas rojas, con la bandera de Canadá y sandalias. Tenía el pelo largo y un rostro muy asiático.
-¡Oops! -dijo ésta- ¡Lo siento! Creo que me confundí.
-Tranquila -dijo Jessie sonriendo-, fue un error...
De repente vió el rostro de la joven y la reconoció.
-¡Oye, yo sé quién eres! ¡Eres Vivi Fong!
La chica oriental se sentía alagada y le habló a Jessie.
-¡Vaya, no sabía que era así! -de pronto todos los chicos fueron con la chica- ¿Estos son tus amigos?
-Sí, en serio yo sé quién eres. Ganaste el campeonato de kickboxing de Bangkok, y el de Pencak Silat de Bali.
Entonces la niña se sintió todavía más alagada.
-Gracias, permítenme presentarme. Me llamo Hanh Phuc Sumalee, pero mis amigos me llaman Vivi Fong.
-¿Podemos llamarte así? -preguntó Peter.
-Sí, soy conocida como Viviana Fong, pero en mi país me dicen Vivi. Parece que tu maleta y la mía son iguales, cólo que la mía tiene carácteres vietnamitas y tailandeses en ella, y como no los ví, entonces creo que me confundí. ¡Allá está!
Vivi corrió y alcanzó su maleta, luego vio la de Jessie y se la entregó.
-Gracias Vivi.
-Xie xie nin -dijo Vivi, pero todos se quedaron callados-, significa "gracias" en chino.
-¡Ahh! -exclamó Jessie.
-Vamos chicos -comentó Michael-. Mamá nos está esperando.
Luego todos fueron a buscar a la señora Anderson, salieron del aeropuerto y subieron a un bus, en el cual Vivi también debía subir. Un guardia chino los escoltó al interior y todos subieron, entonces el bus comenzó su ida. Los chicos comenzaron a hablar y se reunieron con la señora Anderson.
-¿Así que tú también -dijo Vivi- practicas artes marciales?
-Sí -contestó Jessie emocionada-, he practicado Karate, jujitsu y taekwondo toda mi vida; soy cinta negra y traje conmigo mi traje.
-Fascinante -dijo Vivi-, me alegra encontrar a alguien que comparte mi manía por las artes marciales. Creo que seremos grandes amigos, no sólo tú y yo Jessie, sino también ustedes.
-Yo también creo eso Vivi.
-Dime Vivi... -comentó Peter-. ¡Perdón! ¡No sé si puedo llamarte así!
-Tranquilo -comentó Vivi de forma casual-, así me llaman todos.
-De acuerdo. Vivi, me llamó mucho la atención tu nombre. ¿Eres de China?
-No Peter, soy de Tailandia, mi papá es vietnamita y mi mamá es tailandesa, por eso fue que me bautizaron Hanh Phuc Sumalee: Mitad vietnamita, mitad tailandes.
-Interesante -comentó Peter sonriendo-. ¡Tu nombre te queda muy bien!
-Gracias Peter. Háblenme más de ustedes, pero primero... ¿Ya saben que ahora se acercan las fiestas del Año Nuevo?
-Sí -respondió Michael-, por eso fue que mi mamá nos invitó, ella sabía que nos iba a gustar la idea.
Vivi Fong fue con la madre de Michael.
-Señora Anderson -dijo-. ¿Usted ya había estado en Shanghai, o ésta es la primera vez que viene?
-Ya había vivido en mi adolescensia Vivi -respondió la señora Anderson con cortesía-, yo me crié entre toda esta hermosa ciudad y también en Hong Kong.
-¿Y ya sabía que ya abrieron el templo Jadde Buddha y la torre Longhua?
-Así es Vivi, más tarde haremos un recorrido turístico y les enseñaré a los chicos Shanghai.
-¿Puedo ir con ustedes? -preguntó Vivi.
-Desde luego Vivi.
-Xie xie nin jie Anderson (Gracias señora Anderson).
Entonces Mackey se acercó a Vivi, con una cara bastante curiosa, pero "típica de alguien como Mackey".
-Por cierto -Vivi se quedó mirándolo- ¿Por qué estás en Shanghai Vivi? Sólo por curiosidad.
-Ya que hoy es Año Nuevo, voy a visitar a una amiga que está haciendo sobras rojos de la buena suerte; más tarde se las presentó.
El bus había recorrido este trayecto: Beizhai Lu, Jinshu Lu, Nanjing Xilu, Zhong Hua Lu, Fu Zhou Lu, Lu Jia Bin Lu y también Fu Xing Dong Lu.
Entonces el bus se detuvo y los chicos llegaron al hotel, pero también se bajó Vivi Fong, por lo que los chicos se sorprendieron.
-Vivi -dijo Jessie-, pensé que ibas a donde tu amiga.
-Sí, pero voy a tomarme un tiempo para estar con ustedes; vayan tranquilos, yo los esperaré y aquí nos vemos.
-Claro Vivi -afirmó Peter.
Luego todos subieron al hotel, el cual era el...Portman Shang-La.
Cuando entraron, la señora Anderson se dirigió al recepcionista con Rebecca.
-Wan shang hao "Buenas tardes" -dijo la señora Anderson- Wo shi Sheila Anderson...
La madre de Michael habló en chino con el recepcionista, pero Rebecca no entendió lo que decía, pero le pareció bueno estar con ella. Después de un breve tiempo, los chicos se dirigieron a sus cuartos, pero no vieron que había una persona con uñas muy largas, abrigo y sombrero ¡No! ¡No es Freddy Krueger! ¿Por qué habría de serlo?
Una vez dentro, la señora Anderson fue a cambiarse mientras que los chicos dejaron sus maletas y sus cuartos, justo en el primer piso; se tomaron su tiempo y a Vivi no le incomodó para nada.
Después de eso, los chicos salieron, y la señora Anderson vestía un traje de ejecutiva naranja, zapatillas negras y un suéter rojo; una vez que salieron, todos se reunieron con Vivi Fong y siguieron a la señora Anderson, pero nuestro amado personaje secreto: Uñas, también siguió a los Hamilton.
-¿Adónde vamos mamá? -preguntó Michael.
-Ya verás hijo -respondió la madre sonriendo-. Les tengo una pequeña sorpresa.
Todos llegaron a una calle de Shanghai y vieron un auto deportivo azul, un Ferrari para ser más exacto; era ovio que era propiedad de Rebecca, pero ella se lo recomendó a la señora Anderson para este viaje maravilloso.
-¡Mamá! -exclamó Michael- ¡Es un auto precioso! ¡Esto si es una sorpresa!
-De hecho hijo... -dijo la señora Anderson- A quien le deben agradecer es a Rebecca, ella fue la de la buena... Y la de la sorpresa.
-Gracias señora Anderson -comentó Rebecca-, pero no se preocupe: Lo hice con todo gusto.
-Y bien... ¿Listos para una visita por Shanghai? -preguntó con entusiasmo la madre de Michael.
-¡Sí! -todos respondieron.
-Entonces vamos.
Todos subieron al auto, pero de repente, Uñas se puso debajo de él y se colgó de los tubos del carro, luego éste arrancó y fueron a ver Shanghai.
-Verán, Shanghai fue fundada durante la era de la Dinastía Song, abarcó grandes contrucciones y edificios durante la Dinastía Ming, y siempre conservó su aire de maravilla, pero sólo hasta que llegaron los ingleses, Shanghai comenzó a ser un puerto internacional, los británicos ayudaron a que Shanghai recibiera barcos de Europa y Japón, después empezó a recibir grandes inversiones de los demás países europeos por diez años, entre ellos Francia; también Estados Unidos; los lugares extranjeros conservaron su jefatura internacional y Shanghai fue avanzando hasta que se volvió el puerto comercial que es ahora. Shanghai también fue donde se celebró el I Congreso del Partido Comunista, hasta 83 años, de hecho, aquí se encuentra el sitio donde se llevó a cabo dicho congreso. Japón la ocupó durante la II Guerra Mundial, pero luego pasó a ser parte de China; cuando llegó Mao Zedong al poder, continuó conservando su estado, pero también tuvo muchos problemas internos durante la Revolución de 1969. Volvió a ser gobernada de forma civil diez años después y ahora ha continuado siendo uno de los mejores sitios para la inversión extranjera.
-¡Vaya! -todos estaban sorprendidos.
De repente, la señora Anderson comenzó a mostrarles los sitios turísticos.
-Allá se encuentra el templo Jade Buddha, uno de los más importantes de la ciudad -todos tomaron fotos, pero la señora Anderson se detuvo para que ellos pudieran ver el interior del lugar. Entonces Mackey entró en un sitio donde oraba un monje budista. Esta muy quieto y meditabundo, entonces Mackey...
-Señor. ¿Está bien? -preguntó de forma idiota- ¿Señor? ¡Hola! -movió la mano en frente del monje, pero éste no respondió, luego Mackey tuvo una idea.
Asustó al monje, pero éste tampoco reaccionó.
-Señor, despierte... -de repente Anette le pegó una bofetada por detrás a Mackey.
-Mackey. ¿No puedes ser más atrevido? -preguntó Anette con dureza.
Los dos salieron del templo y continuaron viendo la ciudad.
-Ese es el edificio del Primer Congreso Comunista chicos -todos fueron tomando fotos, mientras que la madre de Michael fue pasando por Shanghai.
-Ese es el edificio Jin Mao, el cual está hecho completamente de metal.
-Aquella es la casa de Sun Yat-sen, un personaje muy importante para el país, ahora vamos a pasar por la Torre de Televisión Oriental Pearl.
La señora Anderson pasó por ahí, y... ¡Que maravilla de sitio, era un sitio bastante chévere y muy moderno! ¡Si yo lo viera, sería algo como para morirse!
El siguiente detino de nuestro grupo fue un barrio chino muy antiguo, vieron las casas, las cuales datan del siglo IX, también vieron cierta cerámica, los vestidos y retratos... Grabados sobre la vida imperial.
Y a ese le siguieron varios otros lugares:
-El Puente Nanpu
-La Universidad Tongji
-La Plaza Mundial
-La estación de trenes.
-Una escala en el Templo Longhua
-Un pase por el Centro Recreativo de la ciudad.
-Scong Ching-ing
-La Avenida Nanjing
Y por si fuera poco... ¡El río Huangpu Jiang! Uno de los más hermosos de la ciudad.
El viaje en sí duró varias horas, y de repente comenzaron a caer pequeñas gotas de lluvia, el clima pasó de ser soleado... A completamente lluvioso. Por esto, la señora tuvo una idea.
-Chicos -dijo-. ¿No desean ir a comer?
-¡Sí señora! -exclamó Mackey- Una hamburguesa estaría bien.
-Mackey... Parece que vives en tu mundo ¿Verdad? dijo Anette en broma- Esto es Shanghai, cuando la señora Anderson preguntó eso, pensaba en comida china, genio.
-No me digas Anette -afirmó Mackey haciéndose el listo.
-Tomaré eso como un sí -concluyó la madre de Michael sonriendo.
Después de un largo viaje, los chicos y su "guía" se dirigieron a un restaurante que estaba cerca del Huangpu Jiang.
El restaurante tenía arquitectura china medieval, como con el palacio prohibido, el Altar del Cielo, o el Antiguo Santuario (ambos están en Beijing). Una vez que se detuvieron, Uñas se bajó y comenzó a espiarlos.
Dentro del restaurante, los chicos pudieron deleitarse con un poco de comida china: Comida de Guangdong, Sichaun, Yangzhou, Shanghai y Beijing; también había comida vegetariana para Anette, entre ellos langostas vegetarianas y pasteles de verduras. Los chicos tomaron los palillos y comieron, pero Jessie fue la que se demoró más, porque no pudo coger la comida, siempre se le cayó de los palillos.
Después terminaron y quedaron satisfechos.
-Esta comida -dijo Rebecca- estuvo muy buena señora Anderson.
-Gracias Rebecca -comentó la señora Anderson-, cada plato contiene varios ingredientes, y todos estos son traídos de las distintas regiones de China, como Cantón y Beijing, todos ellos incluyen a los mejores chefs de Asia.
-Y del mundo -agregó Michael.
-Tú lo has dicho hijo -dijo su madre sonriendo.
Después, trajeron unas cuantas galletas de la fortuna, con presagios adentro.
-Vean -dijo la señora Anderson-, galletas de la fortuna, tómenlas chicos, creo que encontrarán grandes presagios aquí.
Cada uno tomó una galleta, la partió a la mitad y salieron presagios, pero Peter... ¡Rompió la suya y se comió el papel!
-Deliciosa, aunque sabe a papel -entonces fue con el presagio- ¡Aquí no dice nada! ¡Qué raro!
Luego la madre de Michael extendió su mano.
-Toma Peter -dijo-. Aquí tienes otra para que lo intentes.
-Gracias señora Anderson.
Peter la abrió, se comió.. la galleta y leyó el presagio:

"Eres inteligente, pero en el futuro, lo serás cada vez más"

-¡Qué bien!
Entonces los demás leyeron el presagio.
Michael: "Tu simpatía y buen humor te llevará más cerca del amor" -Hace rima y es genial.
Rebecca: "Eres generosa y cálida, pero no por eso debes olvidar tu belleza" -¡Maravilloso!
Jessie: "Tu fuerza es magnánima, pero no descuides tu sabiduria: ambos forman una gran pareja" ¡Wow!
Anette: "Eres muy hermosa, pero también lista: Toda una diosa" -Que amables. Gracias
Vivi: "La fuerza de tu corazón te dará un futuro que tal vez no piensas que tendrás -¡Que bueno!

Y llegó el turno de abrir el de Mackey.

"Ten cuidado, porque aparecerá un evento que traerá la mala suerte a tu puerta en los próximos días"

Mackey se sorprendió por eso, así como los otros.
-¿Qué dice el tuyo Mackey? -preguntó Peter.
Pero su amigo tiró el papel al piso.
-¡Una gran tontería!
Pero Rebecca recogió el papel y lo leyó.
-"Ten cuidado, porque aparecerá un evento que traerá la mala suerte a tu puerta en los próximos días"
Todos se quedaron mirando a Mackey de forma extraña, pero Mackey hizo lo posible para convencerlos de que era algo idiota.
-Vamos chicos -dijo con nervios-, no hay creer todo lo que uno ve. ¿Verdad? -su nerviosismo me manifestó de nuevo- ¡¿Verdad?!
-No Mackey -dijo la señora Anderson-, los presagios no deben ser entendidos así de forma literal. Por cierto, coman sus galletas, o el presagio no se cumplirá.
Todos las comieron, en especial Mackey, porque pensó que si no lo hacía, todos pensarían que es un paranoico, así que lo hizo. Mackey no cree eso.
Ten cuidado Mackey, porque lo más inesperado puede pasar en el día menos pensado (Lo digo por experiencia), pero Uñas se impacientó e hizo crecer las suyas.

¿Qué pasará después? Uñas apunta sus garras a los chicos. ¿Tendrá éxito en su plan?

No se pierdan el siguiente capítulo

Fin de "Sacude tus uñas cap. 2"

Agradecimientos

-Encarta 2003
-Cultural Savvy
-2000-Names Female Vietnamese names
-Celebration of the Chinese New Year
-Una página sobre comida china
Datos del Cuento
  • Categoría: Aventuras
  • Media: 6.29
  • Votos: 41
  • Envios: 3
  • Lecturas: 6149
  • Valoración:
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