Mis navidades fueron terribles y el comienzo de año ha estado tan recubierto de tristeza que apenas he podido salir a la calle y respirar un poco del aire fresco de cualquier mañana o ver la oscura luz de cualquier noche.
Ahora antes de acostarme pienso mucho y luego tardo aún más en dormirme, a veces creo que el sueño no llega porque vivo soñando siempre. Las personas se me hacen un poco frías y los sentimientos se me quedan guardados en cajones, no logro separar un beso de una despedida, los veo por igual, los siento solo como oscuridades.
Y aún así, con todo esto trato de ser positiva y bromear y olvidándome del silencio y de las frias noches que siempre están ahí, sin más palabras que las letras oníricas desordenadas de cualquier fantasía, hago el esfuerzo de escribir y así desconectar un poco de mi realidad, pensando en otras realidades.
Pero yo sé que tú todo eso lo entiendes así, porque tú estás ahí, porque me lo has dicho y las cosas serias que se dicen los amigos han de ser verdad, no?, tú estás ahí y entras y me lees, solo por entusiasmo no por necesidad, tan solo por si alguna amiga tuya, como yo, necesita algo de ti.
Y como sé que estás ahí y tu calidez de persona sincera me puede reconfortar, no tengo ningún miedo a expresarme tal y como soy, a decir cómo me siento o cómo están ahora las cosas en mi vida, no pido disculpas por escribir mucho o por escribir equivocado y cobarde, sé que sabes cómo soy y cómo discurren los momentos personales de mi vida y solo estás ahí, por si puedes ayudar en algo.
Por eso me leerás hoy, quizá mañána, quizá en muy poquitos días y te alegrarás de recibir esto que escribo y sin tardar mucho tiempo, correrás a darme un abrazo, tal vez no puedas y tan solo entre sonrisas y exclamaciones me inyectes la sabia de tu ilusión que recorre por tus manos, como hacen los buenos amigos, y me darás tu aliento con franqueza y convicción, sin sentirte presionado ni reprochado ni con excusas que no necesitas conmigo, ya lo sabes, entendiendo con madurez y aplomo que tan solo estoy en mal momento y hay que arroparme, porque la vida ha de ser justa y equilibrada, por todas esas veces en que tú decaido te extendías en palabras y yo te respondía con sonrisas, aunque se me hiciera tarde, porque los amigos hacen eso, cuidarse.
Y porque sé que estás ahí, me atrevo a pedirte entre líneas un poco de apoyo moral, es solo para levantarme porque sino me costará un poquito más. Y estoy tranquila porque tú, aunque no sea tu momento de estar ahí y vivas en otra parte, tú estás ahí, porque me lo dijiste y yo te creo porque también eso han de hacer los amigos, aunque a veces fallen, y no tengo que desnudarte mi alma ni hacer el esfuerzo de escribir multitud de esperanzas solo para que me comprendas un poco mejor. Yo no tengo miedo a que me olvides, porque lo sincero, siendo sincero, no puede olvidarse.
Porque tú estás ahíyo no le tengo temor al mañana sabiendo que tu mano se acerca desde tu corazón a mi mano no para alcanzarme sino para acariciarme.
El hombre, que había quedado atrapado desde la primera línea de este amargo escrito, no pudo contener una tímida lágrima de emoción al leer algo tan espontáneo y sentido venido de las manos de quien en su día llamaba amiga sin saber ni qué momento significaba en su vida ni la forma de conservarlo. y leyó el escrito y pensó y apenas en un impulso quiso contestar pero detuvo su aliento unos segundos y calló como siempre lo hacía. calló y cerró los ojos. no puedo ahora, se dijo por dentro, ya le diré que estoy ahí. un poco más adelante.
Y al otro lado de ese papel, la mujer sonreía, porqiue sabía que él estaba ahí y así cerró los ojos y descansó en sus párpados, una certeza, que recogería más tarde.