Después de llegar a la ciudad, quedamos en vernos después de 4 días a eso de la 4 de la tarde, las cuales fueron una eternidad, una incertidumbre de saber si lo que pasó entre nosotros era real o un simple juego, para ese momento estaba perdidamente enamorado, eses noches en mi cuarto la extrañé tanto, pues por las madrugadas no encontraba el vaivén de su suave respiración, aquella bella durmiente que siempre estaba a mi lado derecho y por el día no encontraba aquella silueta, su pelo esbelto jugando con el viento.
Por fin llego el gran día fui a esperarla en la plaza que habíamos quedado, esa tarde y parte de la noche caminamos por todo el centro de la ciudad, conociéndonos uno al otro contándonos anécdotas y sucesos pasados, todo la primara semana no quisimos como dos locos salimos toda la semana, de paseo al cine, discoteca, el mirador de la ciudad, jugando wally, fue la semana mas ajetreada para nuestro amor, pero para nuestros cuerpos no, de la semana siguiente en adelante decidimos vernos día por medio no por que nosotros queríamos sino por cuestiones familiares y laborales. Para ese entonces yo me había enamorado por completo pues Esperanza ya era todo para mí, “de un simple nombre Esperanza a aquello que lleva confianza, sueño, lujuria, dando de alimentar a mi alma”.
Así pasamos un hermoso mes, no hicimos nada especial para festejar nuestro primer mes, todo ese tiempo fue inolvidable, pero como todo lo que empieza tiene que terminar, lo nuestro termino a los un mes y tres días, esa tarde nos encontramos en la Universidad fuimos caminando por todo el centro, durante el trajín noté un rechazo y me dio mucha bronca, me preguntaba si había hecho algo malo, caminamos como unos desconocidos hasta llegar a la plaza principal e histórica de la ciudad, en ese medio de frialdad nos sentamos y a nuestros enfrente estaba el monumento, tratamos de aclarar el momento y ella dijo que estaba confundida, que si yo quería terminar ella sabría entenderlo, esas palabras llegaron como una daga directo al corazón y a la ves una gran furia, el silencio volvió y de rato cuan un poseído mis labios emanaban las palabras sepulcrales para nuestra relación, ¿ Por qué estas así ? o es que acaso ¿ Quieres terminar ? ¿Dímelo?, el silencio se asía dueña del momento, mientras Esperanza estaba en ese mar de confusiones y tomaba una decisión final, mis ojos veían al monumento y mi mente le pedía un consejo que hacer en ese momento, puesto que aquella figura había visto tantas sucesos, parejas enamoradas, algunas parejas que daban inicio a su relación otras que lo fortalecían y otras parejas como la nuestra daban fin, de repente se escucho su voz tan tenue y todavía dudosa, “esta bien será mejor que esto se acabe aquí, pues ya lo viste lo nuestro no funciona”, aquella daga se penetraba en lo mas profundo dando fin a la palpitación de mi corazón y el final de mi relación, no esperaba esa respuesta pero sabia que era una de las alternativas, con la mirada perdida acepte la decisión que había dictado, puesto que todo se consumaba y no existía ya nada decidimos ir de regreso, pero como aquel maldito silencio se asía nuevamente presente le dije, en este momento quisiera estar solo será mejor que nos despidamos aquí, ella no puso objeciones y nos fuimos por calles distintas, camine sin rumbo pensando en lo que aconteció, luego de unos días la llamé y le pedí que habláramos Esperanza acepto, cuando la vi aquellas palabras que con tanto esmero y tiempo había pensado se me esfumaron, platicamos de todo menos a lo que estaba planeada la cita, pero al final de la jornada le pedí regresar, ella lo pensó por un rato y me pidió tiempo hasta otro día, durante ese tiempo de unos días se mi hicieron eternas, pero llego, la fui a buscar a su casa y salimos sin rumbo, par luego volver a formular la misma pregunta de la cita anterior, me encontré con una respuesta fría, firme, decisiva “lo siento será mejor que esto termine aquí y ahora, antes de que esto crezca y nos lastimemos mas ”, aquellas palabras de tristeza y rabia, pidiéndole que no nos viéramos mas y seria mejor para poder olvidarla, pues ahí termino todo desde ese día hasta ase un mes no la volví a ver, pero no hubo ni un día y noche que no pensara en ella.
Creía haberla olvidado pero cuando la vi no la había olvidado ni en lo mas mínimo, pero ella creo que si, por que al verla directamente a sus ojos aquella mirada fue tan fría y opacada pues había desaparecido aquellos ojos brillantes y tiernos que aun principio veía