El deseo es algo que nos ciega a las mujeres y también a los hombres. No se si a eso se le puede llamar amor. El caso es que nosotras llegamos a desear igual o más que ellos.
El pasado verano fui a la piscina con mi novio. Soy mejor nadadora que él. Me encanta estar metida en el agua casi una hora. Arturo lo único que hace prácticamente es entrar y salir. Luego se pasa mucho tiempo tomando el sol. Se compra el periódico y se pone a leerlo.
Pero no estaba solo.Había otro hombre que estaba leyendo casi junto a él. Era más mayor. Me fijé en que no tenía barriga. A esas edades los hombres ya suelen tener batante estomago. Y porque no decirlo su presencia me estimulaba la vista. ¿Qué es lo que siento por Arturo? ¿Le amo o simplemente le deseo?.
Frente al borde de la piscina había un apuesto socorrista. llevaba gafas de sol. Alto. Atlético. Bronceado. Muy chulo el tío. Le miré y sonreí. Apuesto a que no tiene problemas para salir con una chica. Las mujeres sentirán por él lo mismo que ellos sienten por una belleza espectacular. ¿Estaba enamorada de Arturo?.
Un hombre ridículo se quería lanzar a la piscina de cabeza. Era un hombre cincuentón con una gran barriga y llevaba puesto un tanga. Esta vez me reí. No admitiría que el socorrista se pusiese semejante bañador. Ni siquiera mi Arturo. Seguro que a otra mujer si que le gustaría pero a mí no.
Creo que ahí estaba la respuesta de mis dudas. Lo que sentía por mi novio era únicamente deseo. Me gustaba sentir su presencia cerca de mí. La cercanía de sus labios. El roce de su barbilla. El abrir y cerrar de sus pestañas.
Una rubia paso cerca de mi novio. La chica era verdaderamente atractiva. Todas las miradas masculinas se fijaban en ella. ¡Era puro deseo!. No me gustan las mujeres pero admito que era muy provocativa y sensual. No se si llegaba a sentir envidia. ¿Qué es mejor ser objeto de deseo o desear y que sea otra persona la deseada?.
Cuando salí del agua se hacía el duro conmigo. Como si no estuviese deseando estar junto a mí. Pero la verdad es que estaba loco y completamente pendiente de lo que yo hacía. Tengo miedo a fallarle. A que no le ame verdaderamente y que algún día se lo diga. Que lo único que siento por él es deseo.