Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Hechos Reales

DIARIO

Hoy dia fue uno de aquellos en que en verdad, no quisieras salir a la calle; no es que sea la flojera, no, es algo que lo sientes como el sumbido de un moscón y que no te deja en paz. Por mí, dormía, o soñaba forzadamente algunos de mis deseos truncados. En fin, salí de la cama, y fuí a trabajar; no es que tuviera que trabajar, eso no, podía haber encargado que alguien valla en vez mía; pero...aquel bicho!. Como decía salí a la calle, había un buen dia de Sol, poca gente (el aburrido domingo). Abrí el taller y me puse a escuchar música de Sibelius; y después de limpiar el taller, me puse a esperar a que alguien entrara y..comprara alguna de mis cositas.
Perdón, no les he dicho que soy fotografo semi-profesional, y que tengo un pequeño estudio en una sencilla calle del centro de la ciudad, perdonenme : Soy un artista de vocación; pues si hubiese querido, sería un soberano y firme policía de ciudad, pero, como les dije, soy fotógrafo.
Y bien, ya que saben mi oficio, esperaba al compás del violín de Sibelius a algún casero que desée comprar algunas de mis obras fotográficas; ya sean de paisajes naturales, playas solitarias, perros arrabaleros, viejos miserables, niños sonrientes; en fin toda una gama para escoger, y claro, todos debidamente enmarcados. Un buen marco, es prestancia y elegancia, eso si … Un buen marco!
Siempre he sido muy sensible, pues cuando entraba algún casero a comprar, y si le gustaba alguna fotito, me acercaba y trataba de hacer amistad, explicarle el fondo que tenía la foto que yo había hecho; hacerle sentir lo que yo sentí en el momento en que tomé la foto. Casi siempre me decian: Ah que lindo!; y yo les agradecía con una sonrisa de total satisfacción; después de esto siempre sentía algo raro, pues, ya no tenía ganas de venderle mi foto; el tipo me preguntaba el precio y yo me ponía blanco de miedo, y amarillo de angustia, y respondía: Perdón?..Ah!..Este.. Disculpe, ya lo vendí!; el casero se desinflaba delante mio, cogía su gorra y se la ponía, se daba vueltas, y se iba sin despedirse de mi; y yo quedaba con sentimientos tan raros, como el de un idiota, o el de un niño travieso. Miraba mi obra y me decía a mi mismo: En verdad es hermosa la foto, mañana puede que la venda!. LLegaba la tarde, y despues de vender algunos marquitos y lunas; pues claro, de algo hay que vivir, vendía también marcos y lunas a medidas; y de vez en cuando vendía mis obras, las fotos.
Cuando vendía una, sentía como que algo de mi se había ido, un sentimiento de pena y melancolía, me apretaban la garganta; lo que originaba que dejase encargado el taller, y saliera con mi camara en busca de un paisaje; algo que llamase mi atención, y así, poder guardarla en mi memoria y en mi camara.
Contemplar, y recordar aquel momento una y otra vez, me daba una sensación de plenitud, como si hubiera robado una joya preciosa, y lo miraba como lo que era...una Joya !. Al dia siguiente la enmarcaba y luego la llevaba oculta bajo mi maleta, y la colocaba detrás del mostrador de mi taller; tenía temor de que alguien pudiese llevarsela...pues hay mucha gente mala en estos dias; y uno tiene que cuidarse mucho, sino, quien lo va a cuidar...Nadie!
Y bueno despues de comer algo, regresé a mi taller, prendí la radio y escuche la musica de Bach; Oh! me sentía como en los tiempos del siglo 16 y 17. Esperaba que lleguen mis caseros ; conversabamos de música, luego de mis fotos; y eso si, siempre y siempre!, llegaba algún inpiadoso, y aunque le diera un precio inapagable...se llevaba una de mis fotos. Hay que desdicha la mia! ; pero asi es el mundo, nada es para siempre!.
Llegaba a mi cuarto, pues vivía solo . Para que una casa ?, mejor todo pequeño, a mi medida; encendía la luz, recordaba mi foto (la vendida) e inconsolablemente me tiraba en mi cama, tumbado y sin ganas de levantar ni mis pensamientos ; me sentía tan desdichado que me ponía a llorar, mudamente, pues, no quería que nadie me escuchara (pudor miserable!). Y sin darme cuenta, dormía, nunca recordaba lo que soñaba ; dicen que eso es de buenas personas, no lo se, pero yo nunca recuerdo lo que sueño.
Abría los ojos...y otra vez!...No quería salir a la calle...el bicho!
Datos del Cuento
  • Autor: joe
  • Código: 1285
  • Fecha: 03-02-2003
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 5.29
  • Votos: 59
  • Envios: 2
  • Lecturas: 4937
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.118.144.109

3 comentarios. Página 1 de 1
Irismo
invitado-Irismo 30-01-2004 00:00:00

Me parece una muy buena alegoría a la monotonería del diario vivir. Felicitaciones.

Crystal I
invitado-Crystal I 29-01-2004 00:00:00

no sabría como calificar tu cuento. Me gustó pero aún no fui capaz de averiguar que es lo que se esconde tras la mente delpersonaje. De todos modos es un relato distinto y está muy bien

Tony
invitado-Tony 04-02-2003 00:00:00

Está bueno, pero un poquito rarito, o será que el raro hoy soy yo. Si me gustó, espero que a los demás tambien. Tony

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033