Era una vez en un pueblito del sur de mi querido y adorado Puerto Rico; donde toma inició la historia de amor que hoy he de contarte. Los protagonistas de esta hermosa historia de amor (Juan y Aurora), provenían de familias de escasos recursos tanto económicos como académicos. Juan y Aurora no estaban creciendo en un ambiente propició para la superación y desarrollo potencial de sus habilidades; sin embargo eran personas que poseían suma inteligencia y liderazgo.

Juan y Aurora se conocieron el primer día de clase. Ambos cursaban el mismo grado y tomaban todas las clases juntos. Desde el primer instante en que sus miradas se cruzaron un electrizante e inexplicable sentimiento nació desde lo más profundo de sus corazones, pero ellos eran a penas muy pequeños para saber que eso que sentían era amor.

Con el paso del tiempo, Juan y Aurora se hicieron muy buenos amigos; eran inseparables. Juan siempre estaba pendiente de Aurora la vigilaba todo el tiempo e inclusive la protegía de los estudiantes abusadores. Cuando llegaron a a escuela intermedia, su amistad se transformó en un huracán de sentimientos confusos. Lo que sentían el uno por el otro se fue intensificando cada día más y más hasta que ya era inevitable esconder lo que sentían, pues sus brillantes ojitos los delataban. Un día mientras estaban en el receso, como de costumbre se sentaron en un banquito que quedaba debajo de la sombra de un flamboyán y por cosas de la vida y circunstancias que no se pueden explicar sus cuerpos enteros se estremecieron y una fuerte fuerza interna que ellos no podían controlar los fue hipnotizando, hechizando y llevando en un profundo viaje del cual no podían escapar. En ese mismo instante sus energías se fundieron en un fabuloso, inocente e inolvidable primer beso.

Como siempre es de esperarse, existe la envidia y la maldad; una muchacha que siempre estuvo enamorada de Juan logró verlos y fue enseguida a contarselo a la maestra. La maestra rápidamente salió del salón y fué a donde se encontraban ellos, los logró ver agarraditos de las manos, sacó de su bolsillo la regla y les pegó en las manos. Rápidamente la maestra le informó al director de la escuela (Sr. Irizarry) el suceso y citaron a los padres de ambos para buscarle fin al asunto.
Sr. Irizarry - Nuestra escuela, es un lugar donde los niños vienen a aprender no a enamorarse. No queremos parejitas aquí, eso afecta en el desempeño académico. Sus hijos estan enamorados y eso aquí no puede ser.
Juan sentado al lado de su padre(Sr. Pacheco)miraba fijamente a Aurora que se encontraba sentada a al otro extremo al lado de su papá (Sr. Caraballo). Aurora en aquellos momentos presentaba una mirada de miedo, ella no sabía lo que podía pasar.
Sr. Pacheco - Es parte de la naturaleza que a los nenes le gusten las nenas. Pero aquí quién pone las reglas es usted señor Irizarry, yo se que mi hijo esta enamorado, pero hablaré con él.
Sr. Caraballo - Estoy de acuerdo con el señor Pachecho, más sin embargo yo no tenía idea de que me hija podía estar enamorada. Aurora contestame si esto es cierto.
Aurora miró a Juan tímidamente, Juan le respondió con un levanton de cejas como diciendole que dijera lo que sentía.
Aurora ( con voz temblorosa y cabeza baja) - No le había dicho nada a usted papá pues temía que esto pasara.
Sr. Caraballo - Estas muy chiquita, estas son cosas de grandes. Lo tuyo es el estudio, yo que quiero lo mejor para tí y mira como me pagas.
Aurora empezó a llorar.
Juan - Señor yo amo a su hija.
Sr. Irizarry - Niño tu no hables, en conversaciones de adulto los niños no se meten a menos que te lo pidan.
Sr. Pacheco - Juan quedate calladito, esto es entre adultos que se resuelve.
Sr. Caraballo - Si estos niños se quieren tanto como dicen, que sean ellos los que decidan. O los estudios o el amor, uno de los dos.
Sr. Irizarry - Juan ¿Qué tu dices?
Juan - Por el amor que siento por Aurora, me atrevo a dejar mis estudios y trabajar en la agricultura para mantenerla.
Sr. Irizarry - Bien, y tu Aurora ¿Qué dices?
Todas las miradas se consentraron en Aurora, la pobrecita temblaba y lloraba, no encontraba que hacer.
Aurora - Yo... Papá usted siempre me ha dicho lo importante que es estudiar, mi sueño siempre ha sido ser profesional, pero amo a Juan...
Sr. Caraballo - Entonces piensas renunciar a tener un mejor futuro por una ilusión. Piensalo bién, todas tus amigas se graduarán y tendrán mejores trabajos y tu te quedarás estancada, cuidando muchachos.
Juan la miró detenidamente. Ella lo miró fijamente y bajo la mirada diciendo:
Aurora - Yo... Yo quiero seguir estudiando.
Aurora miró rápidamente a Juan. Juan no lo podía creer, se quedó en "shock".
Sr. Irizarry - Bien. Ya todo esta dicho. Desde mañana en adelante Aurora cojerá clases en el otro salón y si vuelven a estar juntos serán expulsados de la escuela.

Cuando Aurora llegó a su casa, su mamá la vió muy triste y fué a donde ella. La abrazó fuertemente y le dijó:
Sr. Caraballo - No te preocupes mamita, si Dios quiere que él sea para tí, Juan regresará a tus brazos.

Aunque no fue fácil la separación. Juan respetó la decisión que tomó Aurora. Estos jovenes se seguian viendo a diario en la escuela, pero nunca pudieron volver a anadar juntos. Siempre los tenían vijilados. Cualquier intento de acercamiento era una amenaza para ellos.

El tiempo pasó, Juan y Aurora se graduaron de escuela intermedia con muy buenas notas y comenzaron sus estudios en la escuela superior. Como la escuela superior era muchísima más grande que la escuela en la que ellos estaban era casi imposible que se vieran. De vez en cuando se encontraban de frente por los pasillos, pero nunca se hablaron, siempre seguian por su camino. Juan llegó a tener varias novias, pero Aurora nunca llegó a tener novio.

Se graduaron de escuela superior siempre ambos con excelentes notas e ingresaron a diferentes univesidades. Juan ingresó a una universidad en el area oeste del pais y Aurora a una universidad en el area sur. Cada cual seguiría un rumbo distinto, ya parecía imposible que se volvieran a ver. Estando en la universidad Juan tenía una novia que lo quería mucho, tanto lo quería que estaba deseosa de casarse con él. Juan no se sentía preparado para tomar una decisión tan repentina, así que decidió terminar la relación con ella.

Un día, de hecho el día menos pensado estaba Aurora con uno de sus sobrinos que estaba aprendiendo a caminar, en el balcón de su casa. Ella se encontraba muy entretenida vijilandolo y hablando con sus hermanas. De momento el sobrinito de Aurora se salió del balcó y fue a parar en el patio, siguió caminando y se dirigía hacia la carretera. Aurora salió corriendo tras él y en esos precisos momentos un carro que pasa. ¿A que no sabes quién iba guiando el carro? Si ese mismo, era Juan.

Juan detuvo el auto y se puso a hablar con Aurora.
Juan - ¿Cómo te van las cosas?
Aurora - Bién y a ti?
Juan - Pues en cuestiones de estudios y trabajos mejor no me puede ir.
Aurora - Me alegro por tí.
Juan - Bueno pues solo, me paré para saludarte y saber de ti.
Aurora - Está bién.
Juan - Me alegra haberte visto y saber que estas bién. Cuidate mucho y te deseo mucha suerte en tu vida.

Cuando Aurora fue a su casa, todos empezaron a decirle cosas y a reirse, ella estaba colorada, abochornada y temblando. Era obvio que ella nunca lo había olvidado.
Por otro lado también era obvio que a pesar de todo Juan tampoco había olvidado a Aurora. Ese mismo día nuestro protagonista se detuvo más adelante en la casa de una vecina y amiga de Aurora y conversó con ella. Le preguntó sobre Aurora, si tenía novio y si seguia estudiando. Juan le confesó que apesar de tiempo y la distancia él la seguia amando. Entonces la vecina de Aurora le dijo que Aurora nunca lo había olvidado y que por eso ella nunca se había enamorado de otro muchacho ni habia tenido novio. Ella le dijo que no la dejara ir, que uno solo se enamoraba realmente una sola vez y que si el tiempo y la distancia no fue suficiente para que ellos superaran su ruptura era porque era un amor verdadero, un amor eterno, un amor real.

Juan le siguió los consejos a la vecina de Aurora y fue por medio de ella que el pudo volver a tener contacto con Aurora. Juan habló con los padres de Aurora para poder ir a visitarla. La visitó, invitó a salir y le confesó su amor...

Al par de meses Juan y Aurora unieron sus lazos de amor ante los ojos de Dios.

Actualmente ambos son profesionales, Juan es uno de los más que manda en una famosa empresa aquí en Puerto Rico (el sueldo de Juan es tan alto que Aurora no se ve en la necesidad de trabajar), tienen dos hermosos hijos y una casa lujosa con vista al mar.

Aveces estimado lector, no sabemos porque suceden las cosas. Pero ten siempre en mente que una situació precede a otra. La vida está llena de sorpresas, cada uno de nosotros tenemos un propósito y un lugar destinado. Vivamos todo a su tiempo, puede que no nos guste o nos duela lo que estemos viviendo ahor. No te dejes vencer! El futuro es misterioso y está lleno de premios que ni tú ni yo conocemos...