Hay momentos en la vida en los que no sabes que te ocurre, no sabes que pasa a tu alrededor y sientes que no eres como esas personas que ves andando por las calles.
Eres algo más, tienes algo que ellos no saben que es, pero sabes que está ahí y que siempre que quieras podrás sentirlo cerca de ti.
Me tienes a mi, soy aquella persona que se marchó un día para no volver nunca más. Soy tu guía, tu ángel guardián, que te sigue adónde quiera que vas, la que te ayuda con los problemas, la que una vez te dijo que jamás te abandonaría. Estoy aquí contigo para protegerte, quiero que sepas que siempre te querré y que por eso me he convertido en tu luz, en tu estrella fugaz, aquella a la que le lloraste mi pérdida.
Ahora no llores más, quiero verte sonreír, ser feliz de nuevo. Quiero verte como antaño tumbado en la hierba, mirando la luna y dibujando imágenes en las estrellas. Quiero sentirte vivo, sin despertarte a medianoche gritando de dolor, quiero que sepas que me tienes contigo y que jamás dejaré de cuidarte, mi amor.
Vuelve a ser el que eras, no te encierres en la desesperación y si ves que caes de nuevo en la tristeza mira las estrellas y verás que no han perdido su esplendor.
Ahora me tengo que ir pero piensa que cuando me necesites sólo tendrás que mirar al cielo y cuando veas pasar una estrella fugaz sabrás que soy yo, la que te vigila y te observa desde lo alto del firmamento.