Amé sin limites, entregándome por completo a una pasión, llena de ilusiones y quimeras;
Cubrí con tela de ingenuidad mis ojos, y con engaños convencí a mi corazón de que ese amor era real y sincero.
Jugué al amor, sin pensar que vendría un mañana con consecuencias de mi actuar de hoy, me entregué como niña a vivir entre nubes y ensueños; cerraba los ojos y volaba entre nubes, navegaba en mares de aguas quietas en barca segura.
Grité mi amor al mundo, cerré la razón para no ver la verdad, asi negaba lo que estaba parado ante mí, quizás fue la excusa para no dejar de vivir ese momento tan hermoso que se presentaba ante mí.
Él era todo lo que una mujer sueña, atractivo, interesante, muy hombre, tenía la ternura del mundo en sus palabras, dulzor de miel en los labios y seda en las caricias.
Su mirada me quebraba, descubría mi alma, por sus ojos miraba el mundo, y desde ahí solo veía flores, estrellas y colores hermosos;
Es posible que la soledad me haya vuelto tan ciega y vulnerable, es tanta la necesidad de ser amada, de tener sueños cumplidos, de compartir los días con alguien real, no solo con una ilusión llena de amargos parajes. No lo se; quizás fue una mezcla de todo.
Él me hacía sonreír al alborada, sentir la brisa matinal, y disfrutar del mundo, empezaba a ver todo con alegría, era más bello vivir, existir junto a él.
De pronto su mirada cambió, la ilusión de a poco se esfumó, sus palabras de a poco fueron teniendo color a hiel, su besos eran gélidos y fingidos.
Al principio me embargó la negación, no quería abrir los ojos, era más fácil mantener las quimeras y esa orbe que me había inventado; después comencé a consumirme por la dudas, me hacían retorcer las entrañas, me desgarraban por dentro, con el corazón golpeado, el alma magullada, no tuve más alternativa que regresar a la realidad y darme cuenta que el amor otra vez se había burlado de mí, de mis sueños, ilusiones y esperanzas, solo me había ofrecido un espejismo de de felicidad, el que se escabullo al crepúsculo del día.
Porque habremos mujeres que parecemos maldecidas, y por más que busquemos, nunca encontramos el amor, éste corre delante de nosotras, lo divisamos, pero se nos cierra la senda justo frente a él y solo nos queda ahogar el llanto, frenar las lágrimas y ver como otro disfrutan de ese amor que tanto ansiamos.
Quizás esto nos hace odiar la vida y al mundo, no encerramos en nostalgias y soledades viviendo de historias malogradas.
Hoy después de muchas lágrimas, tantas que solo los sollozos permanecen, me di cuenta que por más que trate jamás podré olvidar, pero aprenderé a sobrellevar mi agonía;
Hoy me vestí de fiesta, arreglé mi cabello, cambie de perfume, creerán que estoy loca, porque fiesta no hay, porque caminaré sola; pero hoy en mi rostro no se reflejarán las decepciones de mi vida, hoy habrá brillo en mi mirada, esperanza al andar, mi senda será la que yo escoja, no la que la vida me presente, no será fácil, habrá tropiezos, quizás me de por vencida mañana, pero hoy quiero vivir, tengo ganas de sonreir y bailar de nuevo.
Ya no será mi amiga fiel la soledad, ahora soy yo la que sale a la vida.
Así como leen, me llene de vida nueva y esperanzas de algo mejor, tengo fe…Que será de mi mañana, no lo se, estaré aca, estaré en otro lugar, seguiré sola, habrá alguien en mi vida, son respuestas que saldré a buscar….he rezado mucho para que no se agote la fuerza que me nació hoy.
Creo que todas merecemos risas, flores, y alegrías.