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Categoría: Terror

HUMANIDAD Y CASTIDAD

Un vistazo a todos lados, para así poder asegurarse de que nadie lo veía, pues lo que se disponía a realizar era algo tan grotesco, que hasta los cerdos se asquearían de ver tal cosa.
Quería mancillarla, abusar de ella, penetrarla en su intimidad…
Simplemente, “violarla”.
Con pasos lentos y sigilosos llegó hasta donde se encontraba su victima… en su propia casa. Se encontraba en su propia casa. Victima y victimario tenían un poco más de dos años de vivir juntos.
Y él la tomó por atrás. Ya llevaba la bragueta bajada y el miembro viril al aire libre. Y sin ni el más mínimo reparo de piedad y moral, comenzó a penetrarla. Todo de un empuje. Metió todo su pene dentro de aquel ano una y otra vez, buscando así satisfacer su demencial lujuria.
Y ella no gritó. Y por mucho que su intimidad destrozada le doliera a granel, no podría gritar; pues aquel animal que había adquirido en la tienda de mascotas (como todo animal, inclusive los pericos) no tenía la facultad de vociferar.
Lo único que hizo la perrita, fue lanzar aullidos lastimeros. Y si aquella perrita o cualquier animal pudiesen tener consciencia de los hechos, se habría vomitado sin parar.

Y cuando terminó, simplemente se sacudió su miembro y se levantó la bragueta. Se sonrió y dijo – Me ha gustado. Siempre me han gustado las experiencia nuevas con respecto al sexo – y con toda la calma del mundo, se dirigió al interior de la casa, dispuesto a sentarse en su sillón y…
Hacer cualquier cosa que se pueda hacer sentado en un sillón.

Y así lo hizo. Se acomodó tranquilamente en su asiento, tomó su periódico y se dispuso a leer.

Alguien le arrancó el periódico de las manos y comenzó a reclamarle su acto de zoofilia.

Parada en dos patas y hablando como una mujer que a sido mancillada, la perrita que acababa de violar se hallaba frente a él, hablándole, gritándole, reclamándole su acto, mientras se mantenía parada sobre sus patas traseras… erguida de manera aterradora.

Y aquel zoofílico ya no dijo nada, pues tal vez la tortura en su consciencia fue tal, que la vergüenza lo dejó sin palabras y no se sintió digno siquiera de justificarse; o simplemente perdió el habla tras haber perdido la razón y entrar al mundo de la locura.

FIN
Datos del Cuento
  • Autor: Beto
  • Código: 19921
  • Fecha: 16-05-2008
  • Categoría: Terror
  • Media: 5.69
  • Votos: 132
  • Envios: 0
  • Lecturas: 4343
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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4 comentarios. Página 1 de 1
Jorge
invitado-Jorge 13-08-2008 00:00:00

La verdad no creo que este tipo esté enfermo de la cabeza ni nada por el estilo, lo que creo en realidad es que o es un niño de niño más de 12 años con una familia disfuncional, o sencillamente es uno de esos personajes que actúan motivados por una sola cosa... el hecho de que es un perfecto imbécil.

para albert Vazkez salas
invitado-para albert Vazkez salas 27-05-2008 00:00:00

cada dia estas mas dañado. tus cuentos vivenciales reflejan el grado de locura al que te encuentras.

Josue
invitado-Josue 21-05-2008 00:00:00

Muy bueno tu relato. Espero seguir leyendo tus creaciones.

Rxx
invitado-Rxx 20-05-2008 00:00:00

tu cuento es muy bueno pero se me hizo muy crudo pero cada quien escoje sus temas , bueno pero crudo

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