Érase una vez una vaca llamaba Lucinda que vivía en una granja junto a otros animales y el granjero Tom y su esposa que eran los dueños.

Lucinda era una vaca joven y con mucha fantasía y la vida en la granja se le hacía cada día más aburrida. Todo y que la granja de Tom era una granja ecológica, y las vacas a diferencia de en otras granjas industriales no estaban ni atadas ni encerradas, podían pastar por las enormes praderas que había alrededor y cuando nacía un ternero nuevo lo hacía de forma natural. De esta manera en esta granja se aseguraban que estas vacas tuvieran una vida cómoda lo que les proporcionaba una leche fresca de buenísima calidad.

Pero para Lucinda no era suficiente una vida cómoda y tranquila, ella estaba deseosa de conocer lugares nuevos, conocer a otros animales y vivir una gran aventura.

Una mañana de un bonito día de primavera a Lucinda se le presento una oportunidad, el granjero Tom estaba preparando un viaje de un par de días a un pueblo llamado XXXX, que estaba muy cerca de la gran ciudad de Priceton que Lucinda había visto en fotografías de periodicos que llegaban a la granja .En el pueblo se celebraba una feria de ganado y Tom había pensado en comprar algunos animales nuevos para ampliar su granja. Para ello Tom vendería la leche de sus vacas, huevos de sus gallinas y verduras cultivas en el huerto y con el dinero conseguido lo invertiría en comprar un par de burros nuevos para ayudarle en las pesadas tareas de la granja.

Tom se dispuso a cargar todos sus productos en la camioneta, y se fue a preparar una bolsa con varias provisiones para el camino hacia la feria de ganado. En ese momento a Lucinda se le ocurrió que podría camuflarse entre las grandes vasijas de leche y las cajas de huevos colocadas por Tom en la camioneta y en un momento en el que nadie estaba vigilando, Lucinda se acercó a la camioneta y zas con un enorme salto pudo subirse a la camioneta y esconderse sin que nadie se diera cuenta. Al rato el granjero Tom se subió a la camioneta y puso rumbo a la feria de ganado, solo con el paisaje que dejaban atrás Lucinda estaba asombrada de que existieran otros lugares más allá de la granja en la que vivía.

Al cabo de unas horas de trayecto, Tom paro para poner gasolina en la camioneta y comer algo antes de llegar hasta Pricety donde se celebraba la feria de ganado. Lucinda aprovechó para bajar de la camioneta sin ser vista, y pudo ver un cartel en el que ponía Priceton 1 Km, que nerviosa que estaba Lucinda a tan sólo unos minutos estaba la gran ciudad que ansiaba conocer. Camino un largo rato por la carretera y enseguida empezó a ver grandes edificios muy altos, carreteras con miles de coches circulando sin pararse y muchísimas personas que iban de un lado a otro.Pero, ¿Dónde estaba los demás animales?, allí solo se veían hombres,mujeres,niños y ancianos pero ninguna vaca ni ningún otro animal como gallinas,patos,cerditos y demás animales como con los que convivía en la granja.

Durante unos instantes se asusto y empezó a caminar por las calles de la ciudad, la gente miraba a la pobre vaca asombrada y comentaban, pero ¿de donde ha salido una vaca? ¿Cómo ha llegado hasta aquí?, Lucinda cruzó la carretera, los coches le pitaban sin cesar, dos coches chocaron por intentar envitarla, unos niños que iban con su mama, gritaban una vaca, una vaca!!!!,mira mama!!!. . La probre Lucinda cada vez más asustada y hambrienta pues hacia horas que no probaba bocado llego hasta sin darse cuenta hasta un zoo que había en la ciudad y entro muy asustada. Vió que había muchos animales que ella jamás había visto en su vida,grandes y gordos como los elefantes, con enormes cuellos larguísimos como las jirafas, fieros como los leones y los tigres, juguetones como los chimpancés que no paraban de brincar y a lo lejos también había un pequeño prado que decía animales de granja. Yupii penso Lucinda quizás ellos me puedan ayudar y se acerco a conversar con los animales que habían allí.

-   Hola,me llamo Lucinda y vengo de una granja muy lejos de aquí y no sé como volver a mi casa,¿podeis ayudarme?- Las vacas,gallinas y cerditos compartieron su comida con Lucinda y después la acompañaron hasta donde se encontraban el director del zoo. Este pudo comprobar que Lucinda tenía escrito en el cencerro que llevaba colgado del cuello,el nombre y dirección de la granja a la que pertenecía. Hizó una llamada a la granja y en unas horas Tom la recogió en el zoo.

Tom y Lucinda regresaron a la granja y a partir de aquel día a Lucinda se le quitarón las ganas de aventuras y siguió viviendo feliz y tranquila pastando en su granja, en compañía de los demás animales.

FIN