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¿QUÉ TAN IMPORTANTE ES LA COMUNICACIÓN PARA NOSOTROS?

Estamos rodeados de muchas personas buenas, malas, de las cuales dependemos, a las cuales amamos, a las que odiamos... Estamos rodeados de pobreza, falsedad, odio, cinismo... pero a pesar de todo, podemos aun encontrar amor, paz, alegría, amigos... El secreto de todo está en cultivar y mantener la comunicación. Es la manera mas sencilla y barata para resolver problemas, unir corazones, derrotar el odio...

Hoy en día existen muchos peligros en la calle, como drogas, alcohol, malas juntas, enfermedades. En fin si me pongo a mencionar una por una me hará falta papel. Los factores negativos están aumentando en nuestra sociedad, ya no es tan tranquilo como antes y en algunos aspectos tienden a empeorar. Entiendo que los padres se preocupen por todo esto, que quieran lo mejor para sus hijos, que sean duros con ellos, que quieran aliviarles dolores. Pero todas estas condiciones adversas, lo queramos o no, estarán presentes en nuestro entorno, por mas que traten de cuidar a sus hijos, ellos van ha tener que enfrentar la vida, con toda su gama de posibilidades, tarde o temprano.

Hay muchos padres que dan libertad incondicional después de haberles impedido casi todo o por el contrario, después de haberles dado mucha libertad empiezan a restringirlos. Lastimosamente aún existen además, casos de indiferencia parcial o total. Esto me parece contradictorio, que podría resultar en lo peor...

Mi madre conoció de casualidad a una señora en un evento social, ella se ufanaba de que su hijo ya estaba haciendo clínicas (equivale al internado en Medicina Humana), que asistía todos los días a la Universidad, incluso Domingos. Cuando regresó a casa me preguntó por él, le dije que aún estaba cursando el 2° año, lo peor es que el padre también es Médico Veterinario, ¿en que están fallando?, de 2° a clínicas hay casi 5 años de diferencia, ¿como es posible mantener una mentira durante tanto tiempo?.

Entiendo que se crea que a los 18 ya somos adultos y debemos encargarnos de nosotros mismos, pero es importante no quitarnos el apoyo moral que muchas veces nos hace falta. Nosotros los hijos, muchas veces por orgullo, falta de confianza o creernos que somos adultos, no lo expresamos. No acudimos a nuestros padres o lo hacemos cuando estamos con la soga al cuello o ya es demasiado tarde. ¿Por qué tiene que ser así?, acaso no debemos confiar en ellos al máximo ya que son quienes nos han dado la vida, su amor y todo lo que está a su alcance para que seamos felices?.

Para no perder la comunicación hay que tener un ambiente de confianza mutua y armonía en el hogar. Desde pequeños enseñarles lo que deben hacer, mas no imponerles lo quieren que hagan. Mi padre confió en mi desde muy pequeño, el tenía la paciencia de explicarme los problemas en términos sencillos para que pudiera entender. Nunca, bueno eso creo, que halla tratado de ocultar la verdad con mentiras que solemos decir a los niños, o simplemente con un “es cosa de adultos, ya comprenderás cuando seas grande”. Me contaba los problemas económicos, del trabajo, de la familia, etc. A muchos les puede parecer que estos no son temas para un niño de 9 o 10 años, que podría resultar traumático.

Pienso que no es así, gracias a esto yo me sentía una persona útil, importante, que confiaban en mi. A pesar que tenían preocupaciones o estaban trabajando siempre se dieron y se dan el tiempo necesario para escucharme y aconsejarme cuando lo requiero. No todo era color de rosas, ellos también me prohibían muchas cosas, me castigaban y gritaban, pero siempre me daban una explicación. Cuando aparecía con mis famosas rabietas, esperaban a que me calmara para conversar conmigo. Muchos creen que los niños no están capacitados para comprender los problemas, no es así, ellos entienden y se dan cuenta de las cosas perfectamente.

Todo esto influyó mucho en que ahora yo confíe en ellos, que le cuente mis problemas, algunas veces íntimos... creo que no muchos de mi edad lo hacen. No lo hago por que soy engreído o por que soy hijito de papi mami. Lo hago por que en ellos siempre he encontrado alguien que me escucha y me comprende. Aunque estuviera equivocado, aunque haga algo malo, ellos no me reprochan, tratan de aconsejarme y corregirme, pero siempre escuchando mi punto de vista. Nunca me han obligado hacer algo que no quiera. Creo que este es el secreto para no perder la comunicación con los hijos y en general con todas las personas que nos rodean. No soy psicólogo o doctor para afirmar que es lo correcto, pero en mi caso ha funcionado.

La comunicación no es algo que se impone de la noche a la mañana, se va ganando poco a poco, con mucho esfuerzo y paciencia y puede resultar más frágil de lo que nos imaginamos. Hay padres que tratan de hablar con los hijos, recién cuando están en la época de la rebeldía, cuando ven que hay problemas o que el control se le escapa de las manos, al no ser escuchados, culpan a malas juntas, al colegio o a la sociedad. No admiten su error empeorando las cosas.

Para conversar con los hijos, hay que tratar de entender lo que están sintiendo en esos momentos. No les prohiban las cosas así por así. Formen desde muy temprana edad el hábito de conversar, no permitan que se alejen de ustedes. Cuando hagan algo malo conversen con ellos, escuchen lo que tienen que decirles, sean “pacientes”... Nosotros muchas veces entendemos lo que nuestros padres nos dicen, pero no lo admitimos por orgullo y es peor que nos reprochen, que nos ataquen... Toda persona o animal que se siente atacada, opta por defenderse. Pero si sentimos que estamos siendo realmente escuchados, captamos un verdadero apoyo, abriremos nuestros corazones. Como dicen cosechas lo que cultivas. Sean amigos de sus hijos y verán que tengan la edad que tengan, confiaremos en ustedes. Ya que a pesar de todo, somos sus hijos, somos el fruto que ustedes han creado con amor.

Yo tuve en la Confirmación una charla que me impacto, se trataba del “Amor hacia los padres”, ellos utilizaron dos cosas para hacernos reflexionar. Primero mostraron un corazón forrado de papel aluminio rojo y dijeron que ese era nuestro corazón, muy bonito y elegante por fuera, pero lo golpearon contra la mesa y resultó ser una piedra por dentro. Lo segundo que mostraron fue un espejo en forma de corazón, esta vez dijeron que era el corazón de nuestros padres, que siempre nos refleja, siempre estamos dentro de ellos. Pero que nosotros ignorábamos esto, que en vez de retribuirles con amor lo despreciábamos. Tiraron el corazón al piso, quedando hecho trizas y esparcido por todo el suelo. Y añadieron “esto es lo que hacen con el corazón de sus padres”...
Luego de un momento de reflexión, uno de ellos tomó un pedazo y dijo, “Pero a pesar de todo, ellos siempre piensan en nosotros, por mas que rompamos sus corazones, siempre queda un pedazo que sigue reflejándonos, nunca quedamos totalmente fuera de ellos”. Esta charla me hizo reflexionar mucho, fue como un flechazo que llegó directo a mi. Me parece que lo mismo se puede aplicar para los padres... Ambas partes deben esforzarse para mantener un hogar unido y salir adelante.
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
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