I
Hoy encontré en la calle a un niño perdido. No tenía nombre ni casa ni padres que le cuidaran. Sólo la noche le cubría y la calle le esperaba.
Me acerqué con angustia y le dije: "Hola"... El niño volteó y al verme tan enorme, asustado empezó a correr hasta perderse en los brazos oscuros de la noche por las frías calles sin ruido...
Cuando quise regresar a mi casa sentí que algo lloraba en mí, y eso, tampoco tenía nombre ni casa ni nada... sólo la oscuridad de la noche y una vida solitaria...
II
Por la noche, mientras todos dormían en casa, subí despacio hacia mi cuarto que estaba en el último piso como la más alta montaña. Cuando entré a mi pieza encontré a una señora muy bella vestida toda de blanco...
- ¿Quién eres? - pregunté.
- Soy Fantasía... - respondió.
Abrió sus brazos como alas y salió volando por el oscuro cielo rumbo hacia una estrella muy grande que parecía llamarla con mucha ternura... Toda la noche me quedé mirando aquella intocable luminosidad. Ya cansado regresé a mi cuarto. Me senté en mi cama; y de pronto, sentí unas manos muy frías cogiendo mi cabeza. Quise voltear pero no pude, y sentí que el ensueño abría sus negras alas llevándome a un lugar muy oscuro y lejano...
Lima, 26/09/04